May 20, 2024 Last Updated 6:07 PM, May 18, 2024

Izquierda Socialista


Escribe Angélica Lagunas, secretaria general electa ATEN Capital
 
“Estamos muy felices, hemos recuperado Aten capital” fue la expresión que se repitió cientos de veces en el gimnasio del Cpem 72 donde se hizo el escrutinio la noche del jueves 23.  A medida que se abrían las urnas se confirmaba el amplio triunfo del Frente Multicolor-Bermellón e Independientes sobre la burocracia sindical kirchnerista liderada por Marcelo Guagliardo, ferviente adepto del Frente de Todos, conciliador y socio del gobierno del MPN desde hace muchos años.

Vivimos una jornada muy intensa porque desde temprano cientos de fiscales se presentaron en la puerta de la sede central del sindicato a esperar que salieran las urnas hacia cada lugar de votación y subirse al auto para cuidar los votos de la oposición. La misma tarea se realizó en las trece seccionales donde el frente presentó lista, de las 22 que hay en el gremio.

La burocracia del TEP retuvo la comisión directiva provincial. La desmovilización  de la docencia impuesta por la pandemia y profundizada por la conducción, sumado al abandono de las escuelas y la no realización de asambleas que llevaron a una “baradelización” del gremio y control del padrón con trampas, hicieron que la burocracia retuviera la provincia.

Con el frente triunfamos, además de la seccional capital que reúne a casi el 40 % del padrón, en otras seccionales como Plottier y Picún Leufú y Chañar. También triunfaron listas opositoras y combativas en la seccional Senillosa y Piedra del Águila. Perdimos por solo cinco votos la importante seccional Cutral Có. Un párrafo aparte merece el escrutinio de la seccional Zapala que viene dirigiendo la oposición desde hace años. Una seccional muy combativa del centro de la provincia. Allí, la elección salió empatada en 247 votos, pero la junta electoral dirigida por la conducción de Guagliardo impugnó un voto aduciendo que no estaba en el padrón, cuando ese votante es un candidato integrante de la lista seccional de nuestro Frente Multicolor-Bermellón e Independientes. Una verdadera maniobra burocrática que intentaremos derrotar para que se confirme el empate y vayamos a una nueva elección en la seccional a efectos de que la base defina con su voto qué lista resulta definitivamente triunfadora.
 
¿Por qué se triunfó?

Triunfamos porque ahora unimos a toda la oposición y revertimos la división de las elecciones del 2018. En aquella oportunidad y luego de un gran conflicto con 43 días de huelga, y habiendo conquistado la actualización trimestral del salario según el IPC, se realizaron las elecciones del gremio en las que las distintas agrupaciones de izquierda y combativas fuimos divididas en dos frentes, el Multicolor y el Bermellón; lo que llevó a que la burocracia reconquistara la seccional Capital.
 Durante estos años y con la pandemia de por medio, esa derrota se sufrió mucho porque la burocracia se asoció con el gobierno, desmovilizó al extremo a la docencia, aceptó que durante todo el año 2020 no hubiera un peso de ajuste del salario eliminando la actualización trimestral y que cientos de docentes quedaran sin trabajo. Con un agravante, que los vocales gremiales en el ISSN (obra social y caja jubilatoria) permitieron que avance el vaciamiento y se cobren co-seguros altísimos por las prestaciones, varias de las cuales se perdieron.  La docencia se sintió abandonada por la dirigencia de Guagliardo.

En cambio, desde nuestro Frente Multicolor nos fuimos posicionando con varias acciones callejeras y participando en los diversos reclamos que surgían desde las escuelas y colegios. También hubo una histórica huelga de los trabajadores de la salud a la que la conducción TEP le dió la espalda mientras desde la Multicolor convocamos a marchas en apoyo incluso a parar. Y la gota que colmó el vaso de la bronca, fue el triple crimen laboral cuando explotó el gas en la escuela de Aguada San Roque. Exigimos un plan de lucha hasta que renuncie la ministra de educación Cristina Storioni, responsable de imponer la vuelta a la presencialidad sin las condiciones básicas de seguridad y de cuidados sanitarios. La burocracia en cambio favoreció la continuidad de la ministra.

