Escribe Federico Novo Foti
La corriente orientada por Nahuel Moreno se fue forjando en la intervención unitaria en las luchas obreras y populares, pero combatiendo a las conducciones patronales y dirigentes traidores. Un ejemplo de ello fue la participación en la lucha armada contra la dictadura de Anastacio Somoza en Nicaragua en 1979. Moreno, sin renunciar a sus críticas a la conducción reformista y de conciliación de clases del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y al guerrillerismo, impulsó desde su exilio en Bogotá la Brigada Simón Bolívar (BSB)5. En ella participaron dirigentes y militantes “morenistas” y luchadores que se sumaron. La brigada participó en las batallas del frente sur, donde dieron la vida tres de sus miembros y encabezó la toma del puerto de Bluefields sobre la costa atlántica. Lamentablemente, tras la victoria revolucionaria se extendió en el trotskismo, encabezado por Ernest Mandel, la capitulación al sandinismo, que formó un gobierno de unidad con la burguesía, mientras la BSB era expulsada como parte de sus medidas para disciplinar a las masas. La traición a la revolución nicaragüense y la actual dictadura capitalista del ex comandante sandinista Daniel Ortega ponen en valor la pelea de Moreno y la necesidad imprescindible de superar la crisis de dirección de la clase obrera y las masas en la lucha por conquistar verdaderos gobiernos de trabajadores con democracia obrera y el socialismo.
5. Ver La Brigada Simón Bolívar. Los combatientes. Ediciones El Socialista, Buenos Aires, 2009.