Jul 20, 2024 Last Updated 12:59 AM, Jul 20, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Guido Poletti

La semana pasada, del 23 al 25 de enero, se realizó en Buenos Aires la cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). La Celac es un ámbito regional que, a diferencia de la OEA (Organización de los Estados Americanos) excluye a Estados Unidos y Canadá e incluye a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por eso desde el gobierno del Frente de Todos se ha insistido discursivamente que este foro es la principal herramienta para la “unidad latinoamericana”, y para ganar independencia ante los Estados Unidos. Del mismo modo, se lo mostró como el escenario del “gran retorno” de Brasil a ese espacio, con la llegada de Lula al gobierno.

Muy lejos estuvo la cumbre de la Celac de ser un foro que atienda los reales problemas de los pueblos de Latinoamérica. Empezando por el tema más candente: la declaración final no se pronunció contra la represión salvaje de Boluarte en Perú. Más aún, hubo un representante de la cuestionada presidenta en la mismísima Cumbre. Brasil, con el presidente Lula, la “estrella” del evento, directamente reconoció al gobierno de Boluarte, diciendo que su ascenso al poder había sido legítimo. Alberto Fernández tampoco se pronunció en la Cumbre. Por supuesto, como era de esperar, tampoco hubo ningún tipo de crítica a las dictaduras de Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua o del gobierno cubano, que en estos mismos días está decretando condenas de años de prisión a los participantes de las marchas de protesta del año pasado.

Brasil, Argentina y la moneda común

El gobierno del Frente de Todos trató también de vender la Cumbre como el gran momento para avanzar en un nuevo proceso de integración con Brasil, que nos “salvaría” en el futuro próximo. Más allá de algunos negocios a la medida de las transnacionales de ambos países (como la construcción de un gasoducto para que lo producido en Vaca Muerta pueda llegar al Brasil), de lo que más se habló fue de una supuesta “moneda común” entre los dos países. En realidad se trató de una auténtica cortina de humo, como muchos funcionarios y economistas se encargaron de desechar poco después. No es muy distinto a aquello que se anunciaba más de una década atrás, cuando Néstor Kirchner, Lula y Chávez hablaban de “un oleoducto de Caracas a Buenos Aires” o del lanzamiento de un “Banco del Sur”, todos proyectos que nunca pasaron de la retórica.
Es que de lo que nunca se habló, ni se hablará en estos foros, es de lo que de verdad se necesita: una auténtica unidad antiimperialista latinoamericana, que comience por suspender los pagos de la deuda de la región, conformando un club de deudores, estatizando los recursos hoy en manos de las transnacionales y potenciando todas esas riquezas para resolver el drama de los pueblos de Latinoamérica, la región con la desigualdad más alta del mundo.

El resto de lo que dejó la Cumbre

La Celac tuvo también su propio capítulo “criollo”. Evo Morales se hizo presente para llevar adelante la Cumbre de los Pueblos, pretendiendo representar a una corriente más “progresista” que la media del continente. La vicepresidenta Cristina Fernández buscó competirle a Alberto intentando recibir a los miembros de la reunión en su propio despacho del Senado, pero sufriendo el desplante del propio Lula. Finalmente, se dio el encuentro entre organismos de derechos humanos, el presidente Alberto Fernández y Lula, donde se dejó afuera al ministro kirchnerista Wado de Pedro, con el escándalo consiguiente.

En síntesis, una Cumbre deslucida, que dejó poco incluso para el aprovechamiento político del gobierno. Pero, por sobre todo, nada de nada para los pueblos de la región

El Frente de Izquierda Unidad se movilizó y realizó una acto en las puertas de donde se celebraba la cumbre de la Celac, para repudiar la presencia del representante del gobierno de Dina Boluarte, exigir la ruptura de relaciones diplomáticas y manifestar nuestro apoyo a la lucha del pueblo peruano. Hablaron nuestro compañero de Izquierda Socialista Pablo Almeida, Christian Castillo (PTS), Celeste Fierro (MST) y Néstor Pitrola (PO). También hicieron uso de la palabra, entre otros, el Nuevo Mas, Opinión Socialista y varios miembros de la comunidad peruana, que se hicieron presentes en el acto, los que además aportaron con música de ese país.

