Escribe Alan Corbalán, Presidente del C.E. de la E.E.S N° 20 de La Matanza, Buenos Aires
Desde la agrupación Papel Secundario entendemos que la educación pública decae cada vez más, por culpa de los gobiernos que no ponen plata con la excusa de que no hay. A ellos les decimos, ¡si hay plata! pero es usada para pagar la fraudulenta deuda externa, la cual estaremos pagando durante más de 100 años. Entonces, ¿vamos a tener que esperar más de 100 años para tener una educación pública, gratuita y de calidad?
Proponemos dejar de pagar inmediatamente la deuda externa e invertir toda esa plata en trabajo, salud y ducación. Queremos lejos a la iglesia y los curas abusadores de la educación, por lo que planteamos la separación de iglesia y el estado, y que la plata que se destina a la iglesia vaya para mejorar los edificios y los comedores de las escuelas. Hoy, por ejemplo en La Matanza, sobreviven con un presupuesto de $24 por alumno que no alcanza para nada. Incluso en el distrito con más recursos económicos del país, Ciudad de Buenos Aires, Larreta les manda viandas podridas a los colegios.
No a la educación diferenciada para pobres y para ricos, fuera esas empresas que se disfrazan de escuela y encima reciben subsidios del Estado, estamos en contra del fomento estatal a la educación privada.
Lxs estudiantes tenemos derecho a decidir sobre nuestra educación, por lo que planteamos que en las escuelas haya un cogobierno junto a lxs docentes y directivos. Las reformas educativas deben ser tratadas junto a lxs docentes, familias y alumnxs. Tenemos que ser nosotros quienes las decidimos, no un ministro. Abajo la aplicación de la NES (Nueva Escuela Secundaria) que, amparada por la Ley Nacional de Educación del kirchnerismo, degrada la educación media. No a los modelos de “Secundaria del Futuro” que anulan contenidos y mete trabajo gratuito o precarizado bajo el disfraz de “pasantías”.
Luchamos también por erradicar la violencia de genero en los colegios, por protocolos y la implementación de la ESI. Queremos frenar todos los “protocolos anti-tomas” que buscan criminalizar la lucha que damos por defender nuestro derecho a estudiar.
Defendamos una educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad.