Sep 03, 2024 Last Updated 11:24 PM, Sep 2, 2024

Por Prensa UIT-CI

Miles de personas se movilizaron este sábado en Barcelona, Estado español contra el aumento excesivo de las tarifas de electricidad, que por los manifestantes fue considerado como la “estafa de la luz”.

La marcha fue convocada por diversos colectivos y sindicatos como la Alianza contra la Pobreza Energética, el Sindicato de Inquilinos y la CGT.

En el Estado español se vienen produciendo aumentos constantes de la factura eléctrica. En el año se acumula un incremento de 570%.

El servicio eléctrico fue privatizado en el Estado español en el año 1997. El mercado está concentrado en 4 grandes empresas: Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP. Entre las 4 controlan el 88, 6% del mercado en el país.

Muchas de las consignas que se gritaban en la marcha y se reflejaban en las pancartas, iban dirigidas contra las empresas privadas: «Endesa, Iberdrola, están robando al pueblo» o «las eléctricas nos roban y los gobiernos colaboran».

La marcha era contra los aumentos de las tarifas pero también contra la “pobreza energética”, “y para no pasar frío en invierno”. Los organizadores de la protesta argumentaban que esta “pobreza energética” es consecuencia del estancamiento de los salarios y las pensiones, que no permiten hacer frente a los precios del combustible, que han subido un 23%, situación que se reproduce en otros países de Europa y en el mundo, o la cesta básica de alimentos, que se ha incrementado un 15%.

Nuestros compañeros de Lucha Internacionalista, sección de la UIT-CI en el Estado español, en su más reciente periódico (No. 176, noviembre 2021) dedicaron su editorial a este tema, planteando la necesidad de la expropiación de las empresas eléctricas para frenar los aumentos de las tarifas.

 

A continuación dicho editorial de Lucha Internacionalista (UIT-CI en Estado español):

Organizar la lucha contra los presupuestos del Gobierno PSOE e IU-Podemos

Paremos la subida de la luz: ¡expropiación de las eléctricas ya!

El miedo a unas elecciones anticipadas hace que los dos socios de Gobierno PSOE e IU-Podemos quieran aguantar la legislatura, aunque la confrontación entre ellos va a más. El PP, tras el efecto Ayuso de mayo, suma en las encuestas para formar gobierno con Vox. Las elecciones generales están previstas para finales de 2023, pero es tanta la debilidad del gobierno ya ha empezado la precampaña. Sánchez podrá o no capear la situación en estos próximos dos años, pero si no avanzamos al calor de la lucha (pensionistas, interinas, represión…) contra sus políticas en la construcción de una alternativa a la izquierda de IU y Podemos, el próximo gobierno será del PP y de Vox.

El Gobierno Sánchez-Díaz se sostiene inestablemente sobre dos muletas: parlamentariamente con ERC, junto al PNV, Bildu, y el BNG. Y socialmente con las direcciones de CCOO y UGT que le han firmado la subida irrisoria del SMI, la reforma de las pensiones, el Icetazo y la prórroga de los ERTEs. A cambio, el gobierno subió el 56% la financiación pública de los sindicatos.

Las tensiones internas del gobierno se agravarán, porque la situación de la clase obrera y los sectores populares es dramática y su política se pliega a las exigencias de la UE y la patronal. Lo hemos visto ya con derogación de la Reforma Laboral del PP, que era un compromiso del acuerdo de gobierno. El 20 de mayo de 2020 el PSOE pactó con Bildu -a cambio de su voto a favor del estado de alarma- la derogación «íntegra» de la reforma laboral, pero al día siguiente se desdijo. En el documento que entrega Madrid a Bruselas para recibir los fondos Next Generation/UE ya sólo se hablaba de reforma, no de derogación. Pero nada de esto provocó ni el escándalo de IU-Podemos, ni la llamada a la movilización de CCOO y UGT. En mayo, en el congreso de UGT, como en octubre en el de CCOO, Yolanda Díaz aseguraba que derogarán la reforma laboral, pero Nadia Calviño y el propio Sánchez han contradicho/matizado esta afirmación, cuando quieren tener resuelta la reforma este noviembre. ¿Volverán a tragarse el sapo CCOO y UGT o llamarán a salir a la calle?

