En el marco de la pelea en defensa del salario contra la paritaria a la baja que quiere imponer el gobierno de Alberto Fernández, en la UBA se plantean también otras batallas enormes para la comunidad educativa. La más importante de ellas hoy en día es la lucha por derrotar la política del Rectorado que a través de una resolución del Consejo Superior planteó un nuevo reglamento para la obra social, DOSUBA, que expulsa a jubiladxs (docentes y no docentes) y ad honorem.
Detrás de esta resolución están por un lado el desbarranco de la administración que encabezan las autoridades de la UBA y la burocracia del gremio No Docente, APUBA, que tiene el antecedente de los aumentos, caída de prestadores, y descuentos compulsivos, que se llevaron adelante en los últimos años. Y por otro, el ajuste brutal sobre la educación pública en general que se lleva adelante desde el gobierno nacional en el marco de su pacto con el FMI, y que en la UBA tiene la particularidad de que sus ejecutores centrales son las autoridades vinculadas al radicalismo de Juntos x el Cambio y Emiliano Yacobitti. A tal punto no hay grieta entre ajustadores, que la votación del recorte de DOSUBA la hicieron con consenso absoluto, incluyendo por ejemplo el voto de la decana kirchnerista de la Facultad de Cs. Sociales, Ana Arias (de la agrupación La Cullen).
La nutrida convocatoria que se realizó hoy impulsada por la AGD-UBA, la Comisión Interna No Docentes de Sociales, y espacios autoconvocados de no docentes como el de Exactas, fue un paso delante de la coordinación de esta pelea que hay que continuar hasta derrotar este ajustazo sobre les trabajadores de la UBA. Allí participamos hoy junto a nuestro compañero Darío Leguiza, delegado de la interna no docente de Sociales, y desde docentes universitaries e investigadores de Izquierda Socialista (Lista Fucsia).
¡Sigamos fortaleciendo esta pelea!