Las y los trabajadores de salud y residentes del Hospital en Red Laura Bonaparte le torcieron el brazo al gobierno de Milei y su política de motosierra contra la salud pública. El recién asumido ministro de salud Mario Lugones decretó el cierre de la guardia, de la internación y el traslado de las y los pacientes a otros lugares, apuntando al cierre del Hospital, ya que “la salud pública no es rentable”.
Inmediatamente las y los trabajadores del Bonaparte se autoconvocaron en asamblea y decidieron la toma del hospital. Y convocaron a la más amplia solidaridad y coordinación con los demás trabajadores de la salud.
Esta solidaridad no se hizo esperar y miles de jóvenes, trabajadores, artistas, delegaciones de otros hospitales (como el Garrahan), estatales, ferroviarios, docentes, dirigentes políticos, del sindicalismo combativo y sociales, rodearon el hospital y le hicieron el aguante a la lucha. Tal fue la magnitud de la solidaridad y la firmeza de las y los trabajadores del Bonaparte, que en pocos días el gobierno tuvo que retroceder y anunciar que el Bonaparte no cerraba, se mantenían las prestaciones y no se iba a despedir a nadie. Ahora siguen alertas para que se cumpla lo anunciado y lograr que la anunciada reestructuración ni el desfinanciamiento no impliquen un achicamiento del Hospital.
Este es un gran triunfo de la lucha de los trabajadores de salud y un ejemplo a seguir para todas las luchas: asambleas, unidad, coordinación y solidaridad.
Hay que seguir exigiendo a la CGT y CTA que rompan la tregua con el gobierno y llamen a un paro y plan de lucha para derrotar al plan de Milei y el FMI.
Entrevistamos a Joaquín Caporale, residente del Hospital Bonaparte, y una de las voces de las y los trabajadores del hospital contra el cierre.
El Socialista - ¿Cómo se inició el conflicto en el Bonaparte?

Joaquín Caporale - Inicia el viernes 4 con la información que nos da el director de que llegó vía ministerio el informe del cierre de la internación (por ende, se cerraba la guardia). La internación es un servicio que usás cuando hay urgencia con la persona que se presenta, es un recurso terapéutico. Por eso, si no disponés de ese recurso hay otros servicios que cambian su actividad cotidiana, entre ellos la guardia. En ese momento el director dice también que el lunes habría un decreto del ministerio dictando el cierre del hospital. En ese marco empieza el conflicto.
ES - ¿Cuál fue la reacción? ¿cómo se organizaron?
JC - Inmediatamente todas las trabajadoras y trabajadores, incluidos nosotros de la residencia, salimos a la calle. Cortamos avenida Caseros, después vinimos a la puerta del hospital cortando Combate de los Pozos. Se acercaron muchas organizaciones sociales y políticas ese mismo día, y se votó en asamblea la permanencia en el hospital hasta el lunes, que después se estiró hasta el martes porque no habíamos tenido una comunicación concreta con el ministerio en torno a qué iba a pasar con el hospital, es decir si se cerraba o no se cerraba. En esos días hubo comisiones de distinto tipo, para poder garantizar la permanencia en el hospital y la comunicación hacia afuera. Muchos medios se acercaron a compartir lo que estaba pasando acá, pero lo más importante fue la solidaridad de organizaciones políticas, sindicales, sociales, de la cultura y personas de la comunidad que se acercaron a bancar el hospital Bonaparte. Hubo festivales, asambleas, actos, ollas populares y una enorme concurrencia de gente que venía a darnos su apoyo. Dentro de todo ese arco es de destacar el apoyo de los compañeros del Hospital Garrahan que están en lucha por el salario y con los que compartimos una enorme movilización el martes 8 a Plaza de mayo.
ES - ¿Cuál es la situación actual? ¿Qué perspectiva ven?
JC - La situación actual es que ambos sindicatos (ATE y UPCN) acordaron con el ministerio el funcionamiento de la institución. Estamos esperando a que se abra la internación, es decir que haya una nueva indicación del ministerio que revierta la indicación con la que inicia el conflicto. Llegado al caso lo que vamos a tener es funcionamiento normal, como previo a todo esto, del hospital. Estamos esperando eso. Se levantó la medida de permanencia, pero discutimos que en caso de que esto no avance como está pautado volvemos a llamar a asamblea y a convocar para tomar nuevas medidas.
Sumado a eso hay un plan de reestructuración que quiere plantear el gobierno, y se desconoce cuál es ese plan, así que a priori nosotros nos posicionamos en estado de alerta porque sabemos que de la mano de este gobierno ajustador cualquier cambio será negativo. No queremos que esa reestructuración se lleve puestos los puestos de trabajo ni los servicios que prestamos, y obviamente queremos resguardar la institución. Pero estamos con fuerza. Hicimos retroceder a Milei y Lugones con su motosierra una vez y aprendimos mucho de cómo defender el Bonaparte. Con la lucha unificada de todo el equipo del hospital, decidiendo todo democráticamente en asamblea, coordinando con otros sectores de la salud en lucha y apelando a la más amplia solidaridad.
