Escribe Agustín Blanco
La compra de los 25 caza F-16 que desde el Gobierno nacional de La Libertad Avanza (LLA) vendieron como un gran logro, no es más que un pésimo negocio en el marco del sometimiento político al imperialismo yanqui.
El monto que se pagó fue de un total de 301,2 millones de dólares. Aunque lo más escandaloso fue que estos aviones tienen 45 años de antigüedad y debieron ser reacondicionados para que sean funcionales.
La cifra abonada llamó mucho la atención teniendo en cuenta que Países Bajos le vendió 18 F-16 a Rumania por 21 millones de dólares. Al mismo tiempo, al depender de Estados Unidos, el mantenimiento y la compra de insumos de estas unidades dependerá exclusivamente de Donald Trump y sus secuaces.
Lo más paradójico es que estos cazas no tienen autonomía para ir y volver a las Islas Malvinas, a falta de otro avión de reabastecimiento, y además el Reino Unido podría vetar cualquier compra de armamento si así lo deseara.
El dinero puede parecer mucho, pero lo peor de todo es que para pagar el sistema de armas reacondicionado y provisto por los Estados Unidos, además la Argentina se comprometió a abonar otros 350 millones de dólares.
Según publicó La Nación el 6 de diciembre, Dinamarca tenía bajas expectativas para desprenderse de estos F-16, aunque gracias a los amigos de Trump Javier Milei y Luis Petri, pudieron sacarse un problema de encima para dejárselo a la Argentina.










