Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop
Una investigación de la Unión Argentina de la Salud (UAS) reveló que la metformina, medicamento de uso frecuente en la diabetes, valía en la Argentina 34.000 pesos (equivalente a unos 33 euros) mientras que en España el mismo remedio costaba 2.90 euros aproximadamente 2.900 pesos. El diclofenac 75, un muy difundido antiinflamatorio y antirreumático, que se vende por 20.455 pesos en Argentina, tiene en España un costo de 2,50 euros, equivalente a unos 3.750 pesos. Una diferencia que se convierte en un grave problema de salud para toda la población trabajadora, especialmente para las y los jubilados, que por su edad son consumidores obligados de medicación. En este mes de noviembre, sumados el mísero aumento fijado por el gobierno y el bono, las y los jubilados con la mínima que son la inmensa mayoría, percibirán 323.000 pesos. Por si esto fuera poco, el gobierno ultraderechista, le quitó los remedios gratuitos por tratamiento crónico, obligando a engorrosos trámites. Estos remedios se financiaban con el impuesto País a los viajes y compras en el exterior y el gobierno lo destinó a otros gastos para los que sí hay plata como comprar los aviones de guerra usados F16 y pagar la deuda externa.
¿Es posible tener remedios más baratos?
Cristina Kirchner acaba de plantear públicamente a Javier Milei que libere la importación de remedios de la India para abaratarlos. El gobernador de Mendoza y amigo del presidente, Alfredo Cornejo, propone lo mismo. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad no queremos soluciones patronales que permitan nuevos negocios para los empresarios a costa de la salud de la población trabajadora. Hay una solución inmediata y posible porque en nuestro país contamos con recursos tecnológicos y humanos y la experiencia industrial necesaria. Tenemos que pelear para que se declare a la industria farmacéutica en emergencia sanitaria y ponerla a producir los remedios e insumos médicos necesarios en los volúmenes y calidad que requiere la situación. Para evitar los sobreprecios y maniobras patronales deberá implementarse el control de la producción y los libros comerciales por parte de las y los trabajadores. Que el PAMI restituya el 100% para los medicamentos de pacientes crónicos. Así podremos garantizar la provisión de los remedios que hoy resultan inalcanzables a los trabajadores.