Escribe Partido de la Democracia Obrera, sección de la UIT-CI en Turquía
28/03/2025. Las movilizaciones masivas, desencadenadas por las operaciones de detención, arresto, represión e intervención iniciadas por el régimen del Erdoğan contra Ekrem İmamoğlu, la Municipalidad Metropolitana de Estambul (İBB), los municipios de Şişli y Beylikdüzü y más de un centenar de personas en la mañana del 19 de marzo de 2025, siguen creciendo desde hace una semana.
Las protestas, inicialmente motivadas por la privación del derecho a elegir y ser elegido, han unido rápidamente la indignación acumulada debido a las políticas continuas de represión del régimen, la restricción generalizada de derechos democráticos y libertades en todos los ámbitos, la falta de perspectivas futuras y el empobrecimiento agravado por la crisis económica.
Desde el principio, los estudiantes universitarios han asumido un rol protagónico, impulsando las movilizaciones con el boicot académico organizado en numerosas universidades. Cientos de miles de personas en muchas ciudades, plazas y barrios, especialmente en Estambul, Ankara e Izmir, siguen llenando las calles para defender sus derechos y libertades democráticas.
Represión, detenciones y violencia contra las movilizaciones
Ante estas protestas, el régimen represivo continúa empleando su método habitual, intentando intimidar a las masas con el uso desproporcionado de la fuerza policial, gases lacrimógenos y balas de goma, y creando un clima de terror con operaciones de detención al amanecer. Erdoğan, al acusar a quienes protestan en defensa de sus derechos democráticos de «crear terrorismo en las calles», había facilitado esta represión masiva.
Aunque esta represión comenzó como un intento específico para intimidar al movimiento estudiantil, también se dirige ahora contra periodistas, sindicalistas y compañeros de lucha de diversos partidos socialistas. La dirección del sindicato de educación, Eğitim-Sen, que decidió realizar una huelga de un día en apoyo al boicot académico, así como sus trabajadores, están siendo objeto directo de ataques por parte del régimen.
El régimen de Erdoğan busca eliminar la libertad de reunión y manifestación, restringiendo además el derecho del pueblo trabajador a informarse. En este contexto, numerosos periodistas han sido detenidos, varias cuentas de medios independientes en redes sociales bloqueadas, y los medios que intentan cubrir los eventos desde las plazas son amenazados por el RTÜK (Consejo Superior de Radio y Televisión).
El régimen no tolera siquiera la “d” de democracia ni la “l” de libertades. El objetivo detrás de esta violencia y detenciones es frustrar las movilizaciones que han alterado sus planes. La operación contra İmamoğlu y la intervención contra la İBB fueron frenadas precisamente gracias a estas movilizaciones. Sin embargo, estos intentos ilegales de intimidar no logran frenar la determinación y rabia popular contra el régimen.
Las masas y los límites del liderazgo del CHP
La dirección del CHP, que inicialmente evitó dirigir claramente a las masas en las protestas, intenta ahora controlar las movilizaciones mediante convocatorias diarias en Saraçhane, especialmente frente a la presión creada por la lucha pionera de los estudiantes universitarios. El CHP, cuyo carácter de clase lo lleva a evitar cualquier movilización que escape de su control, ha recurrido a varias tácticas. Primero, intentó canalizar las protestas hacia las urnas del 23 de marzo destinadas a elegir al próximo candidato presidencial. Aunque esta llamada tuvo un apoyo significativo, la dirección del CHP evita conscientemente ofrecer una línea de lucha real de ruptura con el régimen.
Más aún, dada la magnitud de la represión y la fuerza de las movilizaciones, el CHP ha evitado incluso formular demandas urgentes concretas, como exigir claramente la «inmediata liberación de İmamoğlu». Tampoco ha organizado una defensa efectiva frente a la intervención de fideicomiso (kayyum) en el Municipio de Şişli. Además, tergiversó la demanda estudiantil de una huelga general, que invoca el poder productivo de los sindicatos y trabajadores, proponiendo en cambio una vaga «huelga de consumo».
