Escribe Pablo Almeida, delegado general de ATE-Mecon y legislador electo de CABA Izquierda Socialista/FIT Unidad

Las y los trabajadores del Estado Nacional venimos transitando una situación de enorme atraso salarial, que año a año se profundiza con las paritarias por debajo de la inflación que las conducciones sindicales burocráticas vienen firmando con los distintos gobiernos.

La pérdida del poder adquisitivo del salario para la mayoría de las y los estatales ronda el 40% en los últimos 7 años. Y el acuerdo firmado por el gobierno con el FMI sienta las bases para que no exista recomposición salarial en los próximos años. Para graficar la situación, quien entra a trabajar al Estado nacional gana hoy entre 40 y 45 mil pesos cuando la línea de la pobreza medida por el Indec se ubicaba en febrero de este año (aun no se conocen los datos de marzo) en 83.800 pesos y el monto mínimo que necesita una familia tipo para vivir en el AMBA, calculado por la Junta Interna de ATE de este mismo instituto llega a 145.456 pesos.

En medio de esta tremenda situación y con una escalada inflacionaria que registra niveles record que no se veían hace 20 años, la Secretaría de Empleo Público ha decidido en forma unilateral la vuelta al trabajo presencial al 100% de decenas de miles de estatales que aun realizaban sus tareas en forma bimodal, o sea alternando el trabajo en las reparticiones y el trabajo remoto. La bronca en los sectores de trabajo ha crecido en forma exponencial. Para miles de compañeros y compañeras con salarios de pobreza, el trabajo remoto significaba un ahorro en los viáticos diarios, en la delegación de las tareas de cuidado o directamente la posibilidad de utilizar parte del tiempo ahorrado en viajes para conseguir un mango más a través de alguna changa.

Desde Estatales en Marcha acompañamos la organización que va surgiendo desde distintos sectores como los ministerios de Economía o Trabajo encabezados por sus juntas internas combativas. Señalamos que es imprescindible que la lucha por las condiciones de trabajo esté inexorablemente ligada a la lucha por el salario. Tenemos que organizar desde abajo la pelea por imponerle a las conducciones de nuestro gremio el rechazo a las paritarias de hambre que vienen firmando junto a UPCN y el gobierno de Fernández. E ir preparando las condiciones para poner en pie un plan de lucha en todo el Estado nacional para conquistar una verdadera recomposición salarial y la lucha por el conjunto de nuestros derechos.

El pasado 7 de abril se eligieron representantes a comisión directiva y congresales a Fatun. Votaron más de 7.000 afiliados Nodocentes y resultó ganadora la lista 12 de la actual directiva. Fue elegido secretario general Luciano Cagnacci de la facultad de Medicina, llevándose el 90 % (6.521 votos). Nuestro Frente de Recuperación Gremial lista (9) logró el 9.5% (686 votos) llevando como candidata a la compañera Vanina Biasi, delegada de la comisión interna de Ciencias Sociales y diputada electa del Frente de Izquierda Unidad. La lista (9) hizo una muy buena elección en sedes del Hospital Clínicas Roffo,Vaccarezza, Agronomía y Sociales, que aunque no alcanzó para ganar las sedes mostró un gran descontento a la actual directiva.

Una campaña unitaria del Frente de oposición a la burocracia

Hicimos una gran campaña unitaria entre todas las agrupaciones combativas e independientes. Llevando un programa sindical alternativo y de lucha. Desde el espacio de oposición gremial reclamamos contra el pacto del FMI- Gobierno-CGT que le impone a los trabajadores un ajuste mayor al bolsillo, reclamar el 82% para los trabajadores jubilados, denunciamos la crítica situación de la obra social y exigimos voz y voto para los Nodocentes. Luego de esta elección general vendrán las elecciones a comisión interna en todas las sedes y el desafío será lograr nuevas comisiones internas independientes y fortalecer el espacio de oposición antiburocrático. Es el compromiso desde nuestra agrupación “Nodocentes en lucha”.

Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
La policía de la ciudad de Buenos Aires reprimió el pasado 11 de abril a trabajadoras y trabajadores del cine, mientras se movilizaban frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) en reclamo de mayor presupuesto para el desarrollo del sector audiovisual. Bajo la consigna “Esta gestión no va más. Están matando al cine argentino”, el Colectivo de cineastas convocó a movilizarse exigiendo la renuncia de Luis Puenzo, quien tras dos años al frente del Incaa no resolvió ninguna de las problemáticas del sector.

