En medio de la segunda ola de la pandemia del covid-19 en la Ciudad de Buenos Aires se baten records de contagios y los hospitales ocupan casi la totalidad de las camas de terapia intensiva. En el marco de un masivo paro docente en la Ciudad encabezado por Ademys y otros gremios y en la Provincia por los SUTEBAS combativos, el gobierno de Fernández se vio obligado a anunciar el paso a virtualidad temporal, dejando en claro que aunque lo quieran esconder la presencialidad en las escuelas es un gran foco de contagios.
Por el otro lado, H. Larreta en la Ciudad dice que llevará a la justicia la medida de virtualidad en las escuelas, basándose en estadísticas manipuladas y falsas que ponen en peligro la vida de la comunidad educativa. Larreta dice preocuparse por que los niñxs estén en las escuelas, pero no dice nada de los miles que todos los años quedan sin vacantes en las escuelas.
Al respecto el legislador porteño Pablo Almeida declaró “Larreta directamente nos miente, niega la realidad que vemos todos los días. Las escuelas son focos de contagio, las escuelas no están en las condiciones sanitarias adecuadas, falta personal docente y auxiliar y esos protocolos perfectos de los que habla son inaplicables. Todo esto producto de la desinversión creciente en la educación pública. No lo decimos solo nosotros, lo dijo la docencia con el contundente paro de ayer.”
En este contexto el bloque del Frente de Izquierda-Unidad presentó un proyecto en la legislatura porteña para poner la capacidad productiva de la Ciudad para el combate de la pandemia.
“Nuestra propuesta es volcar a los laboratorios y la industria farmacéutica de la Ciudad a la producción masiva de vacunas y medicamentos contra el coronavirus. Proponemos utilizar la capacidad productiva de la Ciudad junto con las millones de dosis de la vacuna Astra-Zeneca que se producen en Garín que deberían quedar en el país. En nuestro proyecto también proponemos que se haga un aumento salarial de emergencia a las y los trabajadores de salud en primera línea de combate contra la pandemia. Necesitamos una vacunación masiva para lograr inmunizar a la población” declaró Pablo Almeida legislador por Izquierda Socialista en el FIT-U
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Legislador Pablo Almeida: 11-3377-0008 @palmei
Facebook: Pablo F. Almeida
Prensa: 1161934551
Escribe Pablo Almeida, legislador CABA, Izquierda Socialista/FIT Unidad
La ciudad de Buenos Aires tiene registros récord de contagios. Para hisoparse hay que hacer cuadras de colas. La atención en los hospitales públicos se encuentra colapsada y las obras sociales y prepagas advierten que tienen ocupadas casi la totalidad de las camas de terapia intensiva. En medio de ese colapso el Gobierno de la Ciudad sigue sin dar respuesta alguna a las necesidades populares. Larreta y sus ministros privilegian, una vez más, el marketing político y piensan en cómo posicionarse para las elecciones del segundo semestre.
La situación que se podía prever con los aumentos de casos de contagios de Covid-19 del último mes ha pegado un salto llevando a la ciudad a batir récords día tras día. Por poner solo un dato que seguramente quedará “viejo” en poco tiempo, el lunes 12 de abril en la ciudad se contabilizaron 3.185 casos solo entre los residentes de la ciudad. A diario, los medios de comunicación reflejan el estado, al borde del colapso, del sistema de salud, tanto en hospitales públicos como en obras sociales y prepagas.
Pero esta escalofriante situación no le mueve un pelo al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Todo lo contrario, su único afán es mostrarse más aperturista y menos restrictivo que el gobierno nacional. Lo hace basándose en la especulación electoral, ya que correctamente millones asocian las restricciones a la circulación con el padecimiento del encierro y sobre todo la imposibilidad de trabajar para quienes viven de changas o son cuentapropistas. Se asocia también con la realidad vivida en 2020 donde miles de trabajadores vieron reducidos sus salarios, fueron suspendidos o directamente despedidos. Y a su vez buscan dar una señal para que todas las patronales puedan seguir obligando a sus trabajadores a viajar en transportes atestados y a trabajar sin verdaderos protocolos exponiéndose a los contagios en un contexto de un sistema de salud colapsado.
