Jul 28, 2024 Last Updated 5:30 PM, Jul 27, 2024

Izquierda Socialista

Escribe José Castillo

Trump, Macron, Merkel: los líderes imperialistas, los responsables del hambre, la explotación y el saqueo planetario, estuvieron juntos en la Argentina. Con ellos confluyeron el dictador chino Xi Jinping, el autócrata ruso Putin y el asesino saudita Mohamed Bin Salman, entre otros. A pesar de un enorme despliegue represivo, decenas de miles nos movilizamos repudiando su presencia y la propia cumbre.

El encuentro realizado en Buenos Aires fue una nueva expresión de la crisis económica, política y militar que viene sufriendo desde hace décadas la dominación imperialista. Con un Trump que volvió a tratar de sobreactuar su lugar de “jefe mundial” cuando se negó a participar de la única reunión a solas con todos los mandatarios presentes. Con un príncipe saudita que, siendo hasta hace pocos meses el aliado privilegiado de Trump en Medio Oriente junto con Israel, pasó por la cumbre casi como un “apestado”, al que solo se le acercó amigablemente Vladimir Putin.

Con un FMI que no puede dejar de mostrar que los números de crecimiento de la economía mundial y de sus distintas regiones se achican producto en el corto plazo de la llamada “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, pero más de fondo por la fragilidad de un sistema financiero global que sigue generando una nueva burbuja especulativa con muchas probabilidades de volver a estallar y con un Macron que, mientras sonreía y buscaba lucir por sus dotes “culturales”, tenía a París “en llamas” por las protestas de los chalecos amarillos. Esta rebelión popular puso en evidencia el trasfondo del G20, sus planes de ajuste y la resistencia a ellos de los pueblos del mundo.

¿Se llegó a algún acuerdo importante?

El desarrollo de la propia crisis y su continuidad fue transformando al G20, surgido como reunión de presidentes en 2008, en un espacio donde cada vez se resuelve menos, en un evento más que refleja la crisis global. Esto es lo que volvió a pasar este fin de semana en Buenos Aires.
La no superación de la crisis económica capitalista abierta en 2007 lleva a choques interburgueses por sus negocios. La disputa comercial de Estados Unidos-China es parte de esa pelea por el reparto de la “torta” que se achicó. Por eso la única reunión que concitaba real interés era el encuentro entre los presidentes Trump y Xi Jinping. Que no pasó de una mera conversación en una cena de trabajo, donde se anunció la suspensión por noventa días de la suba de aranceles de 10% a 25% en la importación de productos chinos. A cambio, Xi Jinping se comprometió a comprar más productos yanquis para reducir el déficit comercial entre ambos países. De ninguna manera esto significa que se haya resuelto el conflicto entre los dos países. Es apenas un “alto el fuego” sin ninguna claridad de qué sucederá después.

Se quiere mostrar como un éxito que se haya logrado firmar un breve documento entre los participantes del G20. Ciertamente, se venía de dos reuniones escandalosas en los meses previos. En el último G7, Trump se había retirado sin aceptar ningún acuerdo. Semanas pasadas, también había fracasado la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico. Esta vez sí hubo un “texto final” de compromiso. Pero es apenas un documento de cinco páginas cerrado a las apuradas, a las 6 de la mañana, en un “contexto global muy difícil”, según reveló uno de los funcionarios argentinos que estuvo presente en la redacción.

Se trata de un texto de compromiso diplomático, con expresiones superficiales e incluso contradictorias, que no logran disimular las profundas diferencias existentes. Pero que refleja que están contenidas todas las exigencias planteadas por Trump. Así se llama a “destrabar los conflictos económicos”, pero, a diferencia de los documentos de todas las reuniones anteriores del G20, no figura la “condena al proteccionismo”, frase expresamente vetada por la delegación norteamericana. Para explicitar más claramente aún los problemas, se plantea “revisar el sistema multilateral de comercio”, porque “la OMC no alcanza sus metas”. La crisis es de tal dimensión que las propias potencias imperialistas cuestionan uno de sus propios organismos que supuestamente garantiza las reglas de juego del capitalismo.
El documento revela más que es una pura formalidad en el contradictorio párrafo sobre el cambio climático. Afirma por una parte: “El acuerdo de París es irreversible y se compromete a su completa implementación”. Para decir en el renglón siguiente: “Los Estados Unidos reiteran su decisión de retirarse del tratado de París”. ¡Las potencias imperialistas no dan un paso para evitar el desastre ambiental al que nos está llevando el saqueo y uso indiscriminado de los recursos no renovables del planeta!

