La histórica lucha que dimos este año por el aborto legal en las calles permitió instalar la falta de educación sexual en el sistema educativo. Si bien, en nuestro país hace más de doce años se sancionó la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), no se aplica. Fueron las pibas de las escuelas secundarias, protagonistas de la marea verde, que visibilizaron que hoy tienen negado el derecho a recibir conocimientos fundamentales para el desarrollo de su sexualidad. No sólo por la falta de presupuesto y capacitación de las docentes para su aplicación, sino porque esta ley fue acordada con la iglesia católica, que obstaculiza su aplicación y se mete en los contenidos. Por esto decimos que Macri junto con lxs gobernadorxs y las iglesias son responsables de que la ley no se aplique.
Producto de la movilización, el 4 de septiembre, en la cámara de diputados se realizó una reunión de varias comisiones que presentaron modificaciones a la ley 26.150 de ESI.
Estas modificaciones toman algunos de los reclamos que venimos levantando en las calles. En primer lugar, que la ESI pase a ser de orden público, es decir, de aplicación obligatoria. En segundo lugar, se incluye el derecho a recibir una ESI respetuosa de la diversidad sexual y de género, y basada en conocimientos científicos y laicos. En tercer lugar, incluye la articulación en sus contenidos de nuevos derechos como la ley de matrimonio igualitario o de identidad de género entre otros, que fueron ganados gracias a la movilización. Por último, el dictamen incluye una modificación del polémico artículo 5 sacando las arbitrariedades institucionales y estableciendo un marco general de contenidos para todo el sistema educativo, aunque con una redacción confusa.
En el marco de la discusión de las modificaciones de la ESI, exigimos la incorporación en los contenidos del protocolo de los abortos no punibles y que en todo el sistema educativo se incluya los casos de interrupción legal de los embarazos (ILE) y la capacitación en servicio de lxs docentes. Asimismo, es fundamental dejar de pagar la deuda externa y de subsidiar a las escuelas confesionales y que ese dinero se destine a la educación pública para que se ponga plata en la aplicación de esta ley, infraestructura y salario para lxs docentes.
Sectores ligados a la Iglesia Católica y a las evangélicas, preparan movilizaciones contra las reformas y ya lanzaron una campaña por redes sociales contra lo que ellos denominan “ideología de género”. Desde Isadora llamamos a organizarnos en las escuelas en unidad docente estudiantil para discutir cómo seguir peleando por una ESI laica, científica y con perspectiva de género obligatoria en todo el sistema educativo y para movilizarnos el día en que se vote las modificaciones. Es en las calles que conquistaremos nuestros derechos, sigamos en estado de alerta y movilización.