Y llegó la convocatoria a elecciones. Desde nuestro Frente Multicolor hicimos una propuesta unitaria al Frente Bermellón basada en los resultados electorales del 2018. Logramos así un acuerdo entre los dos frentes opositores impulsado también por las comisiones directivas de distintas seccionales opositoras y la gran mayoría de activistas independientes. Solo se auto excluyó la Gris del Nuevo MAS. Firmamos un acuerdo programático y político para recuperar a nuestro sindicato de manos de la burocracia kirchnerista y poner en acción todos los mecanismos de la democracia sindical. Un gran fortalecimiento para el Plenario del Sindicalismo Combativo y un ejemplo del camino a seguir por la vanguardia luchadora de cara a las elecciones sindicales que se avecinan en todo el país para comisiones directivas y comisiones internas y enfrentar con mayores posibilidades a la burocracia traidora y cómplice del ajuste nacional y provincial.
 
 
 



Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional provincia de Buenos Aires, Izquierda Socialista/FIT Unidad

El gobierno tras la debacle electoral volvió a retomar el discurso “le estamos poniendo plata al bolsillo de la gente”. Mientras dice eso pagó en estos días otros 1.900 millones de dólares al FMI. Puso a un “gabinete de terror”. Y simula haber escuchado el mensaje de las urnas. No hay que dejarse engañar. El Frente de Todos no es salida para el pueblo trabajador. El 14 de noviembre hay que votar al Frente de Izquierda Unidad para repudiar con más fuerza al ajuste, al saqueo y al FMI.

La derrota electoral del Frente de Todos y del peronismo ha sido desastrosa. Se les esfumaron cinco millones de votos desde 2019 para acá. Ahora intenta recuperar parte de lo perdido con un “nuevo” gabinete y medidas puramente electoralistas que intentan tapar el ajuste en curso. Pero si fue castigado en las urnas fue precisamente por aplicar un mayor ajuste para pagar la deuda externa, camino que el gobierno ha ratificado. Veamos.

Que hay un ajuste no solo lo demuestra el resultado electoral sino también el reconocimiento del propio gobierno, aunque lo niegue en público. Una planilla de las 4.851 páginas del Presupuesto 2022 revela que desde enero a junio de este año se destinó más plata para la deuda que para Salud o Educación; y más para la deuda que sumado Ciencia y Tecnología, Trabajo, Vivienda, Agua Potable y Alcantarillado y Ecología y Medio Ambiente.

Cristina Fernández también habla de que hay un ajuste, solo que para salvarse de la hecatombe electoral. Es precisamente su gobierno, sus diputadas y diputados y senadoras y senadores quienes vienen votando y acompañando el ajuste y todos los pagos de la deuda.

Tras la derrota el gobierno quiere recuperar parte de los votos perdidos con el cambio de gabinete y sus anuncios electoralistas. Quiere vender que escuchó el mensaje de las urnas. Habla de “ponerle” plata a la gente con la suba del salario mínimo, vital y móvil a 32.000 pesos. Pero esa medida cosmética fue para evitar el escándalo de que el salario mínimo esté por debajo de la canasta de indigencia. También el 80% de las jubilaciones están por debajo de ese índice, que ningún bono va a erradicar. Hasta se les ha reducido el monto para el pago de las sentencias jubilatorias del Presupuesto para el año que viene. Otra vergüenza de este gobierno “nacional y popular”.

Los 150.000 millones de pesos que se anuncian para volcar a lo social son una migaja comparado con lo que se está destinando a los pagos de la deuda externa. El miércoles pasado el gobierno pagó 1.900 millones de dólares al FMI (4.000 millones serán hasta fin de año) con lo que se podrían construir 60.000 viviendas y dar trabajo genuino a 250.000 desocupados. Y de la mano del macrismo de Juntos y de Milei y Espert se apresta a reconocer el endeudamiento Macri-FMI, adosándole al pueblo trabajador una deuda de 45.000 millones de dólares que no vio, sino que fue para la bicicleta financiera.