Con respecto al drama de los millones de migrantes y refugiados que huyen de sus países producto de la miseria y las guerras provocadas por el propio saqueo del imperialismo, el texto plantea cínicamente “enfatizar la importancia de acciones compartidas para abordar las causas de los desplazamientos”, lo que deja abierta la puerta para cualquier cosa, desde la represión unilateral que lleva adelante Trump en la frontera mexicana, o Salvini ante los refugiados que intentan llegar a Italia, hasta una eventual “coordinación conjunta” para la represión y la deportación masiva.
Donde sí hubo un pleno acuerdo fue en los llamados a continuar profundizando la superexplotación de los trabajadores. Con el eufemismo “el futuro del trabajo”, se llamó a profundizar la flexibilización laboral a escala planetaria. Y, por supuesto, también hubo acuerdo pleno en cuanto a exigir mayores ajustes a los pueblos y al rol que en esa tarea le corresponde al FMI.

Todo lo que se discutió, en síntesis, fue en contra de la clase trabajadora y de los pueblos del mundo. Para garantizar la “seguridad” de esa reunión se montó un operativo de seguridad descomunal, nunca visto en la Argentina. Obviamente es que nada bueno iba a salir de esa cumbre. Pero los líderes presentes ni siquiera pudieron dar un paso en concreto para salir del empantanamiento y la crisis en que está sumido el capitalismo imperialista desde hace décadas. Se trató de una manifestación más de que es un sistema que no va más, que nada tiene para ofrecer a los pueblos del mundo. Por eso el camino sigue siendo la movilización de los trabajadores y los pueblos contra los ajustes del G20, el FMI y las multinacionales, en la perspectiva de imponer el cambio de fondo: el socialismo.

 

Tags

Escribe José Castillo

Desafiando a un gobierno que trató permanentemente de meter miedo, anunciando “incidentes” y represión, y que incluso durante varios días “no autorizó” el recorrido de la marcha. A un operativo de seguridad nunca visto, que virtualmente rodeó la convocatoria. A provocaciones de todo tipo, que incluyeron la detención de varios manifestantes o la confiscación de camionetas que transportaban banderas políticas. E incluso a que Macri y Patricia Bullrich se jugaron a impedir hasta el propio traslado de quienes querían participar, cerrando el subte, los trenes de todo el conurbano bonaerense y un amplísimo perímetro de la Ciudad. A pesar de todo eso, decenas de miles se manifestaron contra el G20, repudiaron a Trump, a Macron, al resto de los líderes imperialistas, al asesino príncipe saudita Mohamed Bil Salman, a Christine Lagarde y el FMI, y al propio Macri.
Con la presencia destacada de la izquierda, marcharon también organismos de derechos humanos, centros de estudiantes y diversas expresiones sindicales (ambas CTA y el sindicalismo combativo). El kirchnerismo, luego de las declaraciones de Cristina llamando a no marchar (ver nota en estas páginas) aportó una presencia menor y simbólica.

El acto del Frente de Izquierda

Previamente a la marcha, el Frente de Izquierda realizó un acto en el que se leyó un documento elaborado en conjunto por los tres partidos, en el que se señalaba “los mandatarios que concurren a Argentina (Trump, Merkel, Macron, May, Putin, Erdogan y otros) son los responsables de las masacres y bombardeos contra los pueblos de Siria, Libia, Irak, Palestina, Yemen, kurdos, entre otros [...]las principales potencias imperialistas del G20 son las que comandan el FMI y el saqueo en curso al pueblo argentino: pulverización del salario y las jubilaciones, tarifazos, cierres y despidos, para pagarle la fraudulenta deuda a los especuladores [...] Anticipando esta política de ajuste, el gobierno de Macri y su ministra Bullrich han montado un feroz operativo represivo en la Ciudad de Buenos Aires para la reunión del G20, con el claro objetivo de bloquear y agredir a quienes se van a manifestar [...] Denunciamos esta política reaccionaria, que el gobierno del macrismo y sus cómplices del PJ, en el Congreso y en las gobernaciones, aplican todos los días contra los trabajadores argentinos, a cuenta del FMI y de las patronales [...] Por la independencia política de los trabajadores frente a los gobiernos derechistas y al progresismo fracasado. A la barbarie capitalista, le oponemos la lucha por gobiernos de trabajadores y el socialismo internacional”.


