Dec 17, 2025 Last Updated 3:33 AM, Dec 16, 2025

Izquierda Socialista

Escribe: Silvia Santos, Dirigente UIT-CI

Este texto que hoy compartimos, se apoya en las elaboraciones de Nahuel Moreno, dirigente del trotskismo latinoamericano y mundial, contenidas en el libro “China de la Revolución a la restauración capitalista” (junto a otros autores) y en polémicas con la dirección de la IV Internacional, SU.(1)

La mayoría de las y los jóvenes luchadoras y luchadores que se acercan a la militancia revolucionaria poco conocen del fenómeno de la revolución cultural china, un hecho ocurrido hace 54 años. Las imágenes más simbólicas que guardamos de aquel proceso, son los miles o millones de jóvenes manifestando con el “libro rojo de Mao” en sus manos, que contenía las citas y discursos del líder.

Este movimiento, que llamó la atención de la vanguardia mundial tuvo más de una interpretación. Para algunos, fue una genuina manifestación de una nueva democracia surgida desde abajo. Para otros, por el contrario, expresaba una lucha feroz entre dos sectores de la burocracia. Nuestra corriente, encabezada por Nahuel Moreno, entendió que se trataba de una lucha inter burocrática. Uno de esos sectores, liderado por Mao Tsé Tung y Lin Piao apoyándose en la movilización de la juventud y en los trabajadores, encabezó lo que fue conocido como la Revolución Cultural.

La revolución china

El 1° de octubre de 1949, el Ejército Rojo entra a Pekín, derrotando al Kuomintang, partido de los terratenientes, la burguesía y los campesinos ricos, que contaba con el apoyo del imperialismo. Derrotado Chiang Kai-shek, sanguinario dictador y dirigente del Kuomintang, luego de una prolongada guerra de guerrillas, tomó el poder el Partido Comunista chino, dirigido por Mao que, a la cabeza del Ejército de Liberación Nacional, protagonizó una multitudinaria revolución agraria, teniendo como eje al campesinado.

El hecho de que ese gran proceso revolucionario haya sido protagonizado por el campesinado y por tanto con la ausencia de la democracia obrera, le imprimió al maoísmo un carácter burocrático. Sin embargo, a pesar de las limitaciones, una combinación entre el proceso objetivo interno y de la situación internacional generada en la pos guerra, empujó a la expropiación de la burguesía, a pesar de que esa tarea no hacia parte del programa del PC Chino.(1,1)

Para Mao, la revolución que estaba colocada en China era esencialmente anti feudal y antiimperialista, dirigida por un “bloque de cuatro clases”: proletariado, campesinos, pequeño burguesía urbana y burguesía nacional. A pesar de las diferencias con el estalinismo, el maoísmo, igual que la burocracia de la URSS, defendía alianzas con la burguesía nacional y el socialismo en un solo país. Es decir que el arrollador proceso de revolución agraria que llevaban adelante millones de campesinos, en un país que contaba por entonces con 700 millones de habitantes, debía detenerse en la tarea democrática de derribar la dictadura del Kuomintang.

Pero por más que Mao intentase mantener la revolución dentro del marco democrático, la lógica de la revolución agraria con millones de campesinos ocupando tierras, dio origen a un gobierno obrero y campesino.  En ese sentido, Moreno señalaba la importancia del marco internacional. Nos recuerda que mientras la contrarrevolución estalinista se dio en los años de retroceso de las masas y triunfos contra revolucionarios, de 1923 a 1943, la revolución china se dio en la época que siguió a la segunda guerra mundial, acompañando el proceso de luchas anticoloniales triunfantes y de revoluciones que como la yugoeslava o la cubana, se dieron en forma independiente del aparato contra revolucionario de Moscú.

