Apr 29, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional Izquierda Socialista/FIT

Ante la debacle de Macri es lógico que sectores de trabajadores se pregunten o directamente afirmen que “antes estábamos bien”. ¿Es cierto que estaban bien con Cristina? ¿Es cierto que en caso de ser gobierno, el peronismo kirchnerista va a terminar con los males de Macri?

El impacto de los actuales tarifazos, el robo salarial o el pacto mafioso con el FMI han llevado a que se compare a este gobierno con el anterior. Quienes recuerdan la implementación de la asignación por hijo, las jubilaciones para las amas de casa o el crecimiento parcial del consumo popular en los doce años del gobierno anterior se hacen legítimamente ese interrogante.

Desde Izquierda Socialista reconocemos que bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se dieron algunas concesiones y se lograron conquistas populares importantes, aunque parciales. Pero consideramos que esto se debió, en primer lugar, a que el gobierno estuvo obligado a otorgarlas para intentar apagar las cenizas del Argentinazo. Por ejemplo, si por muchos años el transporte o las tarifas de la luz o el gas no subieron en Capital y provincia de Buenos Aires, fue por la rebelión de 2001 al grito de “que se vayan todos”, no fruto de un gobierno “nacional y popular” que, además, siempre se negó a reestatizar esas empresas privatizadas.

A su vez, esas conquistas parciales fueron arrancadas por grandes luchas. También se dieron porque había plata por una coyuntura económica favorable para la Argentina por los altos precios de las materias primas, en especial la soja.

Los trabajadores no la pasaron bien con el gobierno anterior

Los docentes tuvieron que hacer grandes huelgas para defender su salario y la educación pública (ver columna). Lo mismo vale para el conjunto de los trabajadores. En las paritarias el gobierno kirchnerista alentó junto con las patronales los techos salariales y aumentos a la baja. El propio Kicillof se negó varias veces a homologar aumentos superiores al techo salarial.

En el gobierno anterior hubo varios paros generales a los que Cristina tildó de “golpistas” y “destituyentes”. Paros que no fueron solo contra el impuesto a las ganancias sobre el salario, como dicen ahora algunos sectores kirchneristas, sino por la situación más general de pérdida del poder adquisitivo y del nivel de vida.

Siempre el kirchnerismo tapó esto. En 2007 intervino el Indec con la patota de Guillermo Moreno para encubrir los datos sociales que ya estaban en decadencia. Aníbal Fernández llegó a decir que en la Argentina “había menos pobres que en Alemania”. Y los puestos de trabajo que se lograron en la gran mayoría fueron precarizados, subiendo el empleo en negro a 42%.

Recordemos cuando la propia Cristina Kirchner vetó el 82% móvil a los jubilados mientras usaba la plata de la Anses para dar créditos a las multinacionales, como General Motors, o directamente para pagar la deuda externa en desmedro del gasto social.

Quienes sí hicieron grandes ganancias con el kirchnerismo fueron los bancos, las mineras como la Barrick, las petroleras como Repsol, los grandes empresarios y los pools de siembra. También Lázaro Báez, Cristóbal López y compañía, a quienes se los llamó “empresarios nacionales”. Hasta la misma Cristina reconoció que a la plata “se la llevan en pala”. Lo mismo pasó con los usureros internacionales, que embolsaron 200.000 millones de dólares por los pagos de la deuda.

El kirchnerismo perdió las elecciones porque no aplicó medidas de fondo

El kirchnerismo terminó perdiendo las elecciones llegándose al extremo de que importantes sectores populares votaran a la centroderecha de Macri. Esto fue culpa del gobierno anterior, no de las masas como alegan sectores kirchneristas. Intentan ocultar que el “voto castigo” al candidato de Cristina Daniel Scioli, fue por la continuidad de la pobreza, los bajos salarios, la inflación y la corrupción, no por un giro a la derecha.

La derrota kirchnerista obedeció a que en su gobierno nunca se combatieron los males del capitalismo. La frase pregonada por Cristina, “si les va bien a los empresarios les va a ir bien a los trabajadores” se reveló como una gran trampa. Esa fue la estrategia del kirchnerismo, no “combatir a las corporaciones” o “redistribuir la riqueza” como decía.