Tags

Escribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

Fue noticia. Cristina Fernández se recluyó en El Calafate. Le dio la espalda a la marcha contra el G20. Se borró. Esto no sería novedad, ya que Cristina nunca va a una movilización. Pasa que la orden de no participar fue esta vez también para los referentes K. Llamó específicamente a no concurrir. Por eso no se los vio a Kicillof, a Rossi, ni a ningún otro conocido. La “jefa”, acostumbrada a largas cadenas nacionales, tampoco tuiteó sobre el tema.
Cristina Kirchner, quien pidió el voto “contra el ajuste” y ataca permanentemente a la derecha, no abrió la boca para criticar a “toda la derecha” mundial que se reunió en Argentina. Tampoco dijo nada sobre la “derecha de Macri” que los recibió. Es decir, el Frente para la Victoria (hoy Unidad Ciudadana) despotrica contra el ajuste, el FMI y la derecha, pero cuando hay que jugársela contra estos gobiernos capitalistas e imperialistas saqueadores se borra. Fruto de esto es que la propia Cristina, previo al G20, dio una charla en la “contracumbre” con Dilma aclarando que “no era contra nadie”. Es decir, ni contra Macri, ni contra Trump ni ninguno de los ajustadores que vinieron al país por más ajuste y saqueo.

Esto ha desconcertado a miles de honestos luchadores y jóvenes que creen que Cristina es la salida contra el ajuste y el capitalismo global. A tal punto que algunas agrupaciones que levantan “Cristina 2019” fueron a la marcha, contradiciendo su silencio cómplice y desmovilizador. Esto se une, por ejemplo, a lo que vino manifestando Scioli (el candidato de Cristina que perdió ante Macri), de que Trump “defiende el trabajo y la industria nacional” (Perfil, enero 2017). O a las recientes declaraciones de su ex ministro de Economía Kicillof (ver página 3).

La actitud de Cristina confirma lo que venimos diciendo desde nuestro partido. Cristina, Kicillof y La Cámpora, hicieron “buena letra” ante el G20 porque ya han dicho que no van a romper el acuerdo Macri-FMI y van a seguir pagando la deuda externa. Es más, semanas atrás, Cristina sorprendió con su llamado a la “unidad del peronismo” a lo que ella misma considera la derecha de su partido, es decir, con Pichetto, Urtubey y los gobernadores.
Si el kirchnerismo no enfrenta (¡ni denuncia!) al imperialismo ¿de qué “independencia económica”, “soberanía política” o “combate a las corporaciones” habla? Solo critica a Macri mirando las elecciones del próximo año . El Frente de Izquierda, en cambio, estuvo en primera fila el viernes 30 contra el G20, repudió a Trump y al resto de los líderes capitalistas y explotadores, llamó a romper el pacto con el FMI y está por el no pago de la deuda.

 

Escribe Jorge Adaro, Secretario general de Ademys

El gobierno de Larreta logró aprobar el proyecto de creación de la Unicaba con su mayoría automática de 34 legisladores, pero sin poder traccionar el voto de ningún legislador de la oposición patronal. Aprobaron la ley en absoluta soledad política, con una Legislatura totalmente militarizada y con represión hacia los docentes y estudiantes que nos opusimos durante un año de intensa lucha.

La jornada del 22 de noviembre fue el corolario de dos días de intensa movilización, que comenzó el martes 20 con una multitudinaria marcha desde Palacio Pizzurno hasta la Legislatura, con la presencia de los sindicatos docentes (Ademys y UTE, que realizamos un paro el propio 22), los rectores nucleados en el CESGE y los estudiantes referenciados en la CET. La movilización del 20 concluyó con un acto y un acampe hasta la mañana del 22, cuando se realizó un “abrazo educativo” de docentes de Ademys y estudiantes para intentar impedir el ingreso de los legisladores a la escandalosa sesión. Lamentablemente la UTE trató de desmovilizar y desarticular las medidas, dando por perdida la pelea de antemano, al punto que primero convocó a un acto simbólico a las 13, luego del inicio de la sesión. Pero frente a la presión del activismo, tuvo que adelantar su convocatoria a las 10, pero siempre evitando ser parte del abrazo educativo convocado por Ademys. El colmo de esta posición fue la acción de la legisladora kirchnerista Lorena Pokoik que, junto con sus asesores, atacaron a los docentes y estudiantes que realizábamos el abrazo educativo para romperlo y buscar que actúe la represión policial contra los manifestantes.

En este marco fue muy importante el papel jugado por Ademys durante todo el conflicto, ubicándose a la cabeza del mismo junto al movimiento estudiantil, siendo reconocidos por toda la comunidad educativa, y atacados a la vez por la ministra de Educación Acuña y otros funcionarios, que trataron de deslegitimar nuestro protagonismo. Les duele el crecimiento del sindicalismo combativo y el rechazo que logramos a la ley de “coexistencia”, que desde el gobierno buscaron pactar con los otros sindicatos. También tuvo amplia repercusión la presencia de Nora Cortiñas junto a Ademys, quien se acercó para solidarizarse con los docentes y estudiantes reprimidos.

