Por Mercedes de Mendieta Legisladora de la Ciudad por el Frente de Izquierda - Izquierda socialista
En la sesión del jueves 11 de mayo, el PRO - Juntos por el Cambio presentó el proyecto Exp. 1027-D-23, en el cual se celebraba con beneplácito los 70 años de la creación del Estado de Israel. El proyecto fue votado por la mayoría de los legisladores y rechazado por siete. En nombre del Frente de Izquierda Unidad y de Izquierda Socialista pedí la palabra para argumentar nuestro voto en contra sobre la base de denunciar los bombardeos genocidas del Estado sionista sobre la Franja de Gaza que dejó 20 víctimas fatales entre ellas, niñas, niños y mujeres.
En las horas siguientes comencé a ser blanco de una campaña por parte de referentes de organizaciones sionistas y del PRO - Juntos por el Cambio en redes sociales y en los medios en las que se me acusa ser “antisemita” y “nazi”. Una campaña violenta, absurda y cargada de odio. Tanto nuestra organización nacional Izquierda Socialista como la corriente internacional a la que adherimos, la Unión Internacional de Trabajadores y Trabajadoras-Cuarta Internacional (UIT-CI), tenemos una larga y consecuente trayectoria de repudio y combate a toda expresión o ataque racista contra el pueblo judío o cualquier otro. Esa trayectoria incluye no solo el combate al antisemitismo sino también al nazismo o neonazismo, así como la denuncia permanente del horror del Holocausto. En Argentina tenemos desaparecidos y desaparecidas bajo el genocidio de la última dictadura militar, y siempre fuimos parte de las nuevas generaciones que reclamaron cárcel a los genocidas. Pero aquí se trata de algo muy distinto, un engaño que debe ser aclarado y repudiado.
Esta campaña es contra quienes defendemos la causa palestina y repudiamos la política de ocupación y de usurpación de tierras palestinas desde hace décadas por parte del Estado de Israel. Campaña basada en el falso e histórico argumento de los voceros del sionismo y de sus organizaciones como la DAIA, de acusar de “antisemita” o “nazi” a quienes critican y denuncian su política genocida de limpieza étnica sobre las y los palestinos, de usurpación y colonización de sus tierras o de bombardeos criminales sobre Gaza. De esta manera, si alguien critica al gobierno de Israel, estaría cometiendo un delito de antisemitismo, o si repudia a la agresión y represión criminal del Estado de Israel contra el pueblo palestino, estaría siendo “antisemita”. Nada más falso. Junto al sufrido pueblo palestino afirmamos que antisemitismo y antisionismo no son sinónimos.
Parte de las amenazas recibidas y confusiones que buscan instalar tienen un enorme componente patriarcal. Se me acusa de defender regímenes represivos islámico y de no ser feminista. La mayor prueba de la falsedad de esto está en mi asunción como legisladora en 2022, donde juré en solidaridad con las mujeres iraníes que luchan contra la república islámica. Como feministas socialistas apoyamos las luchas de las mujeres y las diversidades en todo el mundo contra la opresión, como hoy lo hacemos por las mujeres palestinas víctimas de la violencia Israeli sobre sus territorios.
Otro de los argumentos utilizados es que mi rol como legisladora no debería centrarse en discutir problemas que no sean de la Ciudad y que no debería meterme en conflictos de otras partes del mundo. Fue el propio oficialismo de JxC en la legislatura de la Ciudad quien trajo a discusión este tema y mi posición fue una respuesta que expresaba mi solidaridad con el pueblo palestino sobre el cual se violan sistemáticamente los DDHH. Más allá de eso, desde nuestra banca día tras día acompañamos las luchas de la ciudad y el país contra el ajuste de los gobiernos, presentamos proyectos sobre educación, salud, vivienda, proyectos que el oficialismo de Larreta se niega a tratar. Defendemos también la necesidad de apoyar desde nuestra voz las luchas que se dan en todo el mundo contra el sistema capitalista, en particular aquellas silenciadas, como la del pueblo palestino.
A pesar de las amenazas y las mentiras seguiré expresándome contra los bombardeos genocidas en la Franja de Gaza y en defensa del pueblo palestino, como miembro de mi organización Izquierda Socialista en el frente de izquierda Unidad y de la Unidad Internacional de trabajadoras y trabajadores Cuarta Internacional que ya ha sufrido amenazas y calumnias en otras ocasiones por habernos pronunciado en este sentido. Y seguimos posicionándonos por una Palestina Libre, con el derecho de ambos pueblos -judíos y palestinos- a vivir en paz en la región, sin persecusiones étnicas o religiosas de ningún tipo.