Fuimos un millón en la vigilia del 13 y 14 de junio frente al Congreso. Pero este número, aunque enorme, no alcanza para describir la extraordinaria movilización que viene llevando adelante el movimiento de mujeres a lo largo y ancho del país. Después de los dichos de la vicepresidenta Michetti asegurando que “Los senadores representan al interior y todo el interior está en contra [del aborto]”, una vez más demostramos que ¡la marea verde llega a todos lados!
Desde el 19 de febrero la ola verde invadió todas las ciudades del país y logró imponer el debate en el Congreso. Centenares de pañuelazos se realizaron en pueblitos y grandes ciudades. También se hicieron masivas movilizaciones en el Segundo Paro Internacional de Mujeres, el 8M. En todos lados surgieron nuevos espacios de organización mediante asambleas de mujeres algunas muy grandes como fueron los casos de Córdoba y Buenos Aires desde donde se impulsaron también las las jornadas del 3 y 4 de junio al grito de “Sin aborto legal no hay #NiUnaMenos”, reclamando la aprobación del Proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, y exigiendo presupuesto. Por eso, la vigilia del 13 y 14 también fue masiva en las provincias y los diputados votaron sabiendo el costo que tendría volver a sus lugares de origen si se oponen a este reclamo tan sentido. Por ejemplo, en Córdoba más de 4.000 personas pasaron la noche esperando el fallo frente al Museo de Antropología y en Rosario, tomaron las universidades para hacer el aguante también.
Hoy, mientras se discute el proyecto en la cámara de Senadores, en las provincias, seguimos en la lucha. Por ejemplo, llevamos a fondo el reclamo que se apliquen las leyes ya conquistadas como es el caso de la ESI, donde hay provincias que aún no adhieren, y en las que dicen adherir, no se implementa por falta de presupuesto, capacitación y políticas públicas para desarrollarla plenamente. Y también, llevamos adelante luchas contra el el ajuste en salud que repercute directamente en los programas de acceso a la anticoncepción. También seguimos en las calles reclamando el cumplimiento de los abortos no punibles que siguen siendo negados, como sucede en Córdoba por un amparo interpuesto por el Portal de Belén ante un nuevo caso.
Además, son miles las firmas, cartas, declaraciones de trabajadoras, artistas, escritoras, profesionales de la salud, docentes de las provincias que nos seguimos pronunciando por el aborto legal, donde le dejamos claro a los senadores que no la tendrán nada fácil si se oponen a nuestro reclamo.
Otro aspecto a destacar es el rol de las mujeres más jóvenes. Ellas son las protagonistas principalmente en las localidades más pequeñas, en donde se animan a romper con el control de la Iglesia. Están a la cabeza de todas las actividades, desafiando prohibiciones y sanciones con sus pañuelos colgados de las mochilas como bandera, exigiendo su derecho a recibir educación sexual laica, no sexista y de calidad. Vienen visibilizando sus reclamos con asambleas y tomas de escuelas.
El próximo 8 de agosto tenemos que redoblar nuestra apuesta. Miles viajarán al Congreso a la vigilia y miles nos quedaremos en nuestros territorios para demostrar que la ola de lucha feminista vino para meterse hasta en el último rincón de nuestra tierra.