Escriben Alan Corbalán, Dirigente de la Juventud de Izquierda Socialistla La Matanza y Fito Columbich, consejero directivo del FIT en el Instituto Olga Cossettini 28 Rosario.
Luego de los desastrosos 4 años de Macri, la asunción de Alberto Fernández abrió una importante expectativa en sectores de la juventud. Queremos discutir si este nuevo gobierno peronista tiene la voluntad política de cambiar el decadente rumbo económico y social del país o si, con otro discurso, continúa aplicando políticas de ajuste y sometimiento al imperialismo.
Las dos Pandemias
La primera de estas pandemias es la de coronavirus, que dejó expuestas todas las falencias del sistema capitalista, mostrando específicamente la falta de inversión en el sector de salud. Desde el inicio de la cuarentena diversos gremios de profesionales de dicho sector (como CICOP en Buenos Aires o el SITE de Tucumán) denuncian falta de insumos, de personal, camas, respiradores, etcétera. Pasados más de 100 días de declarada la emergencia sanitaria el gobierno no solucionó ninguno de estos faltantes.
El gobierno habló en un momento de “centralizar el sistema de salud para de- rrotar la pandemia”, pero lamentablemente no avanzó en ese sentido, a pesar de ser una medida necesaria para fortalecer la lucha contra el coronavirus. Nuestra exigencia es que se nacionalice todo el sistema de salud privado, farmacéuticas, laboratorios y toda industria necesaria para combatir la pandemia. Que pase a manos del Estado bajo control de sus trabajadorxs, profesionales y técnicos. Se debe proteger al personal de salud que es imprescindible.
En un contexto de miles de contagios por día, el gobierno de Alberto Fernández permitió la apertura de cientos de empresas que no son esenciales. En fábricas como la chocolatera Fel-Fort la patronal obligó a sus empleadxs a trabajar para hacer huevos de Pascua y hoy tienen decenas de contagios. En este momento el 85% de la industria está habilitada para funcionar. Un descalabro. La irresponsabilidad del gobierno hizo que trenes y colectivos colapsaran al igual que sus estaciones provocando una gran aglomeración de personas. Ahora que el sistema de salud está al borde del colapso quiere delegar la responsabilidad en trabajadorxs que salen sin el “permiso” a ganarse el pan, cuando la desidia es del gobierno que permite la apertura de miles de fábricas en todo el país, y que obliga a salir a la calle a quienes no perciben salario ni ingreso alguno.
Afirmamos que se debe sostener la cuarentena mientras no haya cura, tratamiento efectivo o una situación controlada. Pero la misma debe ser sin hambre, despidos, suspensiones y represión. El gobierno debe garantizar los recursos para que millones no se vean obligados a salir.
Un sector totalmente relegado
En las villas y asentamientos precarios quienes no tienen para comer caen en el olvido total del gobierno: las bolsas de alimento que éste envía para que repartan las escuelas (solo primarias y jardines) son completamente insuficientes. Incluso muchas familias denuncian que llegan alimentos vencidos. En lugares como La Matanza, por ejemplo, el gobierno mandó al ejército a repartir viandas: solo se reparten 24.000 mientras que en el municipio hay 2.700.000 de habitantes y más de un 60% de pobreza.
Luego de varios días del anuncio de la cuarentena el gobierno decidió lanzar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), después de recibir muchas críticas de miles de cuentapropistas que se dedican a trabajos de electricidad, plomería, etcétera; también de más del 40% de trabajadorxs informales que hay en el país, que quedaron sin ingresos en su mayoría. Se estima que 4 millones de personas que necesitan el IFE no lo cobraron y quienes lograron “calificar ” para recibirlo pasaron una gran odisea al punto que se tardó dos meses en algunos casos. Una ayuda que consideramos insuficiente (10 mil pesos), porque está lejos de los $63.372 calculados por la Junta Interna de ATE INDEC para una familia.
Esto claramente dejó a miles de familias por debajo de la línea de la pobreza. Decimos claramente que se necesita un IFE de $30.000 para cubrir las necesidades de millones, y que se entregue a quien lo necesite. A contramano de esta política de gastar lo menos posible, el gobierno subsidia los salarios de miles de pesos de los grandes CEO’s de las multinacionales. Prioridades.
Fernández repite en las conferencias de prensa y cadenas nacionales que esta crisis nos afecta “a todos por igual”. No coincidimos. Esta crisis no afecta por igual a los grandes multimillonarios del país como Marcos Galperín o Alfredo Coto, a cómo afecta en los barrios más vulnerables, donde por la desidia de distintos gobiernos fueron focos de contagios como la Villa Itatí o la Villa 31 donde lxs vecinxs estuvieron más de una semana sin agua, un elemento básico para la prevención del Covid-19.
Alberto Fernández en la segunda conferencia de prensa donde anunció la extensión del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) dijo: “Algunos miserables olvidan a quienes trabajan para ellos y en la crisis los despiden”. Refiriéndose al multimillonario Paolo Rocca, quien despidió a 1.450 trabajadores de su empresa Techint. Alberto dijo que eso iba a solucionarse y prohibió los despidos a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Sin embargo, al comienzo de la cuarentena le siguió una ola de despidos por parte de las patronales multimillonarias que no quieren perder un centavo. El mismo DNU permitía los despidos si eran acordados con los sindicatos, los cuales en su gran mayoría son dirigidos por el peronismo. El gobierno no solo no castigó a Techint sino que lo premió pagando el 50% del sueldo de sus trabajadores, al igual que Coca Cola y mu- chas otras empresas que tienen ganancias de millones de dólares. Un despropósito.
