El gobierno de Macri viene anunciando que quiere cambiar los convenios colectivos a partir de acuerdos de “productividad”, siguiendo el modelo de Vaca Muerta. Uno de los sectores donde ya se han dado reuniones es el automotriz, donde la burocracia de Pignanelli junto con las patronales y el ministerio de Producción empezaron a ponerse de acuerdo en flexibilizar las condiciones de trabajo mediante modificaciones en los convenios.

El caso testigo se dará en el “traspaso de personal” de Volkswagen a Toyota. En concreto la multinacional alemana está en un plan de achicamiento y despidos. De hecho ya recortó el tercer turno y logró desprenderse, entre despidos, jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios de 600 de lo que ellos llaman los “1.200 obreros sobrantes”. Sigue además con un plan creciente de suspensiones.

Luego de haber suscrito a la política de tregua con gobierno promovida por el Papa Francisco, algunas de las principales organizaciones piqueteras buscan ahora alinearse con las distintas variantes de la oposición patronal en las elecciones de este año. La Corriente Clasista y Combativa (CCC), brazo piquetero del Partido Comunista Revolucionario (PCR), está trabajando acuerdos en varios sectores. El pacto más firme es con el peronista Rodríguez Saá, a quien acompañará, incluso, en las listas que conforme más allá de la provincia de San Luis.

En el programa de Mauro Viale del domingo 5, coincidieron en el piso el ex secretario de Comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno (hoy socio comercial del genocida Milani) y el dirigente ferroviario combativo Rubén “Pollo” Sobrero.

Moreno, tratando de recauchutar el discurso kirchnerista, calificó la gestión Macri como “experimento oligárquico” que “está terminado” y retomó las denuncias contra Magnetto (CEO de Clarín) como socio civil de la dictadura militar.

Escribe Juan Carlos Giordano

Durante años Néstor y Cristina Kirchner, Guillermo Moreno, D´Elía, Boudou y compañía hicieron campaña contra Clarín bajo el rótulo “Clarín miente”. Pero resulta que ahora cuando la planta de AGR-Clarín está tomada por sus trabajadores en defensa de 380 puestos de trabajo, el kirchnerismo le da la espalda a los trabajadores.

Los trabajadores bancarios habían logrado en noviembre pasado, tras una larga lucha, la firma de un acta-convenio en presencia del propio ministro de Trabajo Jorge Triaca. La patronal se comprometió a abonar dos bonos en diciembre y enero para cubrir lo perdido por inflación en 2016 y un adelanto que representa el 24% del sueldo básico, a pagarse desde enero hasta abril, a cuenta del acuerdo paritario. Esto fue firmado por todas las entidades, incluidos los bancos oficiales, con la única excepción de ABA (bancos extranjeros) la patronal más negrera (pero a la vez minoritaria en cantidad de empleados).