Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
28/06/2024. Junio no es el mes del orgullo capitalista, lo que se conmemora es la primera revuelta por parte de personas sexo y género disidentes registrada en la historia moderna, ocurrida el 28 de Junio de 1969 en el bar Stonewall Inn en Nueva York.
Más de medio siglo pasó de aquella revuelta emblemática que marcó el camino de la lucha y emprendimientos de las disidencias sexoafectivas y de género en el mundo. Si bien hubo protestas y movimientos de las disidencias que realizaban acciones por la liberación sexual e identitaria por la dignidad, aquellas noches de enfrentamientos con la policía contra la represión y la persecución marcaron un antes y después para el movimiento de las disidencias, por su violencia.
Hoy en día seguimos peleando por el pleno reconocimiento de nuestros derechos. En decenas de países las disidencias seguimos siendo condenadas a muerte, perseguidas, marcadas, encarceladas, apedreadas, reprimidas, desterradas. En muchos otros seguimos dando la pelea por el reconocimiento de nuestras identidades, e incluso por el derecho a poder casarnos con nuestras parejas sin importar su género o sexo biológico. Seguimos luchando por el acceso a salud, educación, vivienda y a un trabajo digno, como así también a la pelea por una compensación de reparación histórica para quienes sufren hace años la marginación del Estado. Tenemos el desafío de defender nuestros derechos ya conquistados de los embates reaccionarios de los gobiernos de derecha como los de Milei en Argentina o Meloni en Italia. Incluso estar a la ofensiva contra los retrocesos reaccionarios como en Perú, donde se declaró recientemente con el gobierno golpista de Dina Boluarte que las personas trans eran consideradas enfermas mentales y ante el repudio internacional tuvieron que dar marcha atrás.
Damos la pelea cotidiana contra los ataques de odio que nos dejan cicatrices en los cuerpos y en nuestras psiquis, o peor aún, que nos matan. Ataques envalentonados por discursos de odio que se moldean e instalan al calor de las crisis políticas y económicas de los países capitalistas, y son levantados por los sectores más reaccionarios como Vox en el Estado español, Putin en Rusia con sus campos de conversión; en la dictadura capitalista China, que de socialista tiene nada, donde se persigue y condena a las disidencias, al igual que en los países más reaccionarios de Medio Oriente.
Pero además nos toca desenmascarar, año a año, las pomposas campañas de las multinacionales y gobiernos progresistas con su “pinkwashing” y el “capitalismo arcoíris”. Donde empresas multimillonarias, como así también algunos gobiernos progresistas, se montan en un arcoíris falso que desaparece luego del mes del Orgullo para lograr empalmar a favor de sus ganancias y rédito político con el colectivo de las disidencias. Constantemente repudiamos y denunciamos estas campañas de la doble moral, donde mientras niegan derechos y ajustan con sus políticas, las disidencias junto a las mujeres somos las más golpeadas y marginadas. Un claro ejemplo de esto son los mega eventos y campañas publicitarias virales oportunas de empresas de ropa deportiva como Nike, Calvin Klein, entre otras, u organismos deportivos que nada hacen contra la discriminación y la violencia de género en el deporte como la FIFA. Incluso corporaciones cómplices de los ajustes de decenas de países como BlackRock y la lavada de cara arcoíris en el mes del orgullo. Se suman las banderas de arcoíris de cartón que levantan los gobiernos como el de Israel que se regodea de ser el país más “gayfriendly” de la región, mientras persigue y ataca las gays y lesbianas palestinas en Israel y masacra a miles de palestinas y palestinos en Gaza y avanza violentamente con sus colonos sobre territorio palestino en Cisjordania.
Por eso, en este nuevo aniversario, no vamos a parar de denunciar a este sistema capitalista y patriarcal que nos explota y oprime con las políticas de ajuste y miseria de sus gobiernos, más a la derecha o más a la izquierda. Desde las disidencias de la UIT-CI queremos llamar a organizarse a todes con nosotres, para profundizar la pelea contra el estado sionista de Israel y por una Palestina libre, como lo hacen miles de jóvenes en el mundo con las acampadas estudiantiles; para dar batalla contra los discursos de odio que se materializan en ataques hacia nuestras identidades; enfrentar el ajuste de los gobiernos e impulsar las movilizaciones de la clase trabajadora, las juventudes, mujeres y disidencias por un mundo socialista, donde vivamos plenamente en una real libertad.