Nunca el kirchnerismo tocó los intereses de los grandes grupos económicos. La estructura capitalista semicolonial se mantuvo intacta, lo mismo que la extranjerización y concentración de la economía que venían de décadas pasadas. Se mantuvieron las privatizaciones, nunca el kirchnerismo estatizó 100% a YPF ni nacionalizó el petróleo y el gas. Tampoco los ferrocarriles, las empresas de electricidad, los teléfonos y otros sectores estratégicos. Y pagó puntualmente la deuda externa, con el falso argumento de que nos estábamos desendeudando.

Es decir, el gobierno peronistakirchnerista usó enormes recursos para subsidiar millonariamente a las empresas privatizadas y esencialmente para pagar la deuda externa, no para combatir los graves problemas estructurales.

¿Qué pasará si gana el kirchnerismo?

Los compañeros que afirman que “antes estábamos mejor” podrán creer que con un futuro gobierno peronista kirchnerista se podrán revertir el hambre, la pobreza, el desempleo o sacar al país adelante. Pero les decimos que le pregunten a los propios candidatos K qué medidas van a tomar si son gobierno. ¿Van a dejar de pagar la deuda? Kicillof dice que no. ¿Van a desconocer el pacto con el FMI? Agustín Rossi también dijo que no. ¿Cómo van a aumentar los salarios, las jubilaciones o dar trabajo genuino si no se deja de pagar la deuda y no se toca a los de arriba? ¿Cómo van a  combatir los males que profundizó Macri si no van a reestatizar las privatizadas o nacionalizar la banca y el comercio exterior? Es imposible entonces que el kirchnerismo sea alternativa para el pueblo trabajador.

No alcanza con despotricar contra Macri, sino que hay que postular medidas de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores, como planteamos desde la izquierda.

Llamamos a debatir sobre cuál debe ser la salida para combatir el caos social de Macri y el FMI, si es lo que propone el peronismo kirchnerista o la que levantamos desde el Frente de Izquierda. 


Frase célebre: “Los docentes son vagos”

Cristina siempre culpó a los maestros del desastre educativo. Al mejor estilo Vidal, varias veces dijo:“tienen tres meses de vacaciones, trabajan cuatro horas y no se capacitan”. También sostuvo que la educación privada crece por los paros docentes, cuando las estadísticas oficiales lo desmienten. Neuquén, por ejemplo, es la provincia donde más paros hubo en defensa de la educación y tiene 90% de la matrícula pública, la más alta del país.

Esto fue para encubrir que el gobierno financió a las empresas privadas de la educación y a las iglesias que están en el negocio financiado por el Estado y compiten con la escuela pública. La provincia de Buenos Aires, con el gobernador Scioli, llegó a tener el 45% de la matrícula privada, casi alcanzando a Chile, el paradigma de la privatización. Cristina dijo que su gobierno es el que más invirtió en educación. Una gran mentira, porque desde los años ´90 el financiamiento está centralmente en manos de las provincias. El presupuesto nacional fue siempre mínimo (5% promedio, lejos del 25% recomendado por la Unesco). Y el estado de las escuelas públicas fue deplorable, igual que ahora, siendo los docentes junto con los padres quienes las pintan, las arreglan y compran los vidrios.

El nivel educativo y la escuela pública cayeron en picada en la era K mientras avanzaron la privatización y los ataques a los salarios y a los derechos de los docentes. Nada para rescatar.


CFK y el derecho al aborto

La actual senadora -que apoyó la media sanción del aborto legal diciendo que la convencieron “las miles y miles de chicas que se volcaron a las calles”- negó ese derecho fundamental para las mujeres cuando fue gobierno.

Cristina dice que “amplió los derechos”. Pero no puede explicar por qué, teniendo amplia mayoría en ambas Cámaras, nunca aprobó la ley que presentó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en cinco oportunidades durante su gobierno. ¿Cuántas muertes se hubieran evitado en caso de haber existido el aborto legal?

Escribe Juan Carlos Giordano Diputado nacional Izquierda Socialista/FIT

El nuevo pacto con el FMI no es solo más ajuste para el pueblo trabajador sino también más entrega, sometimiento y dependencia. Un avance en la colonización del país. La Argentina va a ser obligada a entregar todo el esfuerzo de millones de trabajadores para pagar una deuda perpetua que desangra a las presentes generaciones e hipoteca a las futuras. Hay que repudiar este pacto y seguir luchando por el no pago de la deuda y la segunda independencia.

