Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria ejecutiva FUA
El viernes 1° de marzo en el marco de la movilización al Congreso en repudio a la apertura de sesiones por Javier Milei, se convocó un primer “Molinetazo” que se realizó en las estaciones de Once, Constitución y Retiro. La acción fue impulsada desde la comisión estudiantil de Unidxs por la Cultura, centros de estudiantes y asambleas barriales, que de manera performática, y recordando a los “Molinetazos” realizados por les jóvenes chilenes, visibilizó que ante la suba de las tarifas del transporte público, pagar el boleto todos los días para ir a estudiar y trabajar se hace insostenible. Si con las subas de las tarifas de febrero ya se vuelve una odisea llegar a fin de mes, todo será mucho peor si logran meter los tarifazos previstos para abril y junio. A todo esto hay que sumarle que muchas universidades nacionales y terciarios aún no cuentan con un boleto educativo y donde existe muchas veces el monto queda desactualizado ante la brutal inflación. Esto puede provocar que muches estudiantes tengan que dejar de ir a cursar por no poder pagar el boleto. Por eso la consigna de un boleto educativo a nivel nacional, para estudiantes, docentes y no docentes se vuelve fundamental.
El “Molinetazo” que realizamos en Once se unió a una acción convocada por nuestros compañeros ferroviarios del Sarmiento, que están impulsando una fuerte pelea contra la privatización de nuestros trenes con la campaña “Salvemos al Tren”. La unidad mostrada en las acciones entre les trabajadores del ferrocarril, del subte, estudiantes y asambleas barriales muestra el camino de la organización obrera estudiantil que se necesita para torcer el plan motosierra de Milei.
Está previsto un nuevo “Molinetazo” para el viernes 15 de marzo, tenemos que seguir impulsando en todos los lugares de trabajo y estudio otra gran jornada de lucha.
Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
La semana pasada estuvo atravesada por la agresión del presidente Javier Milei a Lali Esposito en una entrevista que le hicieron en LN+. Luego del Cosquín Rock, festival de música donde tanto Dillom haciendo una reversión del “Sr Cobranza”, como Lali con su canción “¿Quienes Son?” expresaron libremente sus posicionamientos políticos ante miles de personas.
En primer lugar, es importante reivindicar que artistas tan reconocides a nivel nacional e internacional, que tienen tanta inserción en la juventud, se expresen ideológicamente contra este gobierno ultraderechista, siendo la cultura una de las principales variables de ajuste de Milei. Donde no solo es parte de los sectores que pretende desfinanciar (más de lo que ya está desfinanciado) sino que también impulsa una campaña para demonizar artistas haciéndolos responsables de las decisiones políticas de los gobiernos.
El gobierno ataca a artistas para responsabilizar del ajuste y justificar que sigue recortando la existencia de festivales gratuitos que muchas veces son la única oportunidad que tienen miles de personas de ver a sus artistas preferidos. Claramente la situación de miseria y pobreza en Argentina no es por la realización de estos eventos, es por la decisión del anterior gobierno de Alberto y Cristina y ahora el de Milei y Villaruel de seguir pagándole al FMI, en vez de destinar plata a educación, salud y cultura.
Que en una semana donde la crisis económica y política se agudizaba, con suba del transporte, de tarifas y una inflación que escala sin parar, el foco del presidente sea agredir a Lali es una muestra cabal de las prioridades de este gobierno. El ataque a Lali no es casual, y tampoco surgió ahora. Lo viene impulsando desde agosto, cuando Lali fue una de las primeras artistas que hablo ante el resultado de las PASO. Y claro que está fomentado por el posicionamiento machista y retrogrado de Milei que eligió como enemigo a una artista popular que tiene claro las banderas feministas que representa. En ese sentido fue muy importante el apoyo masivo que recibió Lali de artistas consagrados de todos los ámbitos culturales y de la sociedad. Este camino que abrió Lali, así como otros artistas como Peteco, Dillom, Maria Becerra, son fundamentales para las peleas que se vienen. Por eso repudiamos enérgicamente el ataque de Milei a Lali y llamamos a defender una cultura independiente.
Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista estudiante de la UNA
Desde la asunción de Milei y el anuncio de las primeras medidas, el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo de Bullrich, los espacios culturales fueron uno de los primeros sectores en salir a organizarse para enfrentar el brutal plan de ajuste del gobierno. La Ley Ómnibus le declara la guerra a la cultura independiente de todo el país, y como reflejo miles se organizaron para defenderse en asambleas masivas convocadas principalmente por Unidxs por la Cultura.
La primera acción fue un Cacerolazo nacional que fue seguida por una gran asamblea federal el día 20 de enero. En esa oportunidad, se definió participar del paro arrancado a la CGT en la columna independiente junto al Plenario del Sindicalismo Combativo, Enecuentro Memoria Verdad y Justicia, la Basta de Falsas Soluciones, y las asambleas barriales. También dar continuidad al plan de lucha que consistió en las acciones de movilización de la semana pasada cuando se empezó a tratar la ley y culminar con un festivalazo el día viernes.
Desde los espacios en defensa de la cultura donde cientos de trabajadoras y trabajadores y estudiantes venimos impulsando diferentes acciones, tenemos claridad de que no permitir que el ataque de Milei a la Cultura avance, es pelear contra su plan de conjunto. Sabemos que los espacios culturales son una de la principal variante de ajuste de los gobiernos, con trabajadores de la cultura que generalmente tienen salarios a la baja, muchas veces sin siquiera el reconocimiento como trabajadores o con el desfinanciamiento de nuestros institutos y universidades.