La revolución cultural

Es sólo en este marco que podremos comprender el significado de la revolución cultural. Fue una expresión del enfrentamiento que estalló entre las masas de jóvenes y trabajadores contra los aparatos burocráticos generando una crisis en el régimen, con cuestionamientos a la dirección. En ese escenario se abrió una lucha interburocrática. Para llevar adelante su pelea, Mao se apoya en la movilización de los jóvenes y alega que hay elementos capitalistas infiltrados en el gobierno. Con esa acusación, insiste en que los revisionistas debían ser derrotados a través de la lucha de clases.

La Juventud respondió al llamado de Mao formando grupos de la Guardia Roja en todo el país. El movimiento se extendió al ejército, a los trabajadores urbanos y al propio liderazgo del Partido Comunista. Ese proceso abrió una serie de luchas entre facciones, generalizadas en todos los ámbitos de la vida. En la cúpula, condujo a una purga masiva de altos funcionarios, en particular Liu Shaoqi y Deng Xiaoping. Durante el mismo período, el culto a la personalidad de Mao creció en proporciones gigantescas.

Comenzada en 1966, ya en enero de 1967 se había convertido en una movilización de masas en todo el país de tal magnitud que también comenzaba a involucrar sectores obreros urbanos. Fue entonces que Mao, viendo que el proceso se le podía escapar del control, en 1969 intenta dar por terminada la “Revolución Cultural” que le había permitido eliminar a sus enemigos y reafirmarse como líder de la Revolución. Sin embargo, el proceso se extendió hasta su muerte en setiembre de 1976. Con la muerte del líder, China tomó otro rumbo, se produjo el arresto de sus sucesores, conocida como la Banda de los Cuatro, entre los que estaba la mujer de Mao, Jiang Qing y la Revolución Cultural finalmente llegó a su fin.

A partir de ahí, comenzará un nuevo proceso donde los “reformistas”, dirigidos por el rehabilitado Deng Xiaoping comenzaron a desarmar el andamiaje sobre el que se había montado el maoísmo. En 1978 Deng se convierte en el nuevo líder a partir de lo cual comenzaría una fase de reformas y apertura económica. Una fase, que había sido iniciada por el propio Mao durante la visita de Richard Nixon a China en 1972. (2)



China, una dictadura capitalista

En el último trabajo escrito por Moreno sobre China en Correo Internacional N° 13, en 1985, reseña la derechización del régimen chino y el giro hacia la conciliación con el imperialismo yanqui iniciado por Mao en los años ’70. Con su sucesor Deng Xiaoping ese giro a la derecha se hará impetuoso y se producirá sin retorno la apertura al capitalismo.

En 2008, el trabajo de Miguel Sorans, (dirigente de la UIT-CI) retoma la evolución del proceso chino, camino hacia la restauración convirtiendo a China en una gran economía capitalista. Al revés que en Rusia, Alemania y el resto de los países de Europa del este, donde el movimiento de masas derribó a las dictaduras burocráticas, fue el aplastamiento de las movilizaciones de millones de jóvenes estudiantes y obreros, con la masacre de miles de jóvenes en mayo de 1989 en la Plaza Tiannamen, lo que explica que en China se hayan instalado 70 mil multinacionales, y se la consideró “la fábrica del mundo.”

El trabajo concluye con la caracterización del estado chino como capitalista y su régimen como una dictadura asentada en el Partido Comunista. Destaca también las innumerables luchas obreras y populares que se desenvuelven espontáneamente en todos los rincones de aquel inmenso país.

El futuro de China dependerá de la repercusión de la crisis económica mundial y de la actual pandemia del covid-19 en el país, y, fundamentalmente del desarrollo de la lucha de clases. Finalizamos este texto con un llamado a los revolucionarios del mundo, de apoyar las luchas de la clase obrera y la juventud China por sus reivindicaciones y a pronunciarnos por el fin de la dictadura capitalista china.


 

Notas.

