Escribe: Mariano Barba

El Frente de Izquierda Unidad demostró su consolidación conservando los dos diputados provinciales y los dos concejales en la capital neuquina. Y lo hicimos en medio de un vendaval de votos castigo que cosechó Rolando Figueroa, el candidato díscolo del MPN. Ante la ruptura del Movimiento Popular Neuquino – MPN - un sector masivo de la población votó la fórmula encabezada por Rolando Figueroa para derrotar, por primera vez en 62 años, al aparato gobernante que fundó la familia Sapag cuando en 1962 el peronismo estaba proscripto. Esta derrota constituye un hecho histórico para la política de la provincia, y también a nivel nacional, porque es el partido de Argentina que logró gobernar una provincia por más de seis décadas ganando todas las elecciones sin aliarse con ninguna otra fuerza. Podemos afirmar que cayó el clan Sapag, que se adueñó y enriqueció en esta provincia controlando con mano dura el negocio del gas, el petróleo, la minería, las bodegas y los galpones exportadores de frutas. Incluso, bajo la dictadura, gobernó de trastienda en acuerdo con el general DomingoTrimarco.

Rolando Figueroa, que fue vicegobernador del MPN, hace un año formó el partido Comunidad con dirigentes del mismo MPN, para ir por fuera en estas elecciones provinciales. Los partidos nacionales en la provincia se partieron en varios pedazos ante la convocatoria de Figueroa a acompañarlo. Terminó conformando una coalición con los principales referentes del PRO (Macri y Larreta llamaron a votarlo), del peronismo, del Frente Grande y de la iglesia evangélica con una candidata de los pañuelos celeste. El propio radicalismo le aportó una de su figura pública como candidato a intendente. En síntesis, Figueroa ganó con una coalición que abarca desde los movimientos sociales al macrismo. Su programa de gobierno no cambiará en lo sustancial respecto al actual en lo referido al ajuste en marcha y al control de las riquezas hidrocarburíferas donde continuará el saqueo. Lo que sí tendrá que enfrenar los múltiples reclamos de distintos sectores obreros y populares ya que su triunfo abrió un período de expectativas.

Muy buena elección del FITU

La elección se polarizó ante la expectativa que despertó la ruptura de Figueroa. Entre dos candidatos sumaron el 69%, triunfando Figueroa por dos puntos sobre el oficialista Koopman. Lo hicieron apoyándose en más de 25 colectoras. Hubo un fuerte retroceso del Kirchnerismo que bajó al 12 %, la mitad de 2019 y otro tanto le pasó al macrismo. La derecha de Milei avanzó conquistando cinco diputados y cuatro concejales en la capital. Lo positivo es que del festival de listas colectoras de los partidos patronales, 16 de ellas en diputados y 24 en concejales no alcanzaron a conquistar cargos.

En ese marco es muy meritorio el resultado logrado por FITU, donde ayudó que desde el primer momento acordamos las candidaturas respetando la representatividad de cada organización sin ninguna interna. Esto nos permitió dar una batalla electoral fuerte, con mucha recorrida de barrios, estructuras laborales y esquinas de la provincia. Nuestro frente apareció como una alternativa creíble para los luchadores, para importantes sectores de trabajadores, mujeres y jóvenes. Si bien bajamos en el porcentaje de votos a gobernador y diputados en relación al 2019, logramos mantener las dos bancas actuales que será ocupada en la rotación por nuestra compañera Julieta “Mechon” Ocampo dirigenta de Isadora y vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades. En la capital neuquina, con la candidatura a intendenta de Angélica Lagunas, se logró un avance en votos manteniendo también las dos bancas, que como todas, compartiremos entre los 4 partidos.

La derrota del gobierno, el avance de la derecha de Milei, y la solidez electoral del FITU pueden ser una tendencia a nivel nacional. Por esta razón es fundamental que desde ya tengamos una fórmula nacional unitaria, Bregman/Solano, como proponemos desde Izquierda Socialista, para enfrentar con fuerza y dinamismo a los candidatos patronales.