Entramos en un año electoral, donde los partidos patronales que vienen gobernando el país desde hace décadas vuelven a la carga con sus candidatos, para tratar de mantenerse en el gobierno, en el caso del peronismo del Frente de Todos, o de recuperarlo por parte de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.  Todos ellos están inmersos en públicos debates sobre las candidaturas. Hasta Milei entró en la danza de nombres, ya que sectores de Juntos por el Cambio quieren acompañarlo en la provincia de Buenos Aires. Es un festival de nombres para ocupar cargos, pero ninguno se preocupa por ver cómo solucionar los gravísimos problemas que afectan al pueblo trabajador.  Con diferencias de discurso entre los partidos, todos tienen como horizonte continuar con el pago de la deuda externa, con el mantenimiento de las multinacionales al frente de todos los servicios públicos, con el saqueo del gas, el petróleo y el resto de nuestras riquezas, y con la aplicación de un ajuste creciente que empeorará la pobreza, la indigencia y traerá una mayor decadencia en la condiciones de trabajo, salud y educación públicas.

Es necesario y urgente que desde el Frente de Izquierda Unidad presentemos nuestros candidatos a cargos nacionales, como lo es la fórmula presidencial, para dar certeza a nuestros electores de que vamos con candidaturas unificadas en las distintas categorías en cada distrito. No queremos las PASO para armar nuestras listas. Eso nos lleva a gastar ingentes esfuerzos en la disputa entre nosotros en vez de destinar toda la fuerza militante a denunciar y enfrentar a los partidos patronales, responsables del desastre de nuestro país.

Creemos que existen posibilidades para lograr una fórmula única. Desde el PTS lanzaron la candidatura presidencial de Myriam Bregman, actual diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires y una referente de la izquierda en nuestro país. Desde el PO, como otro de los partidos integrante del FIT Unidad, proponemos que ocupen la candidatura a la vicepresidencia, por ejemplo con su dirigente Gabriel Solano o con quién ellos decidan. Partiendo de un acuerdo de este tipo podríamos acordar el resto de las candidaturas más importantes en cada distrito, buscando equilibrios en los cargos expectables evitando las proscriptivas PASO. Al servicio de esas candidaturas unitarias desde Izquierda Socialista proponemos a nuestras y nuestros principales referentes y dirigentes en cada provincia, y a la diputada y diputado nacionales electos Mónica Schlotthauer y Juan Carlos Giordano, que ya ocuparon sus bancas y las pusieron al servicio de las luchas y de postular la salida obrera y socialista que levanta el FIT Unidad.



Escribe Mariano Barba

Al gobierno peronista del Frente de Todos se le pusieron los pelos de punta cuando el Papa Francisco afirmó que “hoy la pobreza en Argentina está en el 52% y que la inflación es impresionante ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”. Inmediatamente Gabriela Cerruti, portavoz de la presidencia, le respondió “todos sabemos que esto es producto de los cuatro años de macrismo.” Ni el Papa Bergoglio ni la respuesta del gobierno reconocen que las verdaderas causas de la pobreza hay que buscarlas en los gobiernos capitalistas que llevan de desastre en desastre al pueblo trabajador argentino y a toda la humanidad.

El Papa con su declaración a la agencia Associated Press tomó distancia del desastre del gobierno y generó un revuelo importante en el oficialismo, porque la crítica venía de un aliado que encima es peronista. El presidente se sintió afectado y salió a responder a Bergoglio afirmando que: “Lo que debo decir es que mientras gobernó Perón otra era la realidad argentina y cuando empezaron a sucederse gobiernos dictatoriales, siempre regidos por las lógicas liberales y de conservadores, generaron lo que generaron”. Con esta respuesta de Alberto y de la vocera Cerruti, el gobierno está liberando de toda responsabilidad al peronismo que de los últimos treinta y nueve años gobernó durante veintesiete. Es más, los fuertes planes de ajuste se comenzaron a aplicar desde la década del ´70 con Perón en vida y luego con Isabel, que desembocaron en el Rodrigazo en 1975 y el posterior golpe militar. La dictadura militar, a sangre y fuego, impuso un plan de entrega y endeudamiento que no ha cesado hasta la actualidad. Todos los gobiernos posteriores, radicales, peronistas y macristas, durante cuarenta años, son los responsables de acrecentar la pobreza, la desocupación y la miseria.

