Escribe José Castillo, dirigente nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei se reunió con sus pares, los jefes ultraderechistas del planeta. Hizo un discurso repleto de insultos, que generó una crisis diplomática. Y, por si fuera poco, llevó a su secretario de Culto que pidió volver a los valores españoles de la época de la inquisición. Vergüenza ajena.
Las barbaridades del presidente ultraderechista Javier Milei se superaron a sí mismas, lo que ya es mucho decir. Repasemos: arrancó con su viaje a Estados Unidos para ser nombrado “embajador de la luz” por la ultrarreaccionaria secta religiosa Jabad Luvabitch (la misma cuyo accionar fue retratada en la serie “poco ortodoxa”). Paseó por Israel para abrazarse con el carnicero Netanyahu. Concurrió al Foro de Davos, donde se despachó con un discurso anticomunista paranoico al mejor estilo del macartismo durante la guerra fría. Luego volvió a Estados Unidos, ahora para participar en una reunión de la ultraderecha yanqui (Cpac), donde repitió su discurso ultrarreaccionario. En el medio se juntó con Elon Musk y obtuvo un abrazo “de compromiso” de Donald Trump. A esto debemos agregarle el papelón con los chinos, donde el gobierno argentino, buscando sobreactuar sumisión al imperialismo yanqui con la visita de la generala Laura Richardson, se empantanó en una crisis diplomática (olvidando que China es un imperialismo al que le debemos varios miles de millones de dólares y es el principal comprador de soja) que trató de ser resuelta por la canciller Diana Mondino, sólo para empeorarla al afirmar que no podía asegurar que hubiera militares en la base de investigación del espacio profundo en Neuquén porque “los chinos son todos iguales”.
Ahora, realizando un viaje supuestamente “privado” pero gastando casi medio millón de dólares de fondos públicos, Milei fue a postularse como el líder de la actual “ultraderecha” mundial.
La “internacional” de la ultraderecha
Una cumbre de neonazis, xenófobos, misóginos y homofóbicos se dio cita en el Palacio Vistalegre, en las afueras de Madrid para la Viva24. No faltaba nadie. Repasemos: estaba el dueño de casa Santiago Abascal, de Vox, que reivindica el franquismo y sus crímenes; Marine Le Pen, la ultraderechista francesa, del Frente Nacional, partido que niega el genocidio de los nazis, reivindica la república colaboracionista de Vichy y ha llegado a contraponer a Juana de Arco contra la revolución francesa; José Antonio Kast, el chileno que admira y elogia la dictadura de Pinochet y la italiana Georgia Meloni, del partido descendiente directo de los fascistas de Mussolini. Mandaron mensajes grabados el mandatario ultraderechista de Hungría, Viktor Orban, y ex primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki ; No podían faltar, por supuesto, los representantes de Trump y Netanyahu. Así estuvieron e hicieron uso de la palabra Roger Severino, vicepresidente de la Heritage Foundation que pronosticó el triunfo del candidato republicano en las próximas elecciones yanquis, y Amichai Chikli, ministro del estado sionista para la “diáspora”.
Milei realizó un discurso más largo que el del propio Abascal. El líder de La Libertad Avanza se jactó de haber sumido al pueblo trabajador argentino en el hambre y la miseria, mientras los 15.000 ultraderechistas presentes lo ovacionaban: “Ya estamos a cinco meses de que asumí y estamos cumpliendo a rajatabla la promesa que le hicimos a los argentinos…hemos hecho el ajuste más grande de la historia y para el espanto del zurderío, la gente nos sigue apoyando”, dijo Milei, negando la existencia de las multitudinarias protestas y paros que debe enfrentar día a día.
El centro de su alocución fue una serie de insultos reiterados a todo lo que fuera izquierda o socialismo: “abrirle la puerta al socialismo es abrirle la puerta a la muerte”, “¡Basta de socialismo, basta de hambre, basta de miseria!”, “nuestras ideas merecen ser defendidas del maldito y cancerígero socialismo”.
Milei hizo una vez la clásica amalgama de meter bajo el manto de “socialismo” a todo lo que se ocurra, lo que le permite beneficiarse del descrédito de innumerables gobiernos capitalistas que realizaron ajustes contra sus propios pueblos, o que fueron acusados de casos de corrupción. Justamente su mención al respecto del actual gobierno del estado español (citando el caso de corrupción en que aparece involucrada la esposa del actual mandatorio, Pedro Sánchez, del Psoe) fue la que terminó desatando una crisis diplomática, con exigencias de pedidos de disculpas a Milei.
En relación a esto último, no vamos a defender a Pedro Sánchez de su desprestigio, consecuencia de sus propias políticas de ajuste contra el pueblo trabajador, y desesperado por ello de perder votos contra la derecha ante las próximas elecciones europeas. Los centroizquierdistas españoles son los principales responsables de que crezca el huevo de la serpiente de la ultraderecha. Se trata de una responsabilidad similar de la que tiene el peronismo en nuestro país, donde su gobierno ajustador y pro-FMI llevó a que terminara en el poder el actual presidente ultraderechista.
Lo que sí tenemos que resaltar es la importancia de lo sucedido en Madrid: fue una auténtica reunión de la internacional “negra” de la ultraderecha, con un lugar protagónico central para el presidente argentino. Eso es lo que repudiamos. Los distintos políticos patronales argentinos de oposición que se horrorizaron ante el escándalo diplomático ocasionado por el actual presidente, no resaltaron lo verdaderamente importante: la confirmación política e ideológica del ultraderechismo de Milei y su gobierno, lo que lo ubica en un lugar de guerra abierta contra el pueblo trabajador, las mujeres, las disidencias sexo-genéricas y cualquier otro grupo que haya ganado derechos con sus luchas.
En la reunión Viva24, Milei no fue el único orador en representación del gobierno argentino. También lo hizo el secretario de Culto, Francisco Sánchez. En un discurso cavernícola, Sánchez cuestionó las leyes de legalización del aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo y hasta la ley del divorcio dictada durante el gobierno de Alfonsín. Afirmó que la ESI tiene como objetivo “pervertir a los niños” y llamó a volver a los valores de ….España en 1492. ¡Sí, a la época de Colón y la inquisición!
Más que nunca, hay que movilizarse para enfrentar a este gobierno ultraderechista
Si a alguien le quedaba alguna duda de cuál es la ubicación ideológica del gobierno de Milei, lo sucedido en el Estado Español la despeja. Vienen por todo, por el trabajo, por el salario, por la comida, por cada uno de los derechos del pueblo trabajador. Por cada una de las conquistas del movimiento de mujeres y disidencias, por la educación y la salud pública, por los ferrocarriles, por cada una de las empresas públicas, por las jubilaciones. Es necesario seguir la pelea que ya tuvo varios capítulos, desde el paro de enero hasta el de mayo, o de movilizaciones gigantescas como la del 8 y 24M o del 23A. Ahora se impone movilizarnos masivamente el día que se trate en el Senado la ley Bases, a la vez que seguimos reclamando la necesidad de un nuevo paro general, de 36 horas en el marco de un plan de lucha. Al mismo tiempo, al programa de la ultraderecha le tenemos que oponer otra salida, la que venimos planteando desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad: un plan económico alternativo, obrero y popular, que arranque por dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI para poner toda la plata al servicio de resolver las más urgentes necesidades populares. Y sobre todo, un gobierno distinto, de las y los trabajadores y la izquierda, en camino a un verdadero socialismo, que es la más plena democracia para el pueblo trabajador.