(1 y 1,1)Los debates en la IV Internacional (SU) El triunfo de Mao y el avance hacia la expropiación de la burguesía al calor de la colosal revolución campesina abrió un debate en la IV Internacional. Deslumbrado por el éxito revolucionario, el sector expresado por Ernest Mandel y Livio Maitán sostuvo que “quienes encabezan revoluciones triunfantes son revolucionarios”. Minimizaba el carácter burocrático de la conducción de Mao y su política estalinista de unidad con la burguesía y de “socialismo en un solo país”. Capitulaba así ante el maoísmo, como capituló ante la dirección cubana y frente a cuanta dirección de procesos de lucha que poblaron el mundo.

(2)La relación China y Estados Unidos La primera visita de un presidente de Estados Unidos realizada por Richard Nixon en 1972 a la República Popular China, precedida por una visita secreta del Secretario de Estado Henry Kissinger, fue un hecho  importantísimo para normalizar las relaciones entre Estados Unidos y la República Popular China. Para comprender el significado, Nixon declaró: “Fue una semana que cambió el mundo”. Así, queda evidente que Mao fue parte de la burocracia que impulsó la restauración capitalista, y no como creen algunos sectores de la izquierda, que fue con Deng Xiaoping que se inicia el proceso restauracionista.

Resoluciones aprobadas en el Plenario Nacional del Sindicalismo Combativo realizado el 12 de Agosto:

1) Aprobar la declaración política publicada el lunes 10 de agosto, que actualiza la situación nacional y que convocó a este plenario. Ver en https://www.facebook.com/265690967309855/posts/733912020487745

2) Realizar plenarios regionales comenzando por el de Neuquén-Río Negro y el de Santa Cruz-Chubut-Tierra del Fuego.

3) Apoyo al fondo de lucha de los trabajadores de Gate Gourmet.

4) Apoyo a la lucha docente de Santa Fe y hacemos extensivo este apoyo a todas la luchas que han sido parte de este plenario: La Virginia, Municipales de Córdoba, trabajadores precarizados, Ansabo, Algodonera Avellaneda, La Nirva, Vialidad Bs As La Plata, Municipales de Santa Fe, Madigraf, Kraft Stani, Gotan, Instituto cardiovascular de Bs As, Salud de Córdoba, Pesca Comodoro Rivadavia, Frigorífico Campo del Tesoro, Cerámica Loimar, Luz y Fuerza Mar del Plata, Casineros, asamblea Jubilados de Córdoba, delegados de agrupación utm y de fortaleza mercantil en Comercio y Mendicrim. Más las decenas de luchas que tomaron la palabra en el PSC: Latam, Gate Gourmet, Expreso Argentino, Frente Piquetero Independiente, Municipales Jesus María, Sanatorio Plaza (Escobar), Aten Multicolor Picun, Atech Multicolor Puerto Madryn, Delegados Coto, UTA Córdoba, Hospital Esquel, Prestadores Ioma, Mc Donalds, Sutna y Cerámica Neuquén.

5) Desde el Plenario del Sindicalismo Combativo convocamos a una jornada nacional de lucha durante la primera quincena de septiembre contra el plan de ajuste, entrega y represión de los gobiernos nacional y provinciales. La característica de la jornada de lucha se seguirá debatiendo y determinará por consenso de las organizaciones en la mesa nacional del PSC.

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El 13 de agosto de 2020, falleció el compañero Esteban Lastra, víctima de la infección con Covid 19. Después de varias semanas de respiración asistida, su corazón, el mismo que lo había impulsado y sostenido en tantas batallas en defensa de la clase obrera y el socialismo, dijo basta.

El Negro Esteban, como lo llamábamos todos, se desempeñó la mayor parte de su vida como enfermero en el Hospital Narciso López de Lanús. Sus compañeros lo eligieron delegado, tarea para la que fue reelecto numerosos períodos, tal era la confianza que le tenían. Su apego al método democrático de consulta permanente a la base y su insobornable accionar gremial le ganaron ese reconocimiento. Valorado también por su solvencia profesional, trabajó muchos años en la terapia intensiva del hospital y formó parte varias veces del comité de bioética de la institución.