Además, la designación de Manzur ha sido un cachetazo al movimiento de mujeres que conquistó con su lucha el aborto legal. Manzur es pro Iglesia y un militante anti derecho, además de ser un lobbista de los laboratorios y un hombre respetado por la embajada yanqui e israelí. Siendo gobernador de Tucumán fue noticia en 2019 por la compra de armas al Estado de Israel por 9 millones de dólares, que usa para reprimir.

Otro de los impresentables del gabinete es Aníbal Fernández, el responsable político de los asesinatos de Kosteki y Santillán; quien decía que Julio López podría estar tomando té en la casa de su tía y acusó falsamente al Pollo Sobrero de quemar trenes, entre otras barbaridades. “Nuevo” gabinete que va a impulsar más leyes de saqueo, contaminación y exenciones impositivas como las anunciadas en beneficio de las petroleras, mineras, automotrices y el agronegocio.
Cristina se intenta despegar con sus críticas, pero avaló al nuevo gabinete y respalda el acuerdo que se va a firmar con el FMI. No es cierto por lo tanto como dicen algunos, que al gobierno “le hace falta más kirchnerismo”. Todos están involucrados en esto, Alberto, Cristina, Massa, Kicillof, Máximo, los gobernadores, la CGT y la CTA y los movimientos sociales afines al gobierno.

Las medidas tomadas por el gobierno han ratificado el rumbo que ya fue repudiado. Llamamos a los trabajadores, mujeres, a la juventud, vecinas y vecinos, jubiladas y jubilados, a seguir enfrentando al gobierno por izquierda. A no “castigarlo” votando equivocadamente al macrismo de Juntos que ya gobernó con tarifazos y un brutal endeudamiento o a variantes deplorables, ultra derechistas y mentirosas como Milei. Hay que votar por el Frente de Izquierda Unidad.
 
 


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional provincia de Buenos Aires, Izquierda Socialista/FIT Unidad

Pasaron las PASO y todos los políticos patronales tradicionales (incluído Milei) salen a la caza de quienes no los votaron para después de las elecciones ponerse de acuerdo en seguir salvando a los grandes empresarios, a los ladrones de guante blanco y al FMI. Esa es la regla que se viene dando en todos los procesos electorales. Los únicos que denunciamos todo esto y vamos a seguir estando al lado del pueblo trabajador acompañando sus reclamos por salario o trabajo, somos las y los diputados del Frente de Izquierda Unidad. Esa fue nuestra constante desde que logramos bancas en el Congreso y en las legislaturas desde hace años.

¿Puede seguir creciendo la izquierda en noviembre? Eso nos pregunta el periodismo y quienes vieron con entusiasmo el impacto por la alta votación lograda por el FIT Unidad en todo el país superando el millón de votos y siendo tercera fuerza nacional. No es casual. Crecimos en todo el país, en distritos claves como Provincia de Buenos Aires y CABA. En Jujuy llegamos al histórico 23,6% de los sufragios.

La respuesta es sí, podemos seguir creciendo en noviembre por varios motivos. Primero, porque en estos años desde las PASO a las generales hemos subido en las votaciones. Segundo, porque el desencanto con el gobierno peronista es aún mayor con el anuncio del “nuevo” gabinete con viejos políticos del PJ o viendo el uso electoralista de los anuncios sociales. Intendentes del conurbano incluso reparten bicicletas y el barón del conurbano Mario Ishii, de José C. Paz, entregó bolsas de comida en pleno acto con el presidente. Parte de esa bronca se puede volver a expresar a favor del FIT Unidad.

La fuerte votación del Frente de Izquierda ha entusiasmado a quienes apuestan a fortalecer una alternativa política opuesta a “todos los que nos vienen gobernando”. Se sabe que no da lo mismo que la izquierda esté o no en el Congreso denunciando, proponiendo y levantando la voz por los de abajo.

El gobierno peronista del Frente de Todos quiere recuperar algo de lo perdido para más de lo mismo. Y el macrismo de Juntos quiere capitalizar el voto castigo acrecentando sus bancas para sacar la indemnización por despido o avanzar en leyes anti obreras y antipopulares.

Llamamos a las y los trabajadores y demás sectores populares a estar alertas. Muchos nos votaron diciendo “el peronismo me defraudó, nunca votaría a la derecha de Macri, por eso voté a la izquierda”. Hay que seguir por ese camino. El que castiga de verdad y propone algo distinto es la izquierda.