Que la titular del FMI Christine Lagarde se haya dirigido desde Estados Unidos en conferencia de prensa junto al rastrero ministro de Economía, Nicolás Dujovne, hablando en otro idioma para anunciar el nuevo acuerdo con la Argentina, muestra a las claras el grado de sometimiento al que nos está llevando el gobierno de Macri con estos representantes de organismos internacionales explotadores y chupasangre. Muchos dijeron “Lagarde oficia de presidenta de los argentinos”. Si a esto le sumamos que Macri bailó la noche anterior en Nueva York con la vicedirectora ejecutiva de la fundación imperialista Atlantic Council en medio del brutal ajuste y de un nuevo paro general, confirma que este gobierno se abraza a los usureros y desprecia a millones de trabajadores.
Macri pasó a ser un títere directo del FMI y representante de los capitales extranjeros, las multinacionales, bancos y países imperialistas para aplicar un plan de ajuste y saqueo jamás visto.

Lagarde y Dujovne dijeron que el acuerdo “es para proteger a los más vulnerables”. ¿Se puede ser tan cínico e hipócrita? Al otro día Macri tuvo que reconocer que volvió a aumentar la pobreza (a casi 50% en provincias como Santiago del Estero). Ya antes había subido la desocupación (en la Argentina hay 7 millones de personas con problemas de empleo) y al mismo tiempo que crece el ajuste, aumentan minuto a minuto los fondos que se van del país para pagar una deuda externa usurera, ilegítima y fraudulenta. Y como esa deuda sideral corre el riesgo de que en algún momento la Argentina no la pueda pagar, el FMI presta plata para garantizar esos pagos, no para salud, trabajo o reactivar la economía. Esa es la pura realidad.

El único objetivo del acuerdo es garantizar plata para los especuladores y traficantes con el dólar, pagos de la deuda y apuntalar a un gobierno para las elecciones. Los adelantos de los desembolsos para 2018 y 2019 previstos originariamente para años venideros tienen ese objetivo.
Está en juego la “gobernabilidad” de Macri y también el “prestigio” del FMI y Lagarde, quien se postula para presidir el Banco Central Europeo y ser presidenciable en Francia. Donald Trump también apoyó el préstamo. Saben que una crisis mayor en la Argentina puede ser un efecto contagio hacia otros países que se están rebelando contra los dictados del FMI. Brasil está en una crisis terminal, Nicaragua se sublevó contra el robo jubilatorio del FMI aplicado por el sandinista Ortega, en Haití pasó lo mismo. También en la “estable” Jordania. Y Costa Rica está en huelga general contra las recetas fondomonetaristas.

Ningún país del mundo salió adelante con los ajustes del FMI. Al revés, donde se aplicaron hubo tarifazos, robo salarial y pagos de la deuda y duras respuestas de lucha obreras y populares. El “déficit cero” de Macri-Lagarde es la vieja cantinela para atacar con salvajes planes de ajuste a los pueblos del mundo, de los que no se salva nadie. Grecia fue hipotecada hasta 2060 con ajustes brutales, endeudamiento serial y “cambios estructurales” que atacan viejas conquistas obreras.

No pago y segunda independencia

El capitalismo imperialista en su fase terminal es solo hambre, pobreza, explotación y nuevas cadenas de opresión sobre países como el nuestro que, de la mano de Macri, nos está llevando a un mayor sometimiento, caos social y nuevas crisis económicas que se las endosarán al pueblo trabajador si no se le para la mano.

Macri no hace más que seguir adelante lo que ya hicieron otros gobiernos, como el peronista de Menem (apoyado por el kirchnerismo), con la famosa frase “relaciones carnales” con el imperialismo. La Argentina en los años ‘90 perdió todo el patrimonio nacional con el remate de las estratégicas empresas del Estado mientras la deuda creció al doble. Luego vino más ajuste en 2001. En los doce años kirchneristas se siguió pagando la deuda externa y nunca se recuperaron las privatizadas. Y ahora se vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca con Macri.
Izquierda Socialista propone desconocer este nuevo pacto con el FMI, el no pago de la deuda, pelear por la segunda independencia y un frente de países deudores latinoamericanos. Y lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo que nos libere de las cadenas coloniales capitalistas en camino al socialismo, tomando otras medidas de fondo como la nacionalización de la banca y la reestatización de las privatizadas. En pleno siglo XXI es una de las grandes tareas de nuestro pueblo.

Mientras damos esta pelea, llamamos a los trabajadores y al pueblo a enfrentar este nuevo pacto de ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores exigiendo el nuevo paro de 48 horas para derrotarlo ahora y no esperar a 2019 como plantea el peronismo, incluido el kirchnerismo.