Con esos objetivos en mente el gobierno de Larreta no ahorra esfuerzos en función de ocultar lo inocultable. Sus funcionarios repiten en cada ocasión que se les presenta una falsa visión de la realidad, como sucedió esta semana en la Legislatura de la Ciudad en las comisiones de Salud y de Educación. En esa visión, basada en estadísticas dibujadas y amañadas, repiten la máxima de la ministra de Salud nacional, Carla Vizzoti, que sostiene que en los lugares de trabajo y de estudio no se producen contagios. Y a esto le agregan que el sistema sanitario está lejos de colapsar.
Desde nuestra banca venimos desde principios de la pandemia denunciando al gobierno de Larreta por no haber tomado ninguna medida para cuidar la salud del pueblo trabajador que reside y a quienes a diario trabajan en la ciudad. A principios de año denunciamos también, junto con los distintos actores de la comunidad educativa, la irresponsable vuelta a la preespecialidad que impulsaba la ministra Acuña en sintonía con el ministro nacional Nicolás Trotta. Seguiremos por ese mismo camino peleando junto a quienes, como las y los docentes convocados por el combativo sindicato Ademys, enfrentan las medidas negacionistas y criminales del gobierno de Larreta.
El Frente de Izquierda Unidad realizó un acto frente al laboratorio mAbxience (grupo Insud-Pharma) de Hugo Sigman en Garín (Zabala 1040), provincia de Bs.As, donde se fabrica la vacuna para AstraZeneca. De la misma participaron diputados y dirigentes nacionales junto a su militancia, profesionales de la salud, personalidades, etcétera. Entre ellos estuvo el legislador porteño por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, Pablo Almeida.
Almeida destacó: “vinimos a denunciar cómo la ganancia de un empresario como Hugo Sigman esta por encima de la salud del pueblo trabajador. Acá se fabrican 24 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca por mes y absolutamente ninguna queda en Argentina o siquiera Latinoamerica, todas van a Estados Unidos”
“Hemos presentado un proyecto en la legislatura porteña para que en la Ciudad de Buenos Aires se trate este problema, para que insten al gobierno nacional a levantar las patentes de la vacuna contra el covid-19 para de esa manera comenzar un plan de vacunación masivo, aprovechando que somos uno de los países productores de vacunas” agregó el legislador porteño.
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Legislador Pablo Almeida: 11-3377-0008 @palmei
Facebook: Pablo F. Almeida
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Escribe Pablo Almeida, legislador porteño Izquierda Socialista/FIT Unidad
El gobierno de la CABA busca flexibilizar los protocolos para las clases presenciales en todos los niveles educativos. La ministra de Educación Soledad Acuña, un mes después de una apresurada vuelta a la presencialidad, vuelve a la carga con una de sus clásicas recorridas mediáticas intentando instalar en la agenda la posibilidad de producir cambios en los protocolos sanitarios en las escuelas.
Como correctamente denuncia el combativo gremio de la docencia porteña Ademys, con estadísticas amañadas, Acuña intenta voltear de un plumazo las medidas de cuidado que debieron ser adoptadas para adaptar la presencialidad a una infraestructura escolar que ya resultaba deficitaria antes de la pandemia.
La ministra declaró: “A nivel epidemiológico pudimos corroborar que las escuelas no son lugares donde el virus se propaga”. Así, sin ningún dato ni evidencia que la respalde, busca instalar la idea de que las y los estudiantes podrían concurrir a clases casi con normalidad.