Tras ello sólo faltó la decisión de Meritxell Batet de dejar sin escaño al diputado de IU-Podemos Alberto Rodríguez, en una dudosa aplicación del reglamento ante una sentencia. Que los poderes judiciales –en este caso Marchena y el Supremo- juegan a desgastar al gobierno es una evidencia, y que el PSOE se pliega una y otra vez, también.

IU-Podemos está pagando las flagrantes renuncias del gobierno (ley Mordaza, reforma laboral…) y la política abiertamente monárquica y propatronal (represión, protección de la Corona, subida de la luz, entrega de los fondos europeos a las grandes empresas…) con una crisis interna galopante, que ya se había evidenciado con el abandono de Pablo Iglesias. La reacción llega de la mano de Yolanda Díaz, bendecida por Iglesias, el aparato del PCE y ahora por la dirección de CCOO. Su «frente amplio» electoral es una nueva refundación del PCE, engullendo a un Podemos a la deriva: nuevas siglas por un viejo reformismo que es imposible bajo el capitalismo actual. Por su parte, Sánchez ha logrado acallar la oposición interna de los barones en el reciente congreso del PSOE en Valencia, con votaciones en la búlgara, una balsa de aceite si los comparamos con los precedentes. Un pequeño respiro.

Pero algo está cambiando: más de 15.000 pensionistas se movilizaban el 16 de octubre en Madrid en una marcha convocada por la COESPE, contra el acuerdo de pensiones pactado entre el gobierno y CCOO y UGT y el Pacto de Toledo, exigiendo una auditoría de las cuentas después de años de políticas de expolio desde los distintos ejecutivos. Unos días después, el 28 de octubre, una importante huelga contra el Icetazo desafiaba al gobierno con decenas de miles de interinas en las calles. Dos movilizaciones en menos de un mes convocadas contra el gobierno Sánchez-Díaz, con el boicot explícito de CCOO y UGT, que demuestran que su monopolio de la acción sindical de masas se resquebraja.

Ahora comienza la tramitación de los presupuestos generales, que suponen una entrega brutal de dinero público a las grandes empresas, y profundizan en la privatización de servicios, mientras reducen la política social al asistencialismo. Es necesario organizar la lucha contra estos presupuestos, en defensa de los sectores públicos y las pensiones, exigiendo una política contra el encarecimiento de la vida y de intervención de precios de servicios básicos. De la misma forma no se puede permitir la brutal subida de la luz a las puertas del invierno. ¡Basta de especulación! ¡Expropiación de las eléctricas para ponerlas bajo el control de la clase obrera y los sectores populares! La movilización unitaria es el camino.

Por Miguel Lamas, redactor de revista Correspondencia Internacional y dirigente de la UIT-CI

4/11/2021. El presidente yanqui, Joe Biden, se durmió en su sillón en la primera sesión mientras alguien informaba. Cuando Biden despertó de su siestita criticó la ausencia del presidente chino Xi Jinping y del ruso Vladimir Putin. Mientras tanto, en la puerta del lado de afuera, Greta Thunberg, la joven líder ambientalista, gritaba con un megáfono “los cambios no van a venir desde ahí adentro sino desde la calle”, “basta de bla, bla, bla”.

Estos hechos anecdóticos muestran simbólicamente la burla a la humanidad que es el nuevo circo de la COP26.

Está reunida en Glasgow (Escocia) la COP26 (Cumbre del clima número 26), entre el 1 y el 12 de noviembre, con participación de la mayoría de los Estados del mundo y auspicio de la ONU.

Se trata un evento anual (suspendido el 2020 por la pandemia) en el que los gobiernos discursean sobre su preocupación respecto del calentamiento global, y se comprometen a acciones para evitar que supere 1,5 grados desde la era pre industrial (es decir desde 1850). Sin embargo, los acuerdos de anteriores 25 cumbres no se han cumplidos o resultaron ridículamente insuficientes.

Ya se realizaron 25 cumbres climáticos y tanto la ONU y casi todos los Estados del mundo reconocen la gravedad del problema. Pero, por los intereses del capitalismo mundial, y de sus gigantescas multinacionales, no se han tomado las medidas urgentes y de fondo que la situación requiere para impedir el calentamiento global.