Escribe Juan Carlos Giordano Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

Faltan pocos días para el nuevo paro de la CGT del próximo martes 25. La CTA Yasky y Micheli convocan a una marcha a Plaza de Mayo el lunes 24 y al paro de 36 horas. El sindicalismo combativo lo viene exigiendo desde el masivo paro general anterior. La CGT debe llamar al paro de 36 horas y a marchar a la plaza para lograr una masiva movilización unitaria contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Y para que sea el inicio de un plan de lucha nacional e imponer medidas de emergencia al servicio del pueblo trabajador.

La devaluación es una brutal pérdida de salarios y jubilaciones. El aumento del dólar del 100% en lo que va del año ya se fue trasladando en gran parte a los alimentos, bebidas, tarifas públicas, naftas y el transporte. 
Los propios dirigentes de la CGT -que estuvieron obligados a convocar al paro fruto de la bronca popular y el crecimiento de las luchas- reconocen el terrible deterioro salarial. Carlos Acuña, del triunvirato, dijo: “Los trabajadores perdimos en 2016 más del 10% del poder adquisitivo, al año siguiente se perdió otro 6 o 7% y este año tenemos a la vista un 42% de inflación con un 15, 20 o 25% de aumento salarial” (Clarín, 10/09). ¡Esta pérdida es plata que fue a parar directamente al bolsillo de las patronales! 
A su vez, se dio a conocer que durante el primer semestre del año hubo 106.000 pérdidas de empleos registrados. La pregunta sería, tanto para Acuña como para toda la CGT: ¿por qué si hubo un tremendo robo salarial y miles de despidos nunca delinearon un plan de lucha para evitarlo? ¡Es lo que hay que hacer ahora!
Estos dirigentes han dicho que después del paro del 25 reactivarían las cláusulas firmadas que permiten recomponer en parte los salarios. Es que ninguna paritaria ha logrado lo que conquistaron los docentes de ATEN Neuquén, es decir, la indexación salarial trimestral de acuerdo al real costo de vida. ¡Si la inflación va a ser del 42% hay que reclamar un inmediato aumento salarial de emergencia y que se llegue a ese porcentaje de aumento para todos los trabajadores! Ese tiene que ser uno de los reclamos centrales del paro general, además de que se prohíban los despidos, se anulen los tarifazos y que la plata que se va para la deuda se destine a salario, trabajo, salud, educación y vivienda.

Paro general por salario, no pago de la deuda y plan de lucha
Llamamos a hacer asambleas, plenarios de delegados y todo tipo de iniciativas y reuniones de activistas para impulsar la marcha y el paro del 24 y el 25. Hay que marchar masivamente el 24 a Plaza de Mayo con la CTA y exigir que la CGT se sume y llame a parar desde ese día para que el paro sea de 36 horas con movilización del conjunto del movimiento obrero. Esto es lo que hay que reclamar. Por su parte, Camioneros y el Smata han constituido el “Frente Sindical por el Modelo Nacional” que hará un acto el 20 de septiembre en el microestadio de Ferro en vista a las peleas internas en la CGT. ¡Tienen que poner ese plenario al servicio de impulsar la movilización del 24 y exigir a la CGT el paro de 36 horas! La Bancaria también tendría que llamar a esas acciones y sumarse a esa exigencia. Necesitamos la más amplia unidad de todos los trabajadores para derrotar el ajuste. 
Un informe de la CTA Autónoma da cuenta que entre los meses de abril a junio hubo 462 acciones directas, un 29% mayor que el año pasado. Estamos ante una rebelión docente-estudiantil con tomas de facultades. Se movilizan los estatales, los trabajadores del Astillero Río Santiago y miles de docentes vuelven a un paro nacional esta semana. Hubo una marcha de las CGT en Córdoba y un paro de la CGT San Lorenzo. Marcharon los despedidos de Télam y venimos de movilizaciones de millones de mujeres por el aborto legal. ¡Hay que unificar toda esta bronca obrera y popular exigiendo el paro de 36 horas con movilización!
El sábado 15 se realizará el plenario sindical combativo en Capital para debatir cómo impulsar el paro de 36 horas levantando medidas de emergencia como parte de un plan económico alternativo obrero y popular (ver nota en estas páginas) y fundamentalmente que hay que continuarla con un plan de lucha nacional. Hay que aprobar en cada lugar de trabajo y facultad marchar el 24, parar por 36 horas y un plan de lucha CGT-CTA. ¡Todos contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores!