Los gobiernos capitalistas lo hicieron

El Papa, para explicar la extrema pobreza y la “impresionante inflación”, afirma que es por “mala administración, malas políticas”. Es una crítica al actual gobierno peronista del Frente de Todos para preservar a la iglesia católica de la pésima gestión de Fernández-Cristina. En cambio, para Cerruti el responsable es el anterior gobierno de Macri. Allí termina la diferencia entre Francisco y Alberto. Ni uno ni otro explican las verdaderas causas de la pobreza que abate a los trabajadores, la juventud y las mujeres en nuestro país.

La razón de fondo de la decadencia argentina, al igual que en el resto del mundo, son los gobiernos que sostienen un sistema capitalista totalmente agotado y que se sustenta solo en la súper explotación de las y los trabajadores, el pago de la deuda externa, el saqueo de las riquezas naturales, la caída del salario y el crecimiento de la miseria, la pobreza y la desocupación.

Veamos: en nuestro país podemos medir el crecimiento de los porcentajes de pobres cada diez años: en la década de 1970 la pobreza promedio fue de 5,7%; en la década siguiente se pasó al 19,6% (Alfonsín); en la década de 1990 (Menem-Cavallo y la Alianza) creció al 26,4%; en la década del 2000 (peronismo kirchnerista) alcanzó niveles de 33,4%. Macri al 37,3 % y en la actualidad con Alberto-Cristina se aproxima al 50%.  Con un agravante que pesa en el presente y augura un futuro calamitoso, que más de la mitad de los niños son pobres y no terminan la escuela secundaria. Otra medición del ajuste es el crecimiento de la deuda externa que aumentó gobierno tras gobierno, de 40.000 millones de dólares al final de la dictadura a los 350.000 de la actualidad.

Para salir de  este círculo destructivo y hambreador hay que terminar con el capitalismo, ya que con el peronismo en el gobierno, al igual que con Juntos por el Cambio, seguirá el ajuste contra el pueblo trabajador. También Javier Milei, que se presenta como antisistema, es un representante incondicional del capitalismo, por algo su economista modelo es nada menos que Domingo Cavallo, el hacedor de todos los desastres de la década menemista que entregó las empresas públicas dejando un tendal de desocupados y al país a merced de las multinacionales.

Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad impulsamos la lucha por cambiar de fondo la orientación del país; y para eso hay que realizar una transformación de fondo y postular otra alternativa política para el pueblo trabajador. Plantear una salida de izquierda, con un plan económico obrero y popular para enfrentar al imperialismo y terminar con las multinacionales que se llevan todo. Dejar de pagar la deuda externa, romper con el FMI y poner todos esos recursos al servicio de resolver los más urgentes problemas populares. Un programa contra el sistema capitalista que solo podrá llevar adelante un gobierno de las y los trabajadores que luche por el socialismo.

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Nahuel y Aaron eran primos. Tenían catorce y quince años respectivamente y vivían en el barrio Los Ceibos, en González Catán. El lunes 15 de enero fueron acribillados por policías de la Comisaría de Villa Dorrego.

Según los testigos, fueron a buscar un cargador de celular a lo de su tía, a una cuadra y media de su casa. Después se escuchan siete disparos, y uno de los amigos de Nahuel gritó: ‘María, le pegaron a Nahuel’. Los testigos cuentan que eran policías en un auto gris; uno se bajó, le disparó primero a uno y luego al otro.

La causa está en manos del Juzgado de Menores de San Justo, pero la familia de las víctimas denuncia que no avanza. Por eso el miércoles pasado se realizó una movilización en la Ruta 3, a la altura del kilómetro 32, para exigir que la investigación se acelere. “La policía siempre pasaba y le decía cosas a los pibes que estaban sentados en la esquina. A mi sobrino, cuando caminaba por la calle, le decían `subite a la vereda, negro de mierda´. Así tratan a todos los pibitos”, cuenta María, que define a su hijo como “un chico bueno, sin maldad, al que le gustaba jugar a la pelota, salir y juntarse con los amigos”. “Estamos todos devastados, es algo que no puedo explicar. Cuando cortamos la ruta se sumaron muchos vecinos, en el barrio hay muchos chicos de la misma edad y tenemos miedo de que esto vuelva a pasar”, finaliza. Exigimos justicia por Aaron, por Nahuel. Basta de gatillo fácil. El gobierno nacional, el provincial de Kicillof y el intendente de La Matanza Fernándo Espinoza son responsables.     

Corresponsal               

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