El gobierno intentó primero hacer pasar su proyecto inicial con la directa desaparición de los 29 profesorados y luego, frente a una lucha masiva, con su nuevo proyecto llamado de “coexistencia” que implica el cierre “paulatino” de los institutos, obligados a “competir” por la matrícula estudiantil y los recursos presupuestarios con la Unicaba. El gobierno se equivocó al creer que con su nuevo proyecto iba a romper la unidad que se opone a la Unicaba, ya que la fuerte movilización impidió que pudiesen cooptar a los sectores más vacilantes. Algunos medios llegaron a hablar de un triunfo “pírrico” del macrismo.

El gobierno se volverá a equivocar si supone que la aprobación de la ley cierra el conflicto en el nivel terciario. Dimos pelea hasta el último minuto para evitar la aprobación, no aceptando ninguna “derrota digna” como quería imponer la burocracia sindical. Ahora se abre la lucha para impedir la implementación de la ley y evitar que la Unicaba se ponga en funcionamiento en 2020. Es necesario seguir coordinando entre todos los sectores para continuar dando de manera unitaria y consecuente esta pelea, generando mecanismos asamblearios abiertos para derrotar el proyecto del gobierno. La desconcentración del mismo 22 fue con una importante marcha de miles de estudiantes y docentes, que llegó a la sede de la Dirección de Educación Superior. Esa marcha final demostró que el movimiento de lucha sigue en pie y dispuesto a dar la pelea durante el próximo año. Incluso sectores estudiantiles, acompañados por la Juventud de Izquierda Socialista, desbordaron a la conducción kirchnerista de la CET y fueron a realizar un corte de la avenida 9 de Julio en el Obelisco esa misma tarde.
Es de destacar también el rol jugado por todos los legisladores porteños del FIT. Laura Marrone, de Izquierda Socialista, desde fines de 2017 denunció el proyecto de la Unicaba, con numerosos artículos y charlas, y junto a Gabriel Solano, Patricio Del Corro y Myriam Bregman apoyaron cada medida de lucha en defensa de los 29 profesorados.

Luego de aprobada la ley, supervisores de todos los niveles educativos firmaron un repudio a la Unicaba, lo que demuestra la enorme fuerza que tiene nuestra lucha. Ahora es necesario plantear la coordinación nacional de la docencia y los estudiantes para enfrentar el cierre de los profesorados en todo el país. Prácticamente en simultáneo con la aprobación de la Unicaba, se daba a conocer el recorte y cierre de muchas carreras en los profesorados bonaerenses para el año próximo, dejando en claro que el ajuste educativo es de carácter nacional, tiene a Macri como el principal responsable y a los gobernadores como cómplices de este brutal ajuste exigido por los organismos internacionales.

El gobierno de Vidal profundiza su ajuste a los terciarios. Los profesorados venimos padeciendo la falta de presupuesto como el conjunto de la educación pública. La mayoría de los ISFD no contamos con edificios propios y, donde sí, están en pésimas condiciones. Ahora Vidal pretende cerrar carreras y comisiones.

Ante este ataque, los estudiantes respondimos con organización y lucha. Desarrollando asambleas autoconvocadas, movilizaciones a las jefaturas zonales y cortes de calles en muchos distritos de la provincia. Incluso rápidamente coordinamos una movilización provincial a la DES (Dirección de Educación Superior) en La Plata, exigiendo la anulación del recorte.

Desde Estudiantes en Marcha, Terciarios de Izquierda Socialista, impulsamos la organización y asambleas por institutos, la coordinación por zonas y provincial, para profundizar la movilización que frene este nuevo ataque a los terciarios. Además impulsamos la unidad con los docentes, porque también significa despidos y pérdidas de horas. Lamentablemente los sindicatos docentes provinciales organizados en el FUDB, en vez de impulsar un paro y ayudar a la movilización conjunta, sólo declaran su rechazo, pero no impulsan un plan de lucha unificado.
Llamamos a seguir con la organización y coordinación provincial para profundizar la movilización y que se anulen los decretos del ajuste.

Corresponsal

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

A Luchar / Nuestro modelo de sindicalismo combativo y democrático es distinto

A Luchar / Nuestro modelo de sindic…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

¿Unidad del peronismo o unidad de la izquierda?

¿Unidad del peronismo o unidad de …

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

Vení al Plenario de lanzamiento de A Luchar

Vení al Plenario de lanzamiento de…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

¡No a la tregua de la CGT!

¡No a la tregua de la CGT!

17 Jul 2024 El Socialista N° 586

Francia / De la derrota de Le Pen a la inédita crisis de gobierno

Francia / De la derrota de Le Pen a…

17 Jul 2024 El Socialista N° 586