Escribe Juan Carlos Giordano Diputado nacional electo Izquierda Socialista-FIT

El brutal ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores no para. Cada día que pasa hay un nuevo golpe al bolsillo popular. Lo ratificaron Macri y Dujovne este lunes 3. Hay que derrotar el ajuste perpetuo y luchar para que se declare la emergencia social imponiendo medidas económicas para que la crisis la paguen los capitalistas, no el pueblo trabajador. El paro de 36 horas se tiene
que adelantar.

La brutal suba del dólar es otro mazazo al bolsillo popular. El peso se devaluó 100% desde enero y la inflación va a llegar al 42%, porcentaje que tenía escrito en un papel el propio Dujovne en la conferencia de prensa del lunes, aunque no lo mencionó. Pero sí reconoció que hay recesión y alta inflación, un verdadero desastre para el pueblo trabajador. El ministro Sica agregó que hay despidos en textil y metalmecámica y que los alimentos subieron un 50%. Y Macri confirmó que “con esta devaluación la pobreza va a aumentar”. O sea, nos están llevando a un desastre social reconocido por ellos mismos.


Mientras el dólar aumentó el doble, los salarios subieron solo el 15% en las paritarias. Las jubilaciones a 8.637 pesos y la asignación por hijo a 1.683 ya quedaron en la absoluta indigencia. Los medicamentos suben al ritmo de la moneda norteamericana, lo mismo que la luz, el gas y el resto de las tarifas públicas. Volvieron a aumentar las naftas, lo que generará nuevas subas en otros rubros. Está claro. El plan de Macri, el FMI y los gobernadores es para salvar a los usureros, multinacionales y grandes empresarios. Ajuste que también aplican los gobernadores peronistas como Alicia Kirchner, que ofreció el 2% a los docentes.
El gobierno quiere hacer creer que poniendo un impuesto insuficiente a las exportaciones el ajuste será “compartido” por ricos y pobres. Mentira total. El megaajuste lo viene sufriendo el pueblo trabajador desde hace años mientras se premió a las mineras y oligarcas. Si no le paramos la mano, va a ser mucho peor.
Por su parte, la plata que adelantaría el Fondo Monetario es para la timba financiera y para pagar más deuda externa. El mayor déficit son los pagos de la deuda, no lo que se destina a salud o educación. Ya quemaron para ello 20.000 millones de dólares de las reservas del Banco Central. Macri hunde a millones en la pobreza y reprime a los que luchan, como lo hizo con los trabajadores del astillero o los estatales de Agroindustria. ¡Hay que pararle la mano!

¡Medidas de emergencia y paro de 36 horas ya!
Grandes sectores populares empiezan a decir que esto no va más, que hay que pararle la mano al gobierno y a su ajuste. El peronismo critica, pero negocia el Presupuesto de ajuste de 2019 y sólo piensa en las elecciones. Desde el Frente de Izquierda planteamos lo opuesto, que hay que derrotar el ajuste ahora y tomar medidas de emergencia. Centralmente que se disponga un inmediato aumento salarial y jubilatorio que cubra la inflación de todo el año, indexado mensualmente, como lo lograron los docentes neuquinos con su heroica huelga. Y que se deje de pagar ya la deuda externa (ver plan alternativo).
Si estamos en una emergencia, los primeros que se tienen que salvar son los que producen, los trabajadores, no los capitalistas, bancos y privatizadas. Por eso luchamos por una salida de fondo, para que la crisis la paguen los de arriba. En pleno siglo XXI se siguen aplicando las mismas recetas de ajuste de hace décadas. Todos los gobiernos han ido por el mismo camino, por eso solo un gobierno de los trabajadores y el pueblo podrá terminar con tanta entrega y miseria planificada.
La CGT, acorralada por las luchas y la bronca popular, llamó a un nuevo paro para el 25 de septiembre. Y las CTA Yasky y Micheli convocaron a 36 horas comenzando con una movilización el 24 a Plaza de Mayo. Es un triunfo de la movilización haber obligado a estos dirigentes a convocar a esta medida. Es lo que vino planteando el sindicalismo combativo y la izquierda desde el exitoso paro anterior. Pero el paro debe ser ahora, no para dentro de un mes. Y que sea el inicio de un plan de lucha nacional. Héctor Daer ha dicho que la fecha no se mueve, transformando a la CGT en cómplice de los despidos y el robo salarial y jubilatorio de ahora en más.
Este lunes hubo una gran marcha de todas las reparticiones estatales donde se anunciaron la eliminación de los ministerios. Hubo otra marcha de los trabajadores del Astillero Río Santiago. Se movilizaron los docentes y la comunidad educativa en Moreno a un mes de la explosión. Los trabajadores de Ciencia y Tecnología abrazaron el Ministerio. La semana pasada se dio la histórica marcha federal educativa. Este miércoles marchan los despedidos de Télam.
Llamamos a apoyar las luchas y a que se adelante el paro de 36 horas por consignas bien claras: ¡Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores! ¡Plan de emergencia ya! Aumento de salarios y jubilaciones. ¡No al pago de la deuda externa! Plata para trabajo, salud, educación, no para el FMI y los usureros. Que la crisis la paguen los capitalistas.