En una carta enviada al Ministro de Cultura, Tristán Bauer, el Colectivo de cineastas enumeró las razones de su pedido: “En sus más de dos años de gestión no modificó el Plan de Fomento impuesto en el gobierno de Macri que concentra la producción cinematográfica en las productoras más grandes radicadas en AMBA, no llevó adelante políticas que impulsen la producción de cine en las Provincias, no estableció ninguna medida tendiente a revertir las enormes desigualdades de género a la hora de dirigir u ocupar roles centrales en los equipos técnicos (incluso afirmó públicamente y sin sonrojarse que nunca vio conflictos reales de género en cine), no se puso a la cabeza ni acompañó el reclamo del sector por la inminencia de la caducidad que implica el desfinanciamiento del área que conduce.”

La comunidad audiovisual viene reclamando contra la eliminación de las asignaciones que aportan al sostenimiento del mismo Incaa, el Fondo de Fomento Cinematográfico, el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y bibliotecas populares de todo el país. Esas asignaciones caducarán en diciembre de este año según lo establece la Ley 27.432 que se sancionó en 2017 y que, de no prorrogarse, desfinanciaría aún más la producción nacional cinematográfica.

Escribe Pili Barbás, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista

Del 4 al 8 de abril se realizaron las elecciones de las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) de Centros de Estudiantes y Consejo Directivo. Unas elecciones impuestas por el Rectorado de la Universidad a dos semanas del comienzo de clases que fueron útiles para favorecer a las mismas fuerzas aliadas como Nuevo Espacio/Franja Morada. Como sucedió en las elecciones de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se dio un avance en términos de votos de las agrupaciones ligadas a la oposición patronal de Juntos por el Cambio como el radicalismo.

Las últimas elecciones en la UBA fueron en el 2019, donde se registró un avance de fuerzas del Rectorado como Nuevo Espacio/Franja Morada ante la quietud del movimiento estudiantil y su política de gestión de centros de estudiantes, lo que le permitió ganar ese mismo año la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).

Por aquel entonces, el contexto de ajuste a nivel educativo por parte del gobierno de Macri, se reflejaba en un momento favorable para las agrupaciones kirchneristas, que se posicionaban como una alternativa a nivel nacional. Después de dos años de pandemia y de total desmovilización del movimiento estudiantil, por responsabilidad de las conducciones de Nuevo Espacio y las variantes peronistas, lo que primó fue la discusión sobre los servicios que brindan los centros de estudiantes por sobre la discusión de la situación nacional. Nuevo Espacio/Franja Morada, al ser aliado del Rectorado y las autoridades ,tiene un gran aparato con el que pudo llegar a les estudiantes que cursaban de manera virtual. También se pudo ver reflejado el retroceso electoral del gobierno a nivel nacional votando a las fuerzas opositoras.

En estas elecciones votaron por primera vez estudiantes que ingresaron a la UBA en 2020, 2021 y 2022, que desconocían totalmente las distintas agrupaciones estudiantiles ,y fue difícil instalar la discusión del ajuste a nivel nacional. Por eso creemos que  terminó primando la votación por las conducciones existentes actuales sin grandes cambios en el mapa político de la UBA.

En este marco, se mantuvieron las conducciones de los centros de estudiantes de doce de trece facultades. Quedaron en manos de La Nuevo espacio/Franja Morada, y aliadas como el MLI y la UES, nueve facultades ( Medicina, Económicas, Psicología, Derecho, Odontología, Arquitectura, Agronomía, Ingeniería y Sociales), dos en manos de La Cámpora (Exactas y Filo), y dos del Partido Obrero (Farmacia y Veterinaria).

El cambio se dio en la conducción de Agronomía, donde conducía el Movimiento Evita con el Partido Obrero y al romper ese frente, gana LAI ( Franja Morada). Sostenemos que es positivo que  el Partido Obrero haya dejado de hacer acuerdos estudiantiles con las agrupaciones del gobierno nacional y de las autoridades, para pelear contra la Franja desde la independencia política.

Con ese nuevo centro en manos de la Franja, sumado a las grandes elecciones en caudal de votos en Medicina (74,58%), Económicas (72%), FADU (60,03%),Psicología (59,2%), Odontología (95,2%),  y en derecho, donde pudo retener cómodamente el centro de estudiantes con la alianza entre Franja Morada y Nuevo Derecho (Roy Cortina), Nuevo Espacio/La Franja y sus aliados se posicionan en aún mejores condiciones para el próximo congreso de la FUBA, y para la reelección de Barbieri que será en julio de este año en la  Asamblea universitaria.