Por eso, el triunfo de esta pelea no se define solamente por los artículos Culturales de la Ley Ómnibus que están siendo negociados entre diputados de la oposición patronal como la UCR. El triunfo de esta pelea se dará cuando el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto, el protocolo de Bullrich y el ajuste que vivimos día a día caiga. Por eso tenemos un plan de acción que sigue en pie y que esperamos que cada vez sumen más compañeres de la cultura y de todos los espacios a dar esta pelea. Esta semana seremos parte de la movilización hacia Congreso cuando se trate la ley, asi como en los próximos días se volverá a realizar una nueva asamblea federal y una asamblea interfacultades de estudiantes impulsada por Unidxs por la Cultura para discutir un plan de lucha nacional con marchas e iniciativas.
Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria Ejecutiva Federación Universitaria Argentina
Ya desde que el ultraderechista de Milei empezó su campaña política, se sabía que uno de los puntos claves de su programa era la privatización de las universidades públicas. Veníamos alertando que el plan de este gobierno era destruir la educación pública y gratuita y avanzar con una educación a manos del “libre mercado” donde solo los ricos puedan acceder.
Con un poco más de un mes en el gobierno Milei ya empezó con su plan de shock contra la educación pública. Por un lado con el congelamiento del presupuesto educativo, con lo que ya alertan las universidades nacionales que solo podrían funcionar hasta abril/mayo. Con una devaluación y una inflación que está descontrolada, eso alcanza solo para escasos meses para el pago a los salarios docentes y los mínimos funcionamiento de las instituciones.
Y por otro lado metiendo el arancelamiento para extranjeres como parte de la Ley Ómnibus, algo que va contra el acceso irrestricto a la educación que es una conquista en nuestro país.
Además de que establece a la Educación como “servicio esencial”, pero no para mejorar las escuelas y universidades, si no para prohibir el derecho de docentes y estudiantes a reclamar.
Los ataques a la educación no son nuevos, el congelamiento de presupuesto que propone Milei se apoya sobre el desfinanciamiento que ya veníamos sufriendo, con el gobierno de Alberto Fernandez, Cristina y Massa, donde la prioridad era los pagos al FMI.
Esta escalada en el ajuste plantea nuevos desafíos para la defensa de la educación pública. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, planteamos que el movimiento estudiantil junto a nuestros docentes y no docentes tiene que entrar en acción e impulsar en todos lados asambleas y coordinar con otras universidades, terciarios y secundarios un plan de lucha.
Venimos de años donde las burocracias estudiantiles en manos de la Franja Morada (UCR) que son conducción de las principales federaciones estudiantiles y centros de estudiantes y las organizaciones kirchneristas y peronistas que también dirigen federaciones y centros desmovilizan a las y los estudiantes. Hoy, sin ir más lejos, las y los diputados de la Franja Morada están siendo parte de la negociación del la Ley Ómnibus con el gobierno de Milei.
Por eso, ante el comienzo de las clases planteamos la exigencia a federaciones y centros de estudiantes a llamar a espacios de organización. Vamos por espacios independientes para pelear por un plan de lucha en defensa de la educación pública, y para que caiga el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto, el protocolo de Bullrich y el ajuste de Milei y el FMI, para continuar la pelea en conjunto con el Plenario Sindicalismo Combativo, Unidxs por la Cultura, BFS y las asambleas barriales.
Escribe Pili Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Este domingo el ultraderechista Milei sacó 55,7% de los votos contra el 44, 3% de Sergio Massa, quedando con la presidencia del país a partir del 10 de diciembre. El crecimiento de un apoyo a un liberfacho como Javier Milei en una franja de la juventud trabajadora y estudiantil es un fenómeno que venimos alertando y enfrentando hace tiempo. Es la consecuencia del desencanto que generó la crisis y el ajuste del gobierno peronista de Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y Massa, que dejó un país con el 60% de la juventud con trabajo precarizado, sin derechos laborales, donde los salarios apenas alcanzan para sobrevivir, es imposible alquilar, y las perspectivas de pensar un futuro son cada vez más escasas.
Esta bronca, muy equivocadamente, se canalizó hacia un candidato de ultraderecha que viene directamente a profundizar esta crisis. Su plan “motosierra” intentará avanzar con todas las conquistas de les trabajadores y la juventud. Milei y Villarruel son negacionistas, defensores de la dictadura militar, y ahora con Macri y Bullrich, intentarán con represión pasar un mayor ajuste. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, el domingo 19 habíamos llamado a votar críticamente sin darle ningún apoyo político a Massa, porque compartimos con una inmensa vanguardia que no podíamos ser neutrales y permitir que Milei y Villarruel lleguen al gobierno.
Ahora, la pelea fundamental para que no puedan avanzar, se dará en las calles, saliendo a enfrentar cada movimiento contra la clase trabajadora y la juventud. Tenemos experiencias internacionales, como las de Trump y Bolsonaro, donde luchando se logró impedir que avancen con su plan. Las tareas inmediatas son organizarnos, en asambleas, en nuestros lugares de estudios y trabajo, exigiendoles a las burocracias estudiantiles y sindicales que fueron cómplices todo este tiempo que salgan a luchar.
Para reforzar estas iniciativas, queremos invitar a todes a que se sumen a construir Izquierda Socialista, una herramienta política de les trabajadores, la juventud, las mujeres y disidencias, que estará en la primera línea contra el avance de Milei. Para que tengamos un futuro, vamos por una salida de fondo con un gobierno de les trabajadores que rompa con el FMI.