Las cumbres se comprometieron a un proceso mundial para abandonar paulatinamente los combustibles fósiles (carbón, gas, petróleo) y reemplazarlos por otras formas de energía no contaminante (eólica del viento, solar, hídrica, etc). Pero en diez años, la cuota de los combustibles fósiles en el mix energético mundial es casi la misma: del 80,3% en 2009 al 80,2% en 2019. A esto se agrega la utilización en muchos países de los llamados “biocombustibles” que significa quemar vegetales y que también emiten CO2. Por ello, las emisiones mundiales de CO2 siguen aumentando inexorablemente en valor absoluto (salvo durante la crisis de 2008 y la pandemia de 2020).

El ciclo natural es que el CO2 es absorbido por las plantas, que liberan oxígeno. Pero la disminución de bosques y el enorme exceso de CO2 producido por las grandes industrias capitalistas, rompió ese ciclo natural. Y el exceso de CO2 se acumula inexorablemente año a año. El causante de este desastre es el sistema capitalista-imperialista que produce con el eje de la ganancia privada y no en beneficio de la humanidad.

Según otro informe científico de la ONU, de febrero de este año, se necesita una reducción del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 para evitar un calentamiento catastrófico y actualmente los planes de los gobiernos capitalistas solo alcanzará para disminuir las emisiones un 1%!

Entre los compromisos incumplidos de cumbres de hace 10 años también estaba ayudar a países semicoloniales para el 2020 a realizar los cambios energéticos con 100 mil millones de dólares al año. Este es otro compromiso ridículo, conociendo que sólo el gasto en armas en el mundo es 15 veces esa cantidad (y casi todo de los países imperialistas). ¡Pero tampoco se cumplió! ¡Y ahora dicen que va a ser para el 2025, pero como préstamos! Mientras tanto el 50% de la población mundial es responsable de sólo el 7% de las emisiones de dióxido de carbono. Y el 10% más rico, concentrado en los países imperialistas, es responsable del 50%. Y los pobres del mundo son sometidos a planes de hambre, saqueo, fuga de capitales y a una aplastante deuda externa.

 

¡Desde las calles!

Como lo dijo Greta Thunberg los cambios vendrán desde la lucha en las calles, porque ya los gobiernos capitalistas y las multinacionales a las que responden no están dispuestos a hacerlos.

Hoy ya hay un desarrollo tecnológico de nuevas formas de energía que podrían disminuir drásticamente los combustibles fósiles. Pero, estos cambios energéticos son costosos. Y las multinacionales que se benefician de la depredación ambiental mostraron que no están dispuestos a hacerlos porque no quieren disminuir sus ganancias. Sólo algunas se limitan a hacer nuevos negocios con el capitalismo “verde” con subsidios estatales, pero manteniendo la mayoría de grandes capitales sus inversiones petroleras e incluso el carbón que es lo más contaminante. China que es uno de los países que más emite CO2, ahora tiene déficit energético y vuelve a aumentar producción de carbón. Pero en China fabrican sus productos, y utilizan la energía de ese carbón, gran parte de las multinacionales europeas, norteamericanas y japonesas.

Entonces está muy claro que no habrá cambios si no son impuestos por la lucha. Los cambios de fondo se lograrán con una lucha internacional que logre gobiernos del pueblo trabajador que inicien un cambio socialista que expropie a las transnacionales y haga una planificación económica internacional para el cambio energético, eliminando además gastos inútiles o perjudiciales, en primer lugar los enormes presupuestos militares.

Pero, en ese camino, la lucha es ahora, junto a millones de personas que en todo el mundo luchan por impedir el desastre ambiental.

Desde la UIT-CI somos el sector socialista revolucionario de este movimiento amplio en defensa de la vida en el planeta. La UIT-CI apoya e impulsa todas las luchas populares y de la juventud, en defensa de los recursos naturales y que enfrenten el saqueo y la depredación de la naturaleza. Levantamos las consignas como no a la contaminación del agua, el aire, las tierras y el mar; no a la destrucción de las selvas y bosques. No a la destrucción de la naturaleza por las multinacionales y su política de saqueo imperialista. Y llamamos a la unidad de acción de sindicatos y centrales de trabajadores, así como organizaciones de izquierda, de mujeres, de derechos humanos y populares, campesinos, indígenas, con los jóvenes estudiantes y movimientos ambientalistas. Tratamos de llevar la movilización contra las multinacionales petroleras, mineras, Bayer-Monsanto en la agricultura, y los gobiernos que les responden, beneficiarias directas de la depredación ambiental.