El Negro era además un consecuente luchador por el socialismo con activa militancia política. Fue protagonista junto a muchos de nosotros en la construcción del MAS en los 80´ y de Izquierda Socialista. A pesar de que en los últimos años se alejó de la militancia partidaria, siempre se mantuvo como un inquebrantable luchador y defensor del Trotskysmo morenista.  Fiel a la clase obrera y sus luchas, hasta sus últimos días.

Acongojados por la pérdida de tan valioso compañero, levantamos nuestros puños saludando ¡Negro Esteban, Hasta el socialismo siempre!
IZQUIERDA SOCIALISTA

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Escribe Juan Carlos Giordano
Izquierda Socialista en la UIT-CI

Los compañeros de PTS en la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI) han sacado un primer balance de la conferencia virtual de América Latina y de EE.UU convocada por el Frente de Izquierda Unidad (La Izquierda Diario, 7/8, Christian Castillo y Claudia Cinatti). En la misma abordan distintos temas que hubo en debate, entre ellos, y al final de la larga nota mencionada, el planteo que hicimos desde Izquierda Socialista y desde la UIT-CI [1] sobre la necesidad de unir a los revolucionarios. Esta propuesta fue la más relevante y central por nuestra parte en la conferencia, tanto en los informes y cierres en el plenario final como en las charlas previas, pero lamentablemente no tuvo respuesta por parte de PTS (ni positiva ni negativa), como tampoco ahora. No solo eso, sino que PTS tergiversa una vez más nuestra postura para no definirse.

A este debate ya lo venimos haciendo con los compañeros desde hace años, e incluso recientemente, a propósito de la respuesta que hicimos desde Izquierda Socialista ante la propuesta de conformar un partido unificado entre las fuerzas del FIT [2].

Estamos proponiendo la unidad entre fuerzas trotskistas

Dice PTS: “Los compañeros de Izquierda Socialista y la UIT-CI insistieron con el planteo de un Frente Único Revolucionario [3] a nivel internacional, puntualizando que ellos se dirigían no solo a organizaciones que provenían del trotskismo sino también de otras tradiciones”. Es falso. No es cierto que nuestro planteo va dirigido a organizaciones que provienen de otras tradiciones. ¿A qué organizaciones que provienen de ´otras tradiciones` hicimos referencia en la conferencia? A ninguna. El llamado fue formulado en concreto a PTS, PO y MST y no obtuvimos respuesta, ni en el evento, ni ahora con esta nota. Si mañana hubiera alguna corriente no trotskista que levante un programa revolucionario se verá, ya que nadie se puede arrogar ser los únicos revolucionarios en el mundo, pero no es ahora el debate que está planteado.

En concreto, compañeras y compañeros de PTS, ¿están dispuestos a explorar si hay posibilidades o no para avanzar en la unidad de los revolucionarios? Ese es el interrogante. Aclarando que efectivamente nuestra propuesta de “unir los revolucionarios” es la popularización de la mencionada táctica de Frente Único Revolucionario (FUR).

¿Qué significaría avanzar en una unidad internacional entre las cuatro fuerzas trotskistas que conformamos el FIT Unidad? Por ejemplo, en coordinar campañas comunes internacionalistas, tanto políticas, como sindicales y de otro tipo. En Argentina propusimos que el FIT deje de ser un acuerdo meramente electoral o que saque una declaración cada tanto para que empiece a funcionar cotidianamente y así responder unitariamente a todos los hechos de la lucha de clases, a hechos políticos, sindicales, estudiantiles, de las mujeres y populares. Esto es lo que proponemos a nivel internacional para explorar la reconstrucción de la Cuarta Internacional.

La táctica del FUR sigue vigente

Dice también PTS: “El FUR fue una táctica planteada en su momento por Nahuel Moreno que, poco después de fundar la LIT-CI en 1982 llevó a acuerdos completamente oportunistas en Colombia y México que estallaron a poco de concretarse”. Y agrega: “Los acuerdos tipo FUR que planteaba Moreno son muy mínimos como para conformar una base estratégica y programática sólida para avanzar en la reconstrucción de la IV Internacional”. Otra falsedad.

Nuestro maestro y constructor de partidos y de nuestra Internacional, Nahuel Moreno [4], nunca impulsó un FUR con corrientes oportunistas ni propuso un programa “muy mínimo” para avanzar en la reconstrucción de la IV Internacional.

PTS critica la táctica de FUR como “oportunista” porque dice que está orientada hacia “corrientes maoístas o guerrilleristas.” (Ver cita 2). ¿Pero dónde ha escrito esto Nahuel Moreno? En ningún lado. PTS lo sabe, pero aun así sigue falseando la verdad. No estamos proponiendo ningún acuerdo de ese tipo sino haciendo propuestas para avanzar entre fuerzas trotskistas.

Cuando PTS menciona que la táctica del FUR habría llevado a acuerdos oportunistas en Colombia y México en los años 80 vuelve a faltar a la verdad, ya que fue el propio Moreno quien desaconsejó a dirigentes de esos partidos a hacer acuerdos políticos con corrientes no revolucionarias. Es curioso que PTS siga tergiversando a Moreno cuando cualquiera que pueda leer esa polémica comprenderá que se trata de lo opuesto. [5]

PTS dice que Moreno proponía un programa “muy mínimo” para unir a los revolucionarios. No es así. Refiriéndose al debate en Colombia, Moreno alertó que tal frente no podía constituirse sobre la base de puntos programáticos mínimos -como estar en contra de Contadora, de su diplomacia secreta […], etcétera, sino lo contrario: “Tiene que tener un programa claramente revolucionario, de revolución socialista […]”.

Nuestros puntos para la unidad

PTS critica a Moreno para evadir la discusión actual. ¿No conoce PTS los puntos que propone la UIT-CI para unir a los revolucionarios? Los pasamos a transcribir, los cuales en líneas generales son los que hemos acordado en el Frente de Izquierda. “1. Apoyo a todas las luchas obreras, campesinas, indígenas, estudiantiles y populares del mundo contra el imperialismo y sus gobiernos. 2. Por la expropiación de las multinacionales, la banca y los capitalistas. 3. Luchamos por la independencia política de clase; no al apoyo a gobiernos burgueses. 4. Por la autonomía sindical de los gobiernos y del Estado. 5. Por la democracia obrera y de las masas. 6. ´La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos`. Luchamos por gobiernos de los trabajadores y el pueblo. 7. Por una Internacional revolucionaria y partidos revolucionarios en cada país. 8. Por el socialismo con democracia obrera y popular”. [6] ¿Los compañeros creen que estos puntos programáticos son “muy mínimos”? ¿Cuál es la contrapropuesta que formulan?

Ratificamos entonces que para Izquierda Socialista, la UIT-CI y para Nahuel Moreno -siguiendo la tradición de Lenin y Trotsky- el FUR es la unidad entre organizaciones revolucionarias para dar pasos hacia un partido revolucionario.

Llamamos a los compañeros de PTS y de la FT a reflexionar. Sabemos por experiencia que para poder avanzar entre diferentes organizaciones que venimos de políticas y concepciones distintas no basta con acordar un programa revolucionario. Hay que sumarle un trabajo cotidiano y unitario, sin sectarismo y con lealtad, algo clave para ayudar a ganar confianza mutua e intentar avanzar. Esto no se va a lograr si los compañeros siguen falsificando nuestras propuestas y trayectoria como lo hacen con las dos afirmaciones que criticamos. Los llamamos a cambiar y a explorar de verdad las propuestas de coordinación común que hacemos para abrir un camino de discusión y exploración en pos de unir a los trotskistas revolucionarios.

