Cami era una persona increíble, una de lxs mejores entre nosotrxs y eso que acá hay una calidad humana hermosa que se vio reflejada en la manera en que nos acompañamos y acompañamos a su familia en este trance tan doloroso. En estos días, de la manera más triste, la conocí mucho más, y conocí a muchas de las personas que la querían. Me hubiese gustado conocerla desde la perspectiva de sus amigas o de su familia pero me tocó conocerla como compañera, como luchadora y fue muy lindo ver su inteligencia, su solidaridad, su integridad, su nobleza. Me llena de orgullo haber compartido con ella convicciones tan fundamentales como el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, la libertad de amar a quien queramos, el derecho a una educación pública de calidad y principalmente la convicción de que hay que luchar para terminar de raíz con las desigualdades sociales y la injusticia capitalista que para Cami, como para nosotros significa luchar por un mundo socialista.
Isadora-Oeste