Escribe Mercedes Trimarchi Dirigente de Isadora y legisladora electa Izquierda Socialista/FIT
Desde la agrupación Isadora, somos parte del enorme movimiento de mujeres que en la Argentina y el mundo está revolucionando todo. Este año venimos de dos vigilias en las que millones nos movilizamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Con la movilización denunciamos que la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) no se cumple y seguimos peleando para que sea laica, científica y con perspectiva de género. Y en estos meses estamos impulsando con fuerza la separación efectiva de la Iglesia del Estado.
Todo esto que fuimos logrando con la marea verde es parte de la cuarta ola internacional de lucha de las mujeres que desde 2015 recorre el mundo y no se detiene. Una oleada que como nunca antes le dice basta a las violencias de género y se organiza para combatirlas. Una oleada que se enfrenta a los gobiernos capitalistas que aplican feroces planes de ajuste, que golpean al conjunto de la clase trabajadora y especialmente a las mujeres. Incluso, pretenden arrebatarnos derechos ya conquistados con la movilización hace décadas, como sucede con el derecho al aborto en Polonia y el Estado Español.
La lucha de las mujeres no tiene fronteras porque peleamos contra el capitalismo patriarcal. Un sistema que está en decadencia y que nada tiene para ofrecerle a la humanidad, pero que sin embargo se sostiene por sus gobernantes. Un sistema que condena cada día a más personas a la marginalidad. Según el informe de la ONG Oxfam, las ocho personas más ricas del planeta (todos varones) poseen la misma riqueza que 3.600 millones de personas en el mundo (el 50% de la población mundial).
Por eso, desde Isadora luchamos contra la opresión que sufrimos las mujeres que se traduce en violencia física, psicológica, sexual, salarios más bajos que los varones, estar a cargo del trabajo reproductivo y acceder a los puestos menos calificados, y contra todos los gobiernos capitalistas responsables de esta situación. También, muchas de las compañeras que militamos en Isadora lo hacemos en Izquierda Socialista, dentro del Frente de Izquierda. Organizarnos en el partido nos permite seguir dando otras peleas junto con los demás sectores oprimidos y, fundamentalmente, con el conjunto de la clase trabajadora, para tirar abajo este sistema que se aprovecha de la opresión patriarcal para extraer más ganancias a costa de superexplotarnos.
Lo hacemos con un programa feminista y socialista, con propuestas concretas para resolver los problemas más acuciantes, con un plan económico alternativo que parte de no pagar la deuda externa. Te invitamos a que seas parte de Isadora y de Izquierda Socialista, que te acerques con tus inquietudes e iniciativas para dar juntas y con más fuerza esta pelea por construir un mundo sin ningún tipo de opresión ni explotación.
Cientos de compañeras de Isadora viajamos hasta la ciudad de Trelew a participar del Encuentro. Muchas lo hicieron por primera vez, y otras con varios encuentros de experiencia. Pero todas, con mucho esfuerzo, fuimos juntando el dinero para poder viajar. Con bonos, haciendo fiestas, pines, pañuelos y comida para vender, logramos que todas las compañeras pudieran financiar su viaje, porque Isadora es una agrupación de mujeres trabajadoras y estudiantes que nos autofinanciamos y no recibimos dinero del gobierno, de empresarios ni de partidos patronales.
En nuestra delegación fueron trabajadoras del ferrocarril Sarmiento que vienen de conquistar que Silvia Bogado sea la primera mujer mecánica de trenes de la historia de nuestro país. Docentes, que son parte del sindicalismo combativo que luchan por aumento salarial y en defensa de la educación pública junto a las estudiantes secundarias, terciarias y universitarias que pelean por una educación sexual laica, científica y con perspectiva de género. Trabajadoras estatales, bancarias y del Astillero Río Santiago que luchan día a día contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Por eso uno de los debates que dimos en los talleres fue la necesidad de movilizarnos el próximo 24 de octubre contra el presupuesto 2019.
Somos parte del movimiento mundial de mujeres que lucha en todo el planeta contra las violencias de género y en este 33º Encuentro de Mujeres nos solidarizamos con las brasileras y repudiamos al neofascista, derechista y misógino Bolsonaro. Desde Isadora vamos a participar de la concentración en la embajada de Brasil junto al Frente de Izquierda el sábado 20 para gritar bien fuerte #EleNão.
Todas estas peleas que fuimos a dar a Trelew son las mismas que damos cotidianamente en nuestros lugares de trabajo y estudio convencidas de que sólo con la movilización lograremos conquistar nuestros derechos, porque ningún gobierno ni ningún Congreso jamás nos regaló nada. Por eso, debemos seguir luchando por todos nuestros derechos y por el aborto legal hasta #QueSeaLey. Te invitamos a ser parte de Isadora y de Izquierda Socialista y dar juntas estas peleas con mucha más fuerza.
Pañuelazo
Desde Isadora e Izquierda Socialista, como parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, participamos del pañuelazo frente a la laguna Chiquichano en la ciudad de Trelew. Con los pañuelos en alto cientos de mujeres cantamos“¡aborto legal ya y que los curas se vayan a laburar!”
Cuando hablamos de violencia de género sea psicológica, física, sexual, económica y simbólica, solemos pensarlas en relación a la pareja o la familia. Pero la violencia de género, en tanto búsqueda de dominio sobre las mujeres, basado en el patriarcado que nos ubica como si fuéramos personas inferiores, se expresa en todos los ámbitos de nuestras vidas. Más aun, en el trabajo, esta forma de organización social que busca oprimirnos, es utilizada por el capitalismo para super-explotarnos, es decir, para que trabajemos más por menos salarios, que aceptemos peores condiciones de trabajo y de vida, etc.