Estas posturas políticas, junto al discurso de despedida de Özgür Özel el 25 de marzo en Saraçhane, muestran claramente que la dirección del CHP prefiere contener la lucha en lugar de impulsarla, permanecer dentro del orden existente en lugar de romper con él, defendiendo así los intereses del aparato partidario y de su estrato social dirigente, no los de los trabajadores, jóvenes, mujeres, personas LGBTI+, pueblo kurdo y sectores oprimidos.
La actitud política de esta oposición dentro del sistema no es sorprendente para nosotros. Pero más importante aún es que la determinación y claridad de las masas en lucha superan ampliamente la del liderazgo del CHP. Sin embargo, somos conscientes de que la dirección política del movimiento se centraliza actualmente en el CHP. Por ello, hacemos un llamado a esta dirección para que continúe la movilización hasta la liberación de todos los presos políticos, incluido İmamoğlu, preparando un plan de acción real y efectivo que fuerce al régimen a retroceder. Esto sólo puede lograrse mediante el uso del poder productivo de la clase trabajadora, no con campañas simbólicas. Invitamos también a las masas que apoyan políticamente al CHP a ejercer presión en esta dirección.
¡Nuestra fuerza proviene de la producción, ya no tenemos fuerza para consumir!
La ausencia de una alternativa independiente del régimen y de la oposición tradicional, capaz de unir demandas democráticas, económicas y sociales para romper con el régimen represivo, sigue siendo decisiva. Como Partido de la Democracia Obrera, hemos llamado desde hace tiempo a esta alternativa «Alianza de los Trabajadores». Una alianza que une la movilización democrática con la lucha económica por salarios y condiciones dignas.
Este camino requiere construir demandas y herramientas de lucha concretas que respondan y eleven las expectativas actuales de las masas, rechazando propuestas pasivas como el «boicot al consumo», especialmente cuando los trabajadores enfrentan pobreza y salarios cada vez más insuficientes. Esto implica avanzar y no contener las movilizaciones estudiantiles y populares.
Además, esto requiere proponer una línea de lucha a los trabajadores que ya no tienen poder de consumo, lo que aumentará la presión sobre sus sindicatos para que utilicen su poder de producción. Requiere actuar para que la dirección de Türk-İş deje de esconder la cabeza bajo el ala, para que DİSK vaya más allá de las declaraciones simbólicas y para que todos los sindicatos obreros y de trabajadores públicos formulen un plan de acción en defensa de los derechos democráticos y sociales. Con este fin, hacemos un llamado a los delegados y representantes sindicales, especialmente de Türk-İş, DİSK y KESK, a convocar reuniones de base y un encuentro nacional de lucha, a presionar a sus sindicatos y confederaciones para elaborar un programa de acción y a movilizarse para utilizar su poder productivo.
¡Ningún derecho democrático está garantizado bajo este régimen! Por ello, las movilizaciones deben crecer hasta lograr una ruptura real con el régimen del Hombre Único de Erdoğan.
Los comités de boicot creados por los estudiantes universitarios para organizar el boicot académico son una señal para asegurar la continuidad de la movilización y crear las herramientas necesarias para sostenerla. Del mismo modo, en muchos barrios del país, la población trabajadora continúa saliendo cada noche a las calles para reclamar sus derechos. ¡Fortalezcamos nuestra autoorganización en los lugares de trabajo, en los barrios y en las universidades para mantener viva la lucha contra el régimen y el colapso económico!
Esta movilización llama a los partidos socialistas, organizaciones populares democráticas, sindicatos, colegios profesionales y sectores combativos a discutir y consensuar un programa de acción y a construir una alternativa nacional a las movilizaciones. ¡Porque la solución está en la lucha unitaria, la solución está en la Alianza de los Trabajadores!
¡No a la usurpación del derecho a elegir y ser elegido, ni al ataque contra la libertad de reunión y manifestación!
¡Basta ya de represión, violencia, detenciones y encarcelamientos! ¡Fin inmediato de las detenciones! ¡Libertad inmediata a los presos políticos!
¡Fin inmediato del régimen de fideicomiso en los municipios, universidades y en todo el país!
¡A la lucha y a la movilización por nuestros derechos democráticos, económicos y sociales!
Partido de la Democracia Obrera
27 de marzo de 2025