Para el Gobierno de la Ciudad y su ministra la cifra de más de 1.200 contagios de integrantes de la comunidad escolar desde la vuelta a la presencialidad es una cifra despreciable. Tampoco entra en su radar el inocultable crecimiento de la curva de contagios a nivel general en la ciudad desde el inicio de las clases hasta hoy.
Cualquiera que no conozca a la ministra Acuña y al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta podría pensar que lo que sucede es simplemente una mala lectura de los datos y un intento genuino y honesto de avanzar con la normalización de la educación. Pero nada de esto es así. Lo que buscan es que las escuelas cumplan la función de guarderías donde madres y padres dejemos a nuestros hijos y que de esta forma nadie esté dispensado, total ni parcialmente, de realizar sus tareas laborales.
Responden de esta forma a un reclamo que todas las patronales del país vienen realizando hace meses.
Y buscan también seguir avanzando con el ajuste en la educación. Si los niños pueden volver a estar todos juntos en un aula, entonces, como irresponsablemente dijo la ministra, el Gobierno de la Ciudad no tiene que invertir en reformas edilicias ni en ampliación y mucho menos en la construcción de escuelas. Ni tiene que invertir en la cobertura de nuevos cargos docentes y de personal auxiliar.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, desde nuestra bancada en la Legislatura porteña, hacemos nuestra la pelea de la docencia junto a madres, padres y el conjunto de la comunidad educativa contra este nuevo atropello del Gobierno de la Ciudad.
“Presentamos un proyecto para que la legislatura porteña repudie los hechos sucedidos en la Escuela de Cerámica Nº1 el lunes 22 de febrero, cuando trabajadores del Ministerio de Educación fueron a hostigar al equipo docente” declaró el legislador por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, Pablo Almeida
En la Escuela de Cerámica Nº1, el día lunes 22 de febrero por la mañana, en horario escolar, el Sr. Claudio Messina, asesor de la Dirección de Educación Artística y reemplazante de la supervisora Alejandra Allevato, junto a la agente Maria Fernanda Forte, se presentaron por tercera vez consecutiva en la escuela de Cerámica Nº1 para hostigar a la conducción de la misma. El propósito fue reiterar a la conducción que debía aceptar la imposición de 100% de la concurrencia presencial de estudiantes y docentes a la institución a pesar de que ésta había manifestado por escrito que no existían condiciones edilicias según el protocolo de sanidad covid-19.
Los funcionarios recurrieron a todo tipo de artimañas como afirmar con violencia que “5 ó 7 chicos en el aula no les rinde”, ni importarles el riesgo que esto implica para la salud de la comunidad educativa. El Sr. Messina habría colocado su celular con fuerza en la oreja de la directora para forzarla a hablar con la Dra. Ada Rissetto, mientras los otros la seguían increpando. Los mismos atropellos, gritos y violencia, sufrió la psicóloga del establecimiento, Sra. Bárbara Orduch.
La conducción de la escuela había presentado un informe detallado de los metros cuadrados que cada aula posee, que son de 4x4 o sea 16 m2, lo que significa que no pueden permanecer más de 4 estudiantes y un docente. También comunicaron que el tipo de ventilación que tienen no es cruzada ya que son aulas que dan a un patio interno. El informe hizo una propuesta de funcionamiento para garantizar la salud del alumnado según las normas del propio protocolo del ministerio.
Pablo Almeida agregó “repudiamos este accionar violento de los empleados del Ministerio de Educación que quieren imponer la presencialidad del 100% a costa de la salud de estudiantes, docentes y familiares. Incluso pasando por arriba del protocolo que ellos mismos diseñaron. En este sentido hemos presentado un proyecto para que la Legislatura porteña también repudie el hecho y exija el cese inmediato de éstas prácticas”.
“Una vez más se muestra a las claras cual es la política del Gobierno de la Ciudad respecto a la presencialidad en las escuelas. Buscan imponer que todo el alumnado vuelva a las aulas y no les importa en lo más mínimo el riesgo de contagio como tampoco les importa vacunar a los y las docentes”.