Por si fuera poco, de la mano de la CGT, el gobierno y la Unión Industrial Argentina (UIA) pactaron una rebaja del 25% en el sueldo de trabajadorxs del sector privado. En algunos casos este ajuste fue mayor, como por ejemplo en las cadenas de comida rápida, en las cuales se dieron peleas de miles de jóvenes en todo el país para evitar ese ajuste.
El Gobierno decidió seguir pagando la deuda externa y beneficiar a los empresarios más ricos, esto junto con el COVID profundizaron una gran crisis social. Así pasamos de tener un 35% de pobreza en diciembre del 2019 a tener, según los pronósticos más favorables, una pobreza del 50% un año des- pués. UNICEF Argentina estimó que el índice de pobreza en niños, niñas y adolescentes llegará al 58,6 por ciento a fin de año.
En este contexto Alberto prioriza el pago al FMI y los bonistas, avalando de esta manera una deuda Ilegítima y fraudulenta que contrajo el macrismo. Un “préstamo” del cual no vimos un peso. No se usó para solucionar ninguno de los problemas de lxs trabajadores ni para salud y educación. Desde que asumió el gobierno pagó U$D 4.500 millones haciendo desembolsos inclusive en medio de la pandemia.
El enorme doble discurso
Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se caracterizaron por su doble discurso y el de Alberto es fiel a ese estilo.
Primero con la mentira a los jubilados en campaña: “Voy a aumentar 20% las jubilaciones el 10 de diciembre”. Lejos de eso, la movilidad jubilatoria está suspendida, los aumentos se dan por decreto e inclusive son menores a lo que se darían si se mantuviera la fórmula que estableció la reforma jubilatoria impulsada por el macrismo en el 2017.
El doble discurso siguió con el anuncio de la “expropiación” de Vicentín. Desde la Juventud de Izquierda Socialista estamos de acuerdo con que se expropie esta empresa. Pero decimos que se debe expropiar el 100% de la misma (y no el 51% como YPF) para ser puesta bajo control de sus trabajadores. El gobierno retrocedió de sus anuncios y la patronal que adeuda unos $18.182 millones al Banco Nación hasta el momento salió indemne.
El caso en el que se vio más reflejado el doble discurso de Alberto Fernández fue en el del impuesto a las grandes fortunas. Una iniciativa de la cual el gobierno y sus diputados hicieron mucho alarde pero jamás presentaron nada. Carlos Heller, uno de los artífices de la iniciativa, dice tener el proyecto listo desde el 3 de junio e inclusive afirma contar con la cantidad de votos necesarios para que sea aprobado en la cámara de diputados (necesitan 129 y el gobierno tiene 119 más los votos de los radicales de Ricardo Alfonsín). Lo concreto es que el único proyecto presentado fue el del Frente de Izquierda-Unidad, el cual fue dejado fuera de discusión por parte los diputados del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
Lxs jóvenes seguimos siendo de lxs más golpeados
Todo lo que sufrimos lxs jóvenes en el gobierno de Mauricio Macri hizo que crezca la expectativa en un nuevo gobierno peronista. Durante los 4 años de gobierno de Cambiemos el actual oficialismo posó de combativo y opositor, tirando a la cancha a oradores que en sus discursos iban de punta contra el macrismo. Pero todo esto fue esencialmente para la tribuna. La realidad es que el peronismo prestó una enorme colaboración al gobierno anterior tanto dentro del Congreso aprobándole sus leyes de ajuste como desde sus posiciones en la burocracia sindical traicionando y conteniendo las luchas contra los ataques de Cambiemos a lxs trabajadorxs, la educación y la salud.
En lo que va del nuevo gobierno, lejos de ganar más derechos lxs jóvenes seguimos en las mismas o peores condiciones, somos precarizadxs por empresas multinacionales que se llevan millones de dólares de nuestro país (ver nota precarización laboral).
Alberto Fernández presentó a Sabina Frederic en el Ministerio de Seguridad como la cura al gatillo fácil y la represión, pero estamos muy lejos de esto. En cuarentena la represión y los abusos policiales crecieron,hace casi 70 días desapareció Facundo Astudillo Castro. (Ver nota Represión)
Frente a todo esto somos miles lxs trabajadorxs y jóvenes que nos organizamos y peleamos contra el ajuste y la gran crisis social. Se están dando grandes peleas en todo el país: los trabajadores de La Nirva, quienes hace más de 8 meses que no cobran; los mineros de Neuquén conquistaron un gran triunfo luego de varios días de una lucha que fue apoyada por gran parte la sociedad en neuquina. Ahora los trabaadores están dando una gran pelea con movilizaciones, radios abiertas y demás iniciativas, se suman también los docentes que pelean contra el pago del aguinaldo en cuotas. Estas son algunas de todas las luchas que se están dando en nuestro país.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda-Unidad, junto al Plenario del Sindicalismo Combativo encabezado por el Pollo Sobrero, vamos a seguir impulsando los reclamos obreros y de la juventud.
Es necesario que se implementen de inmediato medidas de fondo para solucionar los problemas de la salud y la crisis social. Somos claros y decimos que esta situación no da para más. Es necesario un fondo de emergencia para combatir el coronavirus y la crisis social, este fondo se debe nutrir de un impuesto a las grandes riquezas del país y el no pago de la deuda externa.