 

Referencias:
[1] La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional fue fundada en abril de 1995 en Barcelona y nuclea a organizaciones, grupos y militantes de Argentina, Alemania, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Estado Español, Estados Unidos, México, Nicaragua, Noruega, Panamá, Perú, República Dominicana, Turquía, Venezuela.
[2] Carta de Izquierda Socialista en respuesta a PTS sobre la propuesta de “partido unificado de la izquierda revolucionaria” (Correspondencia Internacional nº 42, marzo 2019).
[3] 1958: Nahuel Moreno introduce por primera vez la táctica de Frente Único Revolucionario en un documento presentado ante el Congreso del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en Leeds, Gran Bretaña.
[4] Nahuel Moreno fue uno de los principales dirigentes trotskistas Latinoamericanos y mundial continuador de la herencia de León Trotsky, fallecido en Argentina en 1987.
[5] Discusión para Colombia y México sobre la táctica del frente único revolucionario en www.nahuelmoreno.org
[6] Tesis XIII de la UIT-CI, Correspondencia Internacional, Edición Especial, abril 2013.

Escribe Francisco Moreira

El 21 de agosto de 1940 León Trotsky fue asesinado por un agente estalinista. Trotsky fue uno de los principales dirigentes revolucionarios del siglo XX. Junto con Lenin, encabezó la primera revolución socialista triunfante de la historia. Con su asesinato, Stalin intentó cortar el hilo rojo de la continuidad histórica de la lucha obrera revolucionaria. En este primer artículo repasamos su intachable trayectoria revolucionaria, tantas veces falsificada, y la vigencia de su legado.

El 26 de octubre de 1879, en una aldea cerca de Odesa (Ucrania, que era parte del imperio de los zares de Rusia), nació León Davidovich Bronstein, más conocido como Trotsky. Siendo muy joven se hizo marxista. El régimen zarista rápidamente le impuso encarcelaciones y la deportación a Siberia. Se unió formalmente al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso durante su fuga de Siberia, sumándose a la organización orientada por Iskra, la publicación que dirigía Lenin. En su exilio en Europa, Trotsky continuó forjando su actividad y espíritu revolucionarios.

Dirigente en la revolución de 1905 e internacionalista consecuente

En marzo de 1905 retornó a Rusia con el inicio de la revolución. Las huelgas obreras y las revueltas en el campo se extendieron durante todo el año. En junio, marineros del acorazado “Potemkin” se amotinaron, rechazando continuar la guerra iniciada con Japón. En octubre estalló la huelga general y nacieron los soviets (consejos) de obreros, embriones de gobierno revolucionario. Trotsky fue el máximo dirigente del soviet de San Petersburgo, en la capital del imperio.

En su balance de la revolución de 1905 plasmó por primera vez su “teoría de la revolución permanente”. Afirmaba que la única clase capaz de encabezar la revolución democrática burguesa y transformar las condiciones de vida en el campo era la de los obreros de las ciudades, acaudillando al campesinado pobre, no la burguesía. No hubo dos etapas en la revolución de la atrasada Rusia zarista. Los trabajadores, al tomar el poder, introdujeron desde el comienzo la lucha por sus demandas contra la patronal, transformando esa revolución en socialista y dando impulso a la revolución internacional.

Durante su segundo exilio, Trotsky fue parte también de la minoría internacionalista que, junto con Lenin, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, rechazó la traición de la Segunda Internacional cuando apoyó la guerra interimperialista en 1914. Trotsky observaba que la guerra nacía de las entrañas del capitalismo imperialista decadente y pronosticaba que “los años venideros presenciarán la era de la revolución social”.

Su rol en la revolución de octubre y en el gobierno de los soviets

En febrero de 1917 volvió a estallar la revolución en Rusia. La revolución derrumbó al régimen zarista y asumió el gobierno una coalición de la burguesía liberal y partidos reformistas. Pero, a su lado, resurgían los soviets desafiando su poder.