Por Miguel Ángel Hernández, dirigente PSL de Venezuela

22/10/2021- La organización cubana, Archipiélago, fundada a raíz de las protestas del pasado mes de julio, había convocado a una Marcha por el Cambio, contra la violencia, a favor de la democracia, los derechos humanos, y la libertad de los presos políticos, a realizarse el día 20 de noviembre. No obstante, el gobierno del Partido Comunista Cubano (PCC) decidió llevar a cabo los ejercicios militares Moncada entre el 18 y 19 de ese mes, y al 20 lo declaró día de la Defensa Nacional. Esta artimaña tiene como objetivo, militarizar las principales ciudades de Cuba, y obstaculizar la realización de las marchas.

Ante eso, el grupo Archipiélago decidió adelantar las movilizaciones previstas a realizarse en La Habana y otras ciudades para el 15 de noviembre. Sin embargo, el gobierno represor y de partido único negó el permiso para las mismas, alegando que las movilizaciones convocadas serían una “provocación con fines desestabilizadores”. Y no reconociendo “legitimidad en las razones que se esgrimen para la marcha”.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), como socialistas revolucionarios, repudiamos esta prohibición y su fundamentación, similar a las que hace cualquier gobierno capitalista que acusa a toda movilización popular de “desestabilizadora”. Podremos tener diferencias con sus convocantes, pero reconocemos su derecho a la protesta. Cosa que en Cuba no se permite a nadie.

El pasado 11 de julio, miles de personas salieron espontáneamente en La Habana y otras ciudades del país a protestar contra el paquete de ajuste que el gobierno de Díaz Canel viene aplicando desde el mes de enero, el cual ha profundizado el hambre, la pobreza y la desigualdad en el país. Ante eso el gobierno cubano reprimió y denunció que las manifestaciones eran “pagadas e incentivadas por el imperialismo”. Ese día los sectores populares más pobres y la juventud, salieron a las calles porque ya no aguantan más la pobreza y el profundo deterioro de su nivel de vida.

La plataforma Archipiélago es una organización que encabeza el dramaturgo Yunior García, quien fue detenido en las manifestaciones de julio. Esta es una organización amplia y diversa, con predominio de sectores ligados a la centro derecha cubana, si bien no coincidimos con sus posiciones políticas, desde la UIT-CI reivindicamos el derecho que tienen todos los cubanos y cubanas de manifestarse y movilizarse por sus reclamos.

En Cuba las trabajadoras, los trabajadores, jóvenes y el conjunto del pueblo, tienen muchas razones para marchar y protestar. Tanto por libertades democráticas como por la grave crisis social que padecen. Rechazamos que el gobierno siga utilizando el argumento del bloqueo imperialista para cercenar las libertades democráticas, proscribir el derecho a huelga y criminalizar la protesta popular.

Por supuesto que el bloqueo y las más recientes sanciones impuestas por el imperialismo norteamericano, también inciden en la crisis social cubana. Ese mismo bloqueo que desde nuestra corriente siempre hemos rechazado y combatido junto a los pueblos del mundo, pero no obstante, esta no es la causa fundamental de la dramática situación social que sufre el pueblo trabajador cubano.

En Cuba no hay ningún socialismo. Desde hace años se ha restaurado un capitalismo “a la cubana”. Lo cierto es que el pueblo cubano está harto de que mientras las trabajadoras y trabajadores ganan salarios miserables de $ 15 al mes, explotados por transnacionales o por el gobierno a través de las empresas mixtas con capitales privados, los dirigentes del Partido Comunista Cubano, los militares, funcionarios del régimen y los nuevos burgueses viven con grandes lujos y privilegios, con acceso a dólares y a las Tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), donde incluso adquieren productos importados.

Desde la UIT-CI reivindicamos el derecho del pueblo trabajador cubano a movilizarse por libertades democráticas y contra el ajuste del gobierno.

La izquierda crítica cubana tiene la responsabilidad de organizarse y de coordinar a todos los grupos e individualidades que siguen reivindicando el socialismo, para luchar por una nueva revolución socialista y contra el régimen dictatorial de partido único.