Las agrupaciones del Frente de Todos no hablaron del ajuste  

Respecto a las agrupaciones del gobierno nacional (La Cámpora, Evita, Patria Grande) donde eran conducción, también optaron por tener una política lavada, sin esta vez mostrar que eran parte del gobierno, llevando la discusión a centros de servicios. Nada dijeron de que integran un gobierno que perdió cinco millones de votos en las elecciones legislativas, ni que es el responsable del 50% de pobreza en el país y de que la inflación récord en marzo fue de un 6,7%. Ni hablar de que son los responsables de la  deserción de la pandemia por no dar presupuesto para datos móviles y computadoras. Ni del recorte de las becas Progresar. O del pacto que acordaron con el FMI entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

Como la Franja Morada, las agrupaciones del gobierno se la pasaron hablando del precio de la fotocopiadora, del café y de charlas de ingresantes.

En Exactas, donde dirige  Identidad ( La Cámpora), hubo una elección muy polarizada con el FEM (Patria Grande). La Izquierda en Exactas (PO, Izquierda Socialista, PTS) pudo hacer una buena elección y mantener un espacio de independencia política.

La pelea por centros de estudiantes independientes del gobierno y las autoridades

En la Facultad de Filosofía y Letras donde dirige El Colectivo (Campora, Evita, Patria Grande) la Izquierda al Frente (PTS,PO,IS,MST) pudo hacer una excelente elección quedando a 85 votos de recuperar la conducción del centro de estudiantes, y consiguiendo la mayoría en la junta de Historia y minoría en Artes y Filosofía. El divisionismo del NMAS, que optó por una política rupturista en toda la UBA, en Filosofía y Letras regaló el centro de estudiantes en bandeja a las agrupaciones ligadas a  las autoridades y al gobierno nacional.

Cómo Juventud de Izquierda Socialista, nos presentamos en ocho facultades, donde discutimos qué modelos de Centros de Estudiantes y Consejeros estudiantiles necesitamos, y responsabilizamos tanto a las autoridades como al gobierno nacional de la deserción causada por la pandemia.

Ante lo que se viene, con un acuerdo firmado con el FMI, se profundizará el ajuste en educación. Apostamos a que el Frente de izquierda-Unidad  se siga fortaleciendo como un polo de independencia política y de lucha que ante la vuelta a la presencialidad pueda impulsar la lucha de les estudiantes por la conquista de derechos estudiantiles, en apoyo a nuestres docentes y no docentes, en defensa a la educación pública. Sumate a dar esta pelea con nosotres.

Las elecciones en las principales universidades a comienzo de año, en donde lo que primó  fue el avance de las agrupaciones del rectorado, mostraron la necesidad de impulsar y fortalecer una alternativa de izquierda independiente y de lucha que sea un polo de referencia para miles de estudiantes.

La conformación del Frente de Izquierda Unidad en la mayoría de las facultades de la UBA fue un paso muy positivo en ese sentido. Siendo tercera fuerza a nivel nacional, se posicionó como una verdadera alternativa para miles de jóvenes.
En la Facultad de Filosofía y Letras, el Frente de Izquierda Unidad, mejoró su elección del 2019, y estuvo a muy pocos votos de recuperar el CEFyL. Demostrando que el FIT Unidad es una referencia muy importante a nivel estudiantil y que ese es el camino a construir.

En este marco el NMAS, primero en las elecciones de la UNLP, y luego en la UBA, fue con una política rupturista y divisionista, donde privilegiaron su acuerdo de aparato, en lugar sumarse a las listas de la izquierda para fortalecer a los espacios independientes y de lucha.  

En sus balances critican por igual a las fuerzas del rectorado y el gobierno nacional y al Frente de Izquierda. Su política divisionista llevó a que el CEFyL quede en manos del Colectivo (La Cámpora, Evita, Patria Grande), y en varias facultades a que la izquierda pierda secretarias o vocalías que quedaron para el peronismo o Nuevo Espacio.

La semana pasada fueron de público conocimiento los hechos que ocurrieron en Filosofía y Letras, que fue el desencadenante de una escalada sistemática de violencia del NMAS a todas las agrupaciones que conformamos el Frente de Izquierda.

Desde la Juventud de Izquierda Socialista, repudiamos esta orientación y llamamos a reflexionar al NMAS y a cesar el ataque sistemático hacia el Frente de Izquierda Unidad.

Ante el brutal ajuste económico que vivimos como estudiantes , que ahora con el acuerdo con el FMI se traducirá en más ajuste en educación, la izquierda se tiene que posicionar como una alternativa unitaria de todos los sectores combativos e independientes. Esa es la gran tarea que tenemos por delante.