Trotsky logró retornar a Rusia en mayo, fue incorporado en la conducción del soviet de Petrogrado (ex San Petersburgo) e ingresó al Partido Bolchevique de Lenin. La revolución permitió una rápida confluencia entre ambos dirigentes. Lenin había logrado que el partido no diera su apoyo al gobierno provisional burgués y asumiera la pelea por un gobierno obrero, apoyado en los campesinos, lo que sería el preludio de la revolución socialista internacional. Los bolcheviques, con Lenin y Trotsky, fueron ganando cada vez más peso y lograron la mayoría en los soviets, siendo los únicos que defendían consecuentemente los intereses de obreros, campesinos y soldados, en los soviets y en las luchas. Finalmente, Trotsky fue designado responsable del Comité Militar Revolucionario del soviet que organizó la toma del poder el 24 de octubre. Se consumó así la primera revolución obrera socialista triunfante de la historia.

Con los soviets y el Partido Bolchevique en el poder, Trotsky fue designado comisario de Relaciones Exteriores, encargado de llevar adelante las delicadas negociaciones de paz con Alemania. Al estallar la guerra civil (1918-1921) fue designado comisario de Guerra, dándose a la tarea de crear y conducir al Ejército Rojo, que enfrentó y venció al Ejército Blanco, la coalición de ejércitos de la reacción burguesa rusa y países imperialistas.

Fundación de la Cuarta Internacional y su legado

Los bolcheviques apostaban al desarrollo de la revolución socialista internacional, comenzando por Europa, que estaba sacudida por una oleada revolucionaria. En marzo de 1919 fundaron la Tercera Internacional. Trotsky fue encargado de redactar su manifiesto, llamando a “la unión de todos los partidos verdaderamente revolucionarios del proletariado mundial para facilitar y apresurar la victoria comunista en el mundo entero”.  

Pero las revoluciones en Europa no lograron triunfar por el peso y las traiciones de la socialdemocracia y la inexperiencia de los nacientes partidos comunistas, quedando la URSS desangrada y aislada. Esta situación fue fatal para el régimen revolucionario leninista de democracia obrera e internacionalista. Se fue consolidando una burocracia en el partido y los soviets. Lenin y Trotsky combatieron la burocratización. Pero la muerte de Lenin, en 1924, aceleró el viraje encabezado por Stalin y la burocracia, quienes impusieron la conciliación con las burguesías y el imperialismo, rompiendo con todo verdadero internacionalismo.

Trotsky se opuso y fue blanco de los ataques y las falsificaciones estalinistas. Expulsado del partido y de la URSS, siguió denunciando la liquidación de la conducción revolucionaria y de la democracia obrera. Tras el ascenso del nazismo al poder, habilitado por la desastrosa política estalinista en Alemania, llamó a combatir a esa burocracia construyendo nuevos partidos revolucionarios y la Cuarta Internacional, que retomó la senda de los primeros años del régimen leninista y de la Tercera Internacional en sus cuatro primeros años.

En 1938, junto con un puñado de revolucionarios, fundó la Cuarta Internacional con el objetivo de unir férreamente a los revolucionarios alrededor de un programa, el Programa de Transición, que sintetizaba lo aprendido por el movimiento marxista desde la época de Marx y Engels y, especialmente, desde la revolución rusa. Una organización y un programa que ayudaran a intervenir a los revolucionarios con la perspectiva de tomar el poder, lograr nuevos gobiernos obreros y populares con democracia obrera y avanzar en la revolución socialista en todo el mundo. Con su asesinato en 1940, Stalin buscó eliminar la única posibilidad de dirección revolucionaria, sintetizada en la trayectoria y experiencia revolucionaria de Trotsky. Su desaparición significó un abrupto vacío de dirección.

La lucha de Trotsky y su intachable moral revolucionaria merecen ser difundidas. Su confianza en la clase obrera y su abnegación en la construcción del partido revolucionario tuvo sus continuadores. Nahuel Moreno, maestro y fundador de nuestra corriente, quien calificó la creación de la Cuarta como “el más grande acierto de Trotsky”, mantuvo bien en alto sus banderas, las mismas que rescatamos hoy desde Izquierda Socialista y nuestros partidos hermanos de la Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadoras - Cuarta Internacional (UIT-CI), quienes continuamos la pelea por unir a los revolucionarios y reconstruir la Cuarta Internacional.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

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