Estamos por la movilización obrera y popular para terminar con los salarios de 15 y 20 dólares, por un salario digno. Por la eliminación de las aberrantes Tiendas en Moneda Libremente Convertible, que perpetúan la desigualdad. Basta de salarios especiales y privilegios para los funcionarios del régimen y del PCC. No a las empresas capitalistas, mixtas o privadas. Por la reestatización de todas esas empresas bajo control de sus trabajadores.

Plenas libertades para el pueblo y los trabajadores cubanos. Libertad para los presos políticos. Por el derecho a disentir y protestar; por el derecho a huelga, a la libertad y autonomía de las organizaciones sindicales, estudiantiles y populares. Basta de régimen de partido único, por la libre organización de partidos políticos. Libertad de expresión e información; libre uso del internet y redes sociales. No más censura, plena libertad en el arte y la cultura; plena autonomía académica en las universidades.

Por una nueva planificación económica centralizada con democracia obrera y popular con el objetivo de revertir la restauración capitalista. Por recuperación del monopolio del comercio exterior. Incremento de la inversión en salud y educación.

Es necesario luchar por un gobierno de los trabajadores y el pueblo, por el verdadero socialismo con democracia obrera y popular. Para ello se requiere construir una alternativa política revolucionaria. En esta tarea la izquierda crítica tiene una gran responsabilidad.

A raíz de las marchas en Cuba del 11 de julio pasado, se desató una persecución y criminalización de numerosos activistas pertenecientes a distintas organizaciones que participaron en las jornadas de julio, y que han expresado querer participar en la marcha convocada para el 15 de noviembre.

Uno de los perseguidos es el ingeniero químico David Alejandro Martínez Espinosa, profesor de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Fue despedido de su cargo por “hacerse eco de noticias falsas sobre el acontecer nacional…y críticas al sistema político y sus dirigentes”, según argumentaron las autoridades universitarias, quienes además le manifestaron que se le despedía por sumarse a la convocatoria del 15 de noviembre.

En ese marco, se está impulsando en Cuba una campaña amplia de firmas, en la que participan profesores, estudiantes y otras personalidades cubanas, solicitando la restitución de Martínez Espinosa. Entre los firmantes se encuentran Frank García Hernández, sociólogo e historiador marxista, Lisbeth Moya González, periodista, editora de Comunistas blog, entre otros. Desde la UIT-CI, nos sumamos a esta campaña. Como parte de la solidaridad internacional también firmaron:  Organización Anticapitalistas. Blog: contraelcapital.lamula.pe; Liga Unitaria Chavista Socialista LUCHAS, Venezuela, entre otros (ver Declaración de colectivos socialistas…www.uit.ci.org). Desde Argentina: las legisladoras y legisladores de Izquierda Socialista (IS) en el FIT Unidad: Juan Carlos Giordano y Mónica Schlotthauer, en el Congreso nacional; Mercedes de Mendieta, docente UBA, y Pablo Almeida, en la legislatura de Ciudad de Buenos Aires; Liliana Olivero, legisladora (mc) de IS de Córdoba; Mercedes Trimarchi, dirigente de Isadora-Mujeres en Lucha; Martín Mangiantini (Investigador Conicet); Armando Aligia, investigador superior Conicet, profesor de física del Instituto Balseiro, Bariloche; Rodolfo Sánchez, Físico y profesor Universidad Nacional de Cuyo; José Castillo, profesor titular Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos (UBA); Malena Lenta, docente facultad Psicología, UBA; Nicolás Pellegrini, docente universitario, Universidad Nacional de Luján; Raquel Osorio, docente universitaria, Universidad Nacional de Misiones; Pilar Barbas, dirigenta de la juventud de Izquierda Socialista y consejera Junta Artes Facultad de Filosofía; Rosario Kairuz, consejera Junta de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales-UBA; Andi Prieto, consejera directiva del profesorado Joaquín V. González; Fito Columbich consejero directivo Instituto Educación Superior Olga Cossettini N° 28, Rosario; Julieta Ocampo, Secretaria de Políticas Universitaria- Universidad Nacional del Comahue, entre otras (listado completo en www.uit-ci.org).