Escribe Juan Carlos Giordano 
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

El fiscal federal Guillermo Marijuan pidió la declaración indagatoria de Rubén Sobrero. El dirigente ferroviario y de nuestro partido, Izquierda Socialista, había sido denunciado por “incitación a la violencia colectiva” y por “golpista y sedicioso” a través de Santiago Dupuy de Lome, un abogado vinculado a PRO.

Sobrero dijo en la jornada del paro general del pasado 25 de julio, “vamos a seguir empujando por las 36 horas y por un plan de lucha hasta que caiga el gobierno”, pero inmediatamente se retractó, aclarando “quise decir plan económico del gobierno”.
¿Sobrero es el “violento” y no los despidos, el robo salarial y el pacto mafioso con el FMI? ¿Sobrero es “golpista” por repudiar este ajuste que afecta a millones de trabajadores para beneficiar a los usureros y multinacionales? Es ridícula la acusación. Esto es un claro intento de perseguir a Sobrero y, en nombre de él, a los que luchan. Quieren con ello judicializar penalmente el legítimo derecho a la protesta y cercenar la libertad de expresión.

Acusan a Sobrero de “incitación a la violencia” porque dijo que hace falta un nuevo paro de 36 horas… ¿dónde está el delito? En ningún lado. 
Los verdaderos delincuentes son los banqueros mafiosos que se benefician con la timba financiera de este gobierno, no Sobrero. Los violentos son los empresarios que roban el salario a millones de trabajadores, no Sobrero. Este gobierno es el que despidió sin causa a 357 trabajadores de Télam, aplica brutales tarifazos y ha firmado un pacto con el FMI a espaldas del pueblo trabajador… ¿y el violento y golpista es Sobrero? La hipocresía es total.

Esta Justicia que protege a los delincuentes de guante blanco es la que quiere enjuiciar a un luchador. Lo mismo hizo el kirchnerismo cuando Aníbal Fernández acusó sin pruebas a Sobrero diciendo que el Pollo “quemaba trenes”. Una barbaridad. Esto demuestra que todos los gobiernos patronales embisten contra los que luchan porque les duele que, en este caso, Sobrero encabece un justo reclamo con el respaldo de miles de trabajadores que le dicen “vamos Pollo, seguí para adelante”.

El gobierno y la Justicia quieren usar los dichos de Sobrero -a pesar de que ya fueron aclarados-, para dar una señal de “dureza” contra los que enfrentan el ajuste. En Chubut se está acusando a los docentes y estatales que luchan por el salario de “desestabilizadores”, por eso fueron brutalmente reprimidos. En Télam despiden a trabajadores porque “no les da el perfil ideológico”, es decir, son despidos políticos. Por encabezar la huelga docente de Neuquén, que recientemente se ganó, se quiere expulsar de la Legislatura a la diputada Angélica Lagunas de Izquierda Socialista y secretaria general de ATEN Capital.

Este ataque contra Sobrero es también contra los que hicieron el gran paro general del 25 y los miles de dirigentes, delegados y luchadores que participaron en el plenario sindical combativo del pasado 23 de junio en Lanús, del cual Sobrero, como secretario general de la Unión Ferroviaria Oeste, junto a cuarenta sindicatos convocantes, es uno de sus principales impulsores.

Ya se han pronunciado los dirigentes del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño, Myriam Bregman y Nathalia Seligra (PTS) y Néstor Pitrola, Gabriel Solano y Romina del Plá (PO). Llamamos a todas las organizaciones sindicales, sociales, políticas, de derechos humanos y a personalidades a repudiar el intento de criminalizar a Sobrero por sus dichos, y a defender el derecho a la protesta, iniciando una gran campaña nacional en su defensa, que no es más que la defensa de todos los trabajadores y demás sectores populares que enfrentan el ajuste.

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