Somos los únicos que junto al sindicalismo combativo repudiamos y luchamos contra el ajuste, el saqueo del país y el FMI. Somos los únicos que decimos que hay que dejar de pagar la deuda externa para que la plata vaya a salario y trabajo. La disyuntiva es FMI o FIT Unidad. No hay otra. Para eso hay que seguir teniendo diputadas y diputados de izquierda.

Con el resultado de las PASO estaríamos logrando dos bancas al Congreso Nacional desde Provincia de Buenos Aires y un legislador por la tercera sección electoral por ese distrito. También estamos peleando otra por CABA -además de lograr dos legisladores- y por Jujuy. Quedamos a su vez muy cerca de poder conquistar algunos concejales en el conurbano. Todo esto se tiene que coronar el 14 de noviembre. Por eso no hay que bajar la guardia. A seguir apoyando al Frente de Izquierda Unidad siendo voceros de sus propuestas en los lugares de trabajo, colegios, barrios y plazas, haciendo la cadena del voto para lograrlo.


Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional por Izquierda Socialista /FIT Unidad

El gobierno de Alberto Fernández acaba de realizar un nuevo pago en efectivo al FMI. Fue por la suma de 1.900 millones de dólares (340.000 millones de pesos). En medio de la crisis, la desocupación y la miseria, se sigue priorizando el pago de la deuda.

Mientras el gobierno del Frente de Todos sigue declamando que la deuda tomada por el macrismo con el FMI, por casi 50.000 millones de dólares, fue un auténtico fraude y utilizada en su totalidad para la fuga de capitales, sin embargo sigue abonándola sin chistar.

En este caso, la anécdota llega a niveles de escándalo. A comienzos de año el FMI anunció la entrega a cada país del mundo de un monto de dinero, en lo que se denomina “derechos especiales de giro” para aplicarlo a las necesidades de la pandemia. Tengamos en claro que no se trata de ninguna “beneficencia” por parte de Fondo: la inmensa mayoría de ese dinero fue, obviamente, a los propios países imperialistas. Pero a la Argentina le tocaron 4.500 millones de dólares. Lo indignante es que el gobierno, en vez de aplicarlos a resolver las más urgentes necesidades sanitarias o sociales, decidió usar ese dinero para pagarle...al propio FMI, por los vencimientos de las cuotas del fraudulento préstamo tomado por Macri. O sea la plata entró por una puerta y salió por la otra. Lo mismo se hará con la próxima cuota que vence con el Fondo, por un monto similar en el mes de diciembre. Totalmente opuesto a lo que varios referentes kirchneristas habían planteado el 25 de mayo. Y, por contrapartida, exactamente igual a como lo planteó la propia vicepresidenta Cristina Fernández en el acto de lanzamiento de la campaña del Frente de Todos.

El gobierno dijo que “tomó nota” de los resultados electorales. Y que, ahora sí, se le pondrá plata en el bolsillo a la gente. Pero hizo todo lo contrario: la plata que se le entrega al FMI es mucho más que todos los anuncios que se hicieron, que no alcanzan el nivel de una aspirina, en comparación con lo que requiere el drama popular.

¿Qué se podría haber hecho con esa plata?

Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad somos tajantes: con los 1.900 millones de dólares que se pagaron al Fondo se podrían haber construido 60.000 viviendas populares, dando trabajo a 250.000 desocupados. ¡Eso sí que hubiera sido “ponerle plata en el bolsillo a la gente”!

Y todo esto no es lo peor. El gobierno del Frente de Todos, con el acuerdo de Juntos por el Cambio e incluso de los libertarios de Milei y Espert, se apresta a firmar un nuevo acuerdo con el FMI, que significará más ajuste, miseria para el pueblo trabajador y saqueo de nuestras riquezas.

Es inconcebible que el gobierno peronista del Frente de Todos siga pagando una deuda usurera y fraudulenta en plena pandemia. Ya el año pasado se nos vendió que, después del acuerdo con los acreedores privados, “ahora sí” se comenzaba el crecimiento y la redistribución de la riqueza. Nada de eso pasó. Por el contrario, se comenzó la larga negociación de la otra fase de la deuda externa, la que se le debe al FMI.

