Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
La noticia estremeció a millones. Por lo que dijo y por la impunidad de la que goza el empresario y delincuente de guante blanco Federico Braun, presidente de la cadena de supermercados La Anónima. Ante la pregunta sobre qué hace ante la inflación Braun dijo entre risas: “¿Qué hace La Anónima? Remarca precios todos los días". Fue durante el foro de AEA (Asociación Empresaria Argentina), donde también estuvieron Coto, Pagani (Arcor), Paolo Rocca (Techint), Magnetto (Clarín), entre otros.
Braun ya había dicho que se había beneficiado con la hiperinflación de Alfonsín: “Para nosotros la inflación fue un momento muy positivo. Para un supermercado que paga a los 60 días y vende al contado, yo decía ‘no era un rey, era un emperador’. Nuestro balance en el 86, 87, 88 fue espectacular”. Familia con una vieja historia de explotación y genocidio. Los Braun junto a los Menéndez crearon en 1908 lo que actualmente es La Anónima, con 159 sucursales en 80 ciudades. Familias pertenecientes a la Sociedad Rural llegando a tener 1.376.160 hectáreas en la Patagonia con el exterminio de pueblos originarios. Capitalistas a los que el “libertario” neofacista Milei reivindica como “benefactores de la humanidad”.
Escuchar este sincericidio de un explotador semejante mientras crece el hambre y la pobreza con una inflación del 80% y que aún no esté preso, es solo por la impunidad de la que vienen gozando bajo todos los gobiernos. Son los que alegan que tienen que aumentar los precios culpa de la guerra en Ucrania, cuando el propio Braun confesó que lo viene haciendo desde siempre.
Da indignación escucharlos decir que la inflación es un problema “multicausal”. A la inflación la generan estos grupos empresarios que manejan el monopolio de los alimentos y los suben cuando quieren, igual que Arcor, Molinos Río de La Plata, los hipermercados, La Serenísima, Ledesma, etcétera. Los cuales después llevan sus ganancias a los paraísos fiscales. Son los que fijan los precios al valor dólar mientras pagan salarios miserables en pesos.
¡Precios máximos y castigo a los remarcadores!
¿Qué hace el gobierno ante esto? Los funcionarios de Alberto Fernández dijeron que las declaraciones de Braun fueron “desafortunadas”. O sea, que Braun siga robando pero que no lo diga en público. Patético, de un presidente que habló de “guerra contra la inflación”. Cristina lo llamó “ladrónima”. ¿Pero qué propone la ex presidenta contra Braun? No se le escuchó decir nada. Complicidad.
El actual gobierno peronista del Frente de Todos (como el anterior de Macri) es socio de los monopolios formadores de precios. Si ni siquiera hace nada ante el desabastecimiento del 65% de los productos que integran Precios Cuidados, que encima ahora el gobierno les autorizará nuevas subas. ¿Así se combate la inflación? Parece un chiste.
El gobierno no solo no combate la inflación sino que es cómplice, cuando aumenta los combustibles de YPF, autoriza las subas en las pre pagas o con los nuevos tarifazos. Comparte el proceso inflacionario porque licúa los salarios y las jubilaciones, lo que le permite pagar menos salarios a docentes, estatales, en Salud, a jubiladas y jubilados, para recaudar para el FMI.
Se dice que los controles de precios siempre fracasaron. Mentira. Nunca se aplicaron. ¡Basta de impunidad para los que suben los precios de los alimentos mientras baja el consumo de la leche, la carne y las verduras! El gobierno dice que la Ley de Abastecimiento no se va a aplicar porque es un “recurso de última instancia”. Quiere decir que tiene las herramientas para combatir la inflación pero no la decisión política. Esta ley que está desde hace décadas permite imponer precios máximos -accesibles a las mayorías- y si los empresarios no cumplen o desabastecen se les tiene que incautar las mercaderías, productos y alimentos bajo apercibimiento de clausurarles sus establecimientos y hasta meterlos preso. Además hay que nacionalizar el comercio exterior, donde se van nuestros alimentos y se hacen grandes negociados, comercio exterior manejado por las multinacionales Cargill, Bunge, Dreyfuss y otras.
¿Braun no debería estar preso? Claro que sí. A confesión de parte relevo de prueba. ¿Algunos de estos mercenarios que lucran con los precios fue a la cárcel alguna vez? No. Esto se tiene que acabar. Mientras llamamos a seguir luchando por un aumento inmediato de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar con el ejemplo del triunfo que acaban de protagonizar los autoconvocados docentes de San Juan.