Hoy, Javier y Mariana de Ambassador, Tierra del Fuego, visitaron el sindicato ferroviario del Sarmiento en Haedo. Se reunieron con Rubén "Pollo" Sobrero, secretario general de la Seccional Oeste UF, Mónica Schlotthauer, delegada y diputada nacional por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, Edgardo Reynoso, de la comisión de reclamos, y parte del cuerpo de delegados.

Al finalizar el encuentro expresaron su agradecimiento al apoyo a su lucha. "Quería agradecerles por habernos abierto la puerta a esta lucha, tan importante, que nosotros llevamos desde tierra del fuego. Y que venimos a defenderla. Acá, a 3.000 kilómetros, en esta ciudad tan linda. (..) Nos han abierto la puerta para que podamos contar la historia y, por ahí también, es una ayuda para ustedes. Para no cometer los mismos errores, que muchas veces han cometido con nosotros, y poder mejorar. Que la lucha obrera siempre crezca, unida, y siempre para adelante".

Los dirigentes combativos del sindicato ferroviario se pusieron a disposición de lo que necesiten. Mónica Schlotthauer aseguró que viajará en los próximos días a la planta, en el sur del país.

La lucha que surgió desde las bases

Ambassador Fueguina S.A. es una fábrica de capitales chino, radicada en la ciudad de Ushuaia (Tierra del Fuego), que fue abandonada en 2020. Las trabajadoras y trabajadores de la planta sufren la complicidad del gremio con la patronal.

La empresa recibió los beneficios y exenciones del Gobierno Nacional, tiene una patente que es sumamente valiosa para poder fabricar televisores - modelos de LCD, LED y SMART TV -. Fue dueña de la marca KENBROWN, también se fabricó TONOMAC y SKYWORTH, entre otras. Llegó a producir el 9% de los televisores que se vendían en todo el país.

A partir del 2019 comenzaron las maniobras contables con los aportes y contribuciones, se pagaron tarde o solo se hicieron presentaciones. En marzo de ese año, el ANSES no abonó las Asignaciones Familiares por responsabilidad de la patronal, que no realizó las gestiones correspondientes. Los pagos de haberes no contaban las horas extras y hubo descuentos en cuotas alimentarias porque Ambassador no depositaba el dinero.

En esos meses, la cantidad de trabajadores fue disminuyendo, de 150 a 58. Los procesos productivos eran deficientes y acumulaban deudas con las y los trabajadores. Aunque esto debió impedir que exporten, siempre lo lograban por la complicidad del gremio con la patronal y los políticos de turno. Ambassador fue vaciada a ojos de todos.

En enero del 2020, al regreso de vacaciones, debían tres meses en salarios. En febrero decidieron pagarlos y acordaron, ante el ministerio de trabajo de la provincia, hacerlo en término. Sin embargo, esto no sucedió. Tras diferentes promesas traicionadas, como otorgar empleo en otra planta, soluciones a las deudas y nuevas tareas, el 29 de junio a las 6 de la mañana el gremio y los empresarios dejaron afuera a un importante grupo de trabajadores.

Ariel recuerda: "Ese día se prendió el fuego. Un grupo hacía cola para entrar a trabajar y otro alrededor de la fogata, organizándonos para defender nuestros puestos laborales. Un día que lo tengo en la memoria, un día donde decidimos ponernos las armaduras y comenzar una lucha que no sabíamos cuanto duraría."