Las trabajadoras ferroviarias del Sarmiento, organizadas en la agrupación Mujer Bonita es la que Lucha, vienen siendo un ejemplo en la lucha por denunciar esta doble condición de las mujeres: como oprimidas por el patriarcado y explotadas por el capitalismo, observable en múltiples formas de discriminación laboral, maltrato, acoso, despido por faltar por cuidar a la familia o por ser víctimas de violencia de género.
La pelea por el cupo femenino en todas las especialidades de trabajo fue la primera bandera que permitió a las mujeres ingresantes al ferrocarril -hace poco más de una década-, organizarse para salir del puesto de limpieza (el escalón más bajo de la carrera ferroviaria). Aunque no existía ninguna norma que impidiera a las trabajadoras acceder a otros puestos, tuvieron que enfrentarse a los prejuicios y a las trabas burocráticas de quienes pensaban que ellas no podían ser guardas de tren, banderilleras, boleteras, etc. Y, por ejemplo, en la actualidad, la pelea por conducir los trenes, aún sigue abierta.
Pero esta no es la única pelea que dan las ferroviarias. Desde 2016, la necesidad de acompañar a otras trabajadoras que vivían situaciones de violencia de género por parte de sus exparejas, y ante la falta de programas del gobierno (entonces de Cristina K y luego de Macri) que brindaran asistencia jurídica y psicológica a las mujeres, decidieron capacitarse y organizarse para acompañar a sus compañeras en estas situaciones. La Casa que Abraza, que abrió sus puertas en 2017, permitió a las trabajadoras profundizar el seguimiento y reclamar que se cumpla la ley 26.486 de erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres también en el ferrocarril.
El caso de Gisella Herrera, una trabajadora de 24 años víctima de violencia de género y despedida por faltar en esa situación, es un caso que expresa con claridad que la violencia no es un hecho solo de la vida privada. Ante el despido, desde la agrupación Mujer Bonita es la que Lucha y La Casa que Abraza, reclamaron al Instituto Nacional de la Mujer a cargo de Fabiana Túñez, a la empresa Trenes Argentinos y a la Unión Ferroviaria Nacional, la reincorporación de esta trabajadora, madre de cuatro hijos pequeños, para que no quede a merced de su pareja violenta. Sin trabajo y sin un entorno social que ayude, salir de las situaciones de años de violencia, es una tarea muy difícil de emprender para las mujeres. Otro caso por el que vienen reclamando, es el de un gerente de Trenes Argentinos, ex pareja de una trabajadora a quien continúa persiguiendo y violentando, incluso en el trabajo. Frente a esta situación, le exigen a la empresa que cumpla con la restricción perimetral que debería proteger a la mujer de los ataques.
Como podemos observar, las situaciones de violencia de género atraviesan los diferentes ámbitos de la vida. Y la organización de las trabajadoras es una tarea fundamental para terminar con la discriminación y la violencia machista, pero también para enfrentar la violencia capitalista que nos prefiere sumisas y silenciosas. Por eso, la agrupación Mujer Bonita es la que Lucha y La Casa que Abraza del ferrocarril Sarmiento, son ejemplos a seguir para todas las trabajadoras.
El empresario de la industria cinematográfica Harvey Weinstein, dueño de Miramax, debió pagar una fianza de 10 millones de dólares, para esperar su juicio en libertad. El productor multimillonario, está acusado por más de 70 mujeres de todo tipo de delitos sexuales que van desde acoso, abuso y hasta violación. Es un paso adelante verlo esposado y un triunfo del fenómeno “Me Too” protagonizado por las actrices de Holywood que desde octubre del año pasado, vienen denunciando las distintas situaciones de violencia que sufren por parte de actores, productores y empresarios del mundo del espectáculo.
Celestina Oropeza fue asesinada a golpes en 2005, en la localidad de Nonogasta (Chilecito) tenía 23 años, humilde, trabajadora, de la colectividad boliviana y madre de tres niñas. Luego de 13 años de impunidad el juicio oral y público llegó con un único imputado, Ochoa Coppe, quién fue señalado por la fiscalía como un partícipe necesario en el femicidio. Las organizaciones de mujeres independientes como Isadora, estuvimos acompañando a la familia con manifestaciones en la plaza principal, mientras se llevaba adelante el juicio.
Llamativamente, una vecina de Chilecito fue increpada por el juez, las juezas y la abogada de la defensa, en una citación para que dijera algún nombre de las referentes de la agrupación de mujeres Isadora de la que ella no forma parte, mostrándole desde un teléfono celular que ella había compartido en su Facebook personal una publicación de Isadora sobre este caso. Con este amedrentamiento y persecución buscan desmovilizar a las mujeres que reclamamos contra las violencias machistas.
Finalmente, el tribunal dictó sentencia el pasado 16 de mayo a puertas cerradas con mucha presencia policial, prohibieron el ingreso de las organizaciones de mujeres y del público en general que quería escuchar el fallo. Todo este armado, adelantaba el dictamen final: Ochoa Coppe, quién no declaró nada en las audiencias fue absuelto. Denunciamos este pacto de impunidad de los sospechosos con la justicia en esta sentencia misógina, clasista y patriarcal. Seguiremos con la familia en la apelación y en la continuidad de la causa en una nueva instrucción. Este 3 de junio, en un nuevo aniversario de #NIUnaMenos, marcharemos por justicia por Celestina y por las que ya no tienen voz, llamamos al conjunto del movimiento de mujeres a acompañar este reclamo.
- Basta de justicia patriarcal, clasista y misógina,elección popular de los jueces.
- Juicio y castigo a todos los responsables.
- Justicia por Celestina Oropeza.
- Los gobiernos son responsables.