Así no hay salida, ni para reactivar la economía, ni para redistribuir la riqueza. Se repite la historia, más pagamos, más debemos. Y nos seguimos sometiendo a los dictados de ajuste del FMI. Solo el Frente de Izquierda Unidad tiene una propuesta alternativa frente a los “pagadores seriales de la deuda”: hay que suspender inmediatamente todos los pagos, romper los lazos políticos y económicos que nos sujetan al Fondo y lanzar un plan económico de emergencia, obrero y popular que atienda las urgencias de salario,  trabajo, salud, educación y vivienda.


Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña y candidata a diputada nacional por Izquierda Socialista /FIT Unidad

El presidente Alberto Fernández dijo haber escuchado “el mensaje de las urnas”, y que se iba a hacer todo lo necesario para poner plata en los bolsillos populares y así reactivar la economía. Sin embargo, las nuevas medidas anunciadas no mueven el amperímetro. Son apenas migajas que no modifican la realidad: los salarios y las jubilaciones siguen pulverizadas por la inflación.

Un salario mínimo que no es ni “vital” ni “móvil”

Leamos la ley de contrato de trabajo. Su definición de lo que es el salario mínimo parece una burla frente a la realidad actual. Establece que este “es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral. Debe asegurarle alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional. Debe ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida”.

El “gran anuncio del gobierno” es subirlo de 29.000 a 32.000 pesos a diciembre. Por lo que seguirá estando lejísimo de alcanzar la línea de pobreza, y apenas superando el límite de indigencia. Ni que hablar de garantizar los rubros que establece la ley que citamos en el párrafo anterior. Recordemos que la canasta de pobreza oficial está en 68.359 pesos. Y los trabajadores de ATE Indec la calculan en 108.660 pesos. A años luz del valor del valor del actual incremento.
Y en cuanto a “ajustarse periódicamente”, basta decir que en los últimos seis años, aún después de este aumento, el salario mínimo lleva perdido el 30% de su valor frente a la inflación. Si simplemente se hubiera ajustado el salario mínimo de 2015 (que ya era bajo) por la inflación hasta hoy, debería estar en 44.700 pesos.

Los jubilados siguen siendo el pato de la boda

Estaría “en estudio” un posible nuevo bono a los jubilados que cobran la mínima, de alrededor de 6.000 pesos. Nuevamente, ni con eso se cubrirá el escandaloso robo jubilatorio que se viene llevando adelante desde fines de 2019, cuando se eliminó la anterior movilidad jubilatoria. Los haberes previsionales siguen acumulando pérdidas comparados con la inflación y lo que cobran el 90% de los jubilados está en la mitad de la canasta de la Tercera Edad.
La continuidad del impuesto al salario

El gobierno del Frente de Todos también anunció un incremento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias. Lo dijimos una y mil veces: el salario no es ganancia, y por lo tanto no debe pagar ese impuesto. El promocionado aumento del mínimo no imponible es una medida que ya se anunció varias veces, pero que se pospuso en su aplicación, haciendo que cada vez más categorías de trabajadores queden alcanzados por dicho tributo. De hecho, al no habérselo reglamentado hasta ahora, hace que los trabajadores seguirán teniendo descuentos hasta el mes de noviembre. O sea, por el simple hecho de posponer el aumento, el gobierno ya le robó 10 meses de enormes descuentos sobre los salarios en este concepto.

Hace falta un verdadero plan de emergencia

Así no se resuelve absolutamente nada. Empezar a atacar la pobreza, el desempleo y la marginación social, requiere de otras medidas: otorgar un aumento de emergencia para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar, hoy en 108.000 pesos; aumentar las jubilaciones hasta llegar a la canasta de la tercera edad (62.000 pesos) y desde ahí aplicar el 82% móvil;  implementar un IFE de 40.000 pesos para todo el que lo necesite; y poner en marcha un plan de construcción de viviendas populares para crear trabajo genuino. Todo financiado con los fondos que se ahorrarían de suspender el pago de la deuda externa y romper con el FMI. Esta es la propuesta del Frente de Izquierda Unidad.


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