Por Prensa UIT

El 25 de octubre de 2021 se hizo pública una declaración dirigida fundamentalmente al presidente de la República de Cuba, a raíz de la expulsión del Ingeniero Químico David Alejandro Martínez Espinosa, quien se desempeñaba como profesor en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, luego de dictada la Resolución 109 del 2021 por la Rectora de la mencionada institución, quien formalizó la revocación de su categoría docente debido a publicaciones en redes sociales en las que manifestaba “críticas contra el sistema político y sus dirigentes”, entre otras razones invocadas. El documento refleja una exclusión laboral por criterios de discriminación política, lo que atenta contra la libertad de cátedra y manifiesta una flagrante violación de sus derechos ciudadanos.
La campaña pública apoyada por diversos grupos de izquierda está motivada por la práctica sistemática de este tipo de actos por la institucionalidad de la enseñanza superior que, en ocasiones precedentes ha implementado medidas similares contra profesores y estudiantes críticos de la realidad social, adscritos a las más diversas tendencias políticas o formas de pensamiento, incluyendo aquellas posturas esgrimidas desde emplazamientos marxistas y/o socialistas.

La declaración ha tenido el respaldo de numerosos actores y agrupaciones de la izquierda internacional entre los que se encuentran el Taller Libertario Alfredo López (TLAL-Cuba), Marx21(España), Movimiento Socialista de los Trabajadores (República Dominicana), Partido Socialismo y Libertad (PSL-Venezuela), Izquierda Socialista (Argentina) y el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU-Brasil), junto a otros colectivos afiliados a la IV Internacional como la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI) y la Unidad Internacional de los Trabajadores (UIT-CI), quienes de manera conjunta reclamamos el respeto a la integridad de los derechos laborales.

Las organizaciones que suscriben la declaración manifiestan su apego al concepto de Rosa Luxemburgo en el que esgrime que “la libertad reservada solo a los partidarios del gobierno, solo a los miembros del partido –por numerosos que ellos sean–, no es libertad. La libertad es siempre, únicamente, libertad para quien piensa de modo distinto. No es por «fanatismo» de justicia, sino porque todo lo que pueda haber de instructivo, saludable y purificador en la libertad política depende de ella, y pierde toda eficacia cuando la libertad se vuelve un privilegio”. Por ende, nos pronunciamos contra la expulsión del docente y hacemos un llamado a las autoridades al respeto de la libertad de expresión y la pluralidad de pensamiento político que debe regir los fundamentos de un estado socialista de derecho. De igual forma, exigimos en momentos de extrema polarización, el cese de los discursos de odio tanto de los sectores anti-comunistas como de los neo-estalinistas.
Los grupos que respaldan esta declaración manifiestan su voluntad por el establecimiento de mayores garantías para el sector laboral en Cuba, de modo que permitan la conformación de sindicatos autónomos no subordinados a los intereses estatales, el derecho no mediatizado a la libertad de manifestación, el derecho estudiantil a la autonomía universitaria, el derecho a huelga por parte de los trabajadores, así como la implementación de una ley de asociaciones que ampare las numerosas formas de activismo que surgen del ámbito de la sociedad civil. De igual modo, exigimos el cese del criminal bloqueo económico-comercial y financiero que impone el imperialismo estadounidense contra Cuba.

Las corrientes de izquierda que suscribimos el presente documento, reafirmamos que solo mediante la socialización justa y equitativa de los medios de producción en manos de la clase trabajadora, será posible enfrentar las distintas manifestaciones de opresión que tienen lugar bajo un régimen socioeconómico basado en relaciones de propiedad que engendra antagonismos de clases y legitima las diferencias sociales en los procesos de generación de riquezas, de manera que contribuye a perpetuar las desigualdades en la distribución y consumo de los bienes que se perciben como resultado del trabajo productivo. Ello implica la renuncia al modelo capitalista de estado ejercido por una oligarquía burocrático-militar sustentada en la hegemonía política que ostenta el PCC y el carácter económico monopolista del conglomerado empresarial GAESA.

Por ende, resulta necesario potenciar mayores espacios de participación en el seno de la sociedad, impulsar el sector cooperativo con mayores niveles de relevancia en la economía, crear marcos jurídicos más apropiados para el ejercicio de los distintos actores económicos en los que predomine la propiedad social (no estatizada) sobre los medios de producción sin que ello implique la nacionalización de la pequeña propiedad privada, así como el respeto a todas las formas de pensamiento y creación artísticas, incentivando la democracia popular y movilizando las reservas del potencial humano en un modelo dedicado a la consagración de la igualdad y la justicia social como establecen las propuestas emancipatorias del socialismo.

1 de noviembre de 2021

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