Escribe Adolfo Santos
Misiones es un verdadero polvorín. El brutal ajuste en modo motosierra y licuadora del ultraderechista Milei y el FMI replicado por los gobernadores ha hecho explotar a diversos sectores sociales de la provincia que no soportan seguir viviendo en condiciones de pobreza o indigencia y reclaman por mejoras salariales.
Después de conocer el mísero aumento salarial que otorgaba el gobierno, los docentes del nivel medio se autoconvocaron en sus establecimientos realizando asambleas y salidas exprés a las calles en los recreos. Las medidas se extendieron al nivel primario y, con el correr de los días, los gremios docentes llamaron a paro y a que cada escuela se organice.
Ésta es la tercera semana de paro con manifestaciones multitudinarias, cortes de ruta, corte del puente internacional Posadas-Encarnación y docentes en huelga de hambre, que debieron suspender la medida por prescripción médica.
También se sumaron los trabajadores de la salud y ahora las propias fuerzas policiales de la provincia se auto acuartelaron. El conflicto se extiende, hoy se sumarían los guardaparques y trabajadores yerbateros.
Los acampes y fogones se multiplican ante la falta de una propuesta satisfactoria por parte del gobernador Hugo Passalacqua (Frente de la Concordia), de origen peronista y hoy aliado del gobierno Milei.
El recorte de partidas presupuestarias combinada con un alza inflacionaria que no para a pesar de las mentiras de Milei, fue agravada con el congelamiento de salarios dispuesto por el gobierno provincial. La docencia percibe un salario inicial de apenas $230.000 en mano y las y los trabajadores de la salud denuncian ingresos por debajo de la línea de pobreza. Por lo tanto, este estallido no puede ser una sorpresa.
Sin embargo, tanto el gobierno provincial como el nacional continúan jugando con fuego. En vez de resolver el conflicto con un inmediato aumento salarial como el que se exige, se iniciaron denuncias por “sedición” y Patricia Bullrich envió Gendarmes a intentar frenar la lucha y se creó junto al gobierno provincial un “comité de crisis” con el único objetivo de intentar disuadir la protesta.
El gobernador ofreció un 15% mientras la docencia pide un 100%.
Repudiamos esta nueva tentativa represiva de la ministra de seguridad de Milei que se empeña en intentar aplicar el protocolo antipiquete con gases y bala de goma.
No hay salida para las y los trabajadores, jubiladas y jubilados y sectores populares si no derrotamos el plan motosierra, la Ley Bases y el DNU aún vigente. Esa es la comprensión de amplios sectores que vienen protagonizando luchas parciales que acabaron confluyendo en dos poderosos paros nacionales. Misiones no es una excepción, es la confirmación de la regla.
Desde Izquierda Socialista en el FIT-Unidad, nos solidarizamos incondicionalmente con la lucha de las y los trabajadores misioneros y sus reclamos. Repudiamos la política de hambre de los gobiernos provincial y nacional. El triunfo de las y los misioneros será un triunfo de todas y todos. El parazo del 9 de Mayo tiene que tener continuidad con una gran movilización cuando la Ley Bases se trate en el Senado y con un nuevo paro de 36 horas para derrotar todo el plan motosierra de Milei, los gobernadores cómplices como el de Misiones y el FMI.