ES - Las y los residentes jugaron un rol muy importante contra el cierre del Bonaparte. Contanos sobre el conflicto que vienen llevando adelante
JC - Desde junio aproximadamente hicimos varios paros de residentes nacionales por aumento salarial, porque estamos debajo de la canasta básica, y venimos dando una pelea hace meses ya, con paro y movilizaciones. En julio habíamos llegado a un acuerdo donde nos aumentaban en septiembre el 35% del salario. Russo, el exministro, tira abajo ese aumento y bueno, estamos volviendo a retomar esa discusión después de lo que vivimos acá en el hospital. La experiencia de organización junto a todo el equipo del hospital y los resultados obtenidos, aunque parciales, nos tonifican enormemente para lo que viene.

Escribe Juan Manuel Di Vincenzo
El jueves 26 de septiembre de 2024 se llevó a cabo la última audiencia con ronda de testigos en el juicio de exclusión de tutela sindical que el Gobierno de la Ciudad lleva en mi contra. Fueron más de cuatro horas y al finalizar la audiencia muchas compañeras y compañeros del partido, de diferentes agrupaciones del sindicato Ademys, legisladores, diputadas y diputados y una enorme cantidad de docentes de la Escuela N°19 D.E. 19, aguardaban en la vereda para hacerme sentir su apoyo y acompañamiento en este ataque a mi persona en tanto activista y delegado sindical pero por elevación a Ademys, que es el único sindicato que enfrenta de verdad todas las políticas de vaciamiento educativo de CABA y del gobierno nacional. Cabe destacar que el otro compañero sumariado y enjuiciado, Jorge Adaro, histórico docente de la Escuela N°19 y dirigente sindical logró la absolución en sentencia firme a mediados del mes de junio y sienta un precedente muy positivo para esperar el fallo de la justicia.
Es importante recordar brevemente cómo comenzó todo esto. En septiembre del 2021 Fabián Capponi, Director General de escuelas estatales, estuvo de visita en la Escuela N°19 D.E. 19 del barrio de Villa Soldati, una de las escuelas más olvidadas y postergadas de toda la ciudad. Hizo su recorrida y se sacó fotos para luego publicarlas en su Instagram personal para hacer campaña. Un grupo de docentes le pedimos unos minutos para conversar sobre las pésimas condiciones edilicias, de higiene y seguridad, y de enseñanza y aprendizaje. Este sujeto no solo nunca nos quiso escuchar, sino que maltrató a la docencia de la escuela. En aquel momento pedíamos por reparaciones en los ventiladores, puertas, ventas selladas, el tablero de luz, rejillas que desbordaban, goteras en los techos, filtraciones en las aulas y pasillos, pisos rotos, baños sin puerta ni mingitorios, en un contexto de post pandemia. Este señor no quiso escuchar y su respuesta fue iniciarnos un sumario. En dicha instancia presentamos como prueba un informe del Ministerio Público de la Defensa en la cual determinaba que la Escuela N°19 era un riesgo para toda la comunidad educativa de esa institución.
Hoy, tres años después y luego de mucha organización, se lograron algunas soluciones parciales en la escuela consecuencia de la organización y lucha de docentes y familias. En el contexto de un salvaje ajuste y abandono que hace el Gobierno de las escuelas es muy grave e imperdonable. Esto demuestra su intención de seguir con su política de vaciamiento de la Escuela Pública.
Por todos estos motivos e impulsado por la enorme cantidad de adhesiones, apoyos y acompañamientos de diferentes sindicatos de las provincias de nuestro país y del exterior, es que vamos a continuar dando batalla hasta lograr la absolución y la sentencia firme, porque tenemos la plena convicción de ser las voces de nuestras pibas y pibes y familias que sufren hambre y maltrato por parte de los gobiernos, luchando por las condiciones dignas y básicas en todas las escuelas, por becas universales en todos los comedores, vacantes para estudiantes, la creación de cargos docentes, contra el cierre de cursos y secciones tanto en Adultxs como en el nivel Inicial, contra la reforma anti educativa, inconsulta y violenta del nivel Medio, como también desenmascarar que la “Inclusión Plena” que pregona este gobierno es una farsa, porque quieren cerrar las escuelas de Educación Especial, ya que nuestras pibas y pibes con discapacidad no están siendo atendidos como corresponde, por eso decimos que esto no es inclusión, sino hacinamiento.
Las y los funcionarios pasan y las y los docentes seguimos en las aulas y en las calles. Allí nos seguiremos encontrando. ¡Ni un paso atrás! ¡Venceremos!
Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei logró imponer el veto a la ley de financiamiento universitario. Lo hizo con el voto cómplice de sus políticos amigos y muchos gobernadores. Todo al servicio de atacar aún más los fondos de la universidad para cumplir con el FMI. ¿Fue un triunfo contundente? Por supuesto que no. No solo por los ajustados números de la votación (un tercio agónico con arduas negociaciones a último momento), sino también porque el 80% de la población defiende a la universidad pública y condena el veto. Y se venía de una multitudinaria marcha del 2 de octubre y se están dando tomas en distintas facultades del país. La noticia de la votación generó en repudio que este jueves haya paro docente y no docente universitario y nuevas tomas.
La votación fue 160 afirmativos por mantener la ley (una amplia mayoría), 84 negativos y 5 abstenciones. Pero es tan antidemocrático el sistema político-presidencialista de nuestro país que está hecho para que un gobierno en minoría pueda avanzar por decreto con medidas antipopulares con solo un tercio de los votos, teniendo que logran el abultado número de los dos tercios -encima hay que lograr en ambas Cámaras- para rechazarlo. De esta manera Milei, siendo minoría y con un amplio repudio popular al veto, logra blindarlo.
Que el gobierno no sale bien de ésta lo dijo hasta Pichetto: “probablemente esta tarde crean que ganan, pero en realidad pierden”, mostrando lo contradictorio del supuesto “triunfo”. A tal punto que al final de la votación no hubo ningún festejo en el recinto. Todos sabían que le estaban dando la espalda a millones, con el verso de “que no hay plata”.
Milei logró los votos negociando con Macri para contar con la bancada del PRO casi completa, los 3 tucumanos ex Unión por la Patria del gobernador Jaldo, 4 de la UCR (que ya habían votado el veto a las y los jubilados) y otro de Santa Cruz. Las abstenciones fueron de 4 misioneros de Innovación Federal y el neuquino Cervi de la UCR, que antes habían acompañado la media sanción y ahora se dieron vuelta. Hubo también ausencias de última hora, funcionales a Milei, de una banca que responde a Llaryora-PJ Córdoba y otras a Torres-PRO-Chubut y al gobernador Sáenz de Salta, cercano a Sergio Massa. Por su parte, el peronismo de Unión por la Patria ayudó a Milei con la ausencia de la catamarqueña Fernanda Avila, del gobernador Jalil.
El Frente de Izquierda, en cambio, como siempre y sin fisuras, aportó el total de sus cinco bancas nacionales contra el veto y se manifestó con su militancia frente al Congreso. Nuestra Diputada Mónica Schlotthauer, de Izquierda Socialista, denunció a Milei y a los políticos cómplices, reivindicó la lucha universitaria, las tomas de las facultades y saludó el triunfo logrado por las y los trabajadores, profesionales y residentes del Hospital Bonaparte que lograron evitar el cierre, señalando efusivamente “la plata tiene que ir a la universidad pública, no para el Fondo Monetario”.
Este paso que se atribuye el gobierno hay que inscribirlo en un momento donde crece la bronca ante sus medidas antipopulares y su plan motosierra contra la universidad, las y los jubilados y el conjunto del pueblo trabajador. Mientras se tonifican las luchas. La masiva marcha del 2 de octubre, el triunfo en el Bonaparte, la movilización del Garrahan, la lucha de la docencia de La Rioja, el nuevo paro docente y nodocente universitario y tomas de las facultades, y el anunciado paro del transporte para el 30 de octubre, entre otras, marcan el camino. Ante ello exigimos que la CGT rompa la tregua con el gobierno y convoque a un nuevo paro general para frenar y poder derrotar el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI. Porque nadie puede decir que no lo podamos lograr.
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
¡Viva la lucha del pueblo palestino!
Un año después del 7 de octubre, Israel sigue con el genocidio en Gaza, con más de 42.000 muertos y cerca de 100.000 heridos, más miles de desaparecidos bajo los escombros. Endurece la ofensiva en Cisjordania con cientos de muertos y miles de detenidos/as. Ahora ataca a Líbano con cerca de 2000 muertos (más que en la invasión del 2006) y 10.000 heridos. Ha bombardeado Siria y amenaza con extender la guerra a Irán. En una huida hacia adelante Netanyahu pretende una mayor implicación de EE.UU. y de otros imperialismos europeos, que son imprescindibles para su ofensiva global en la región.
En Líbano, los bombardeos efectuados con aviones F-35 facilitados por EE.UU, fueron precedidos por los ataques terroristas cuando cientos de “buscapersonas” y al día siguiente “walkie-talkies”, se hicieron estallar simultáneamente en diferentes zonas del Líbano, matando a 46 personas e hiriendo a más de 3.000.
Israel bombardea Beirut asesinando al secretario general de Hezbollah, Hasán Nasrallah, junto a un comandante iraní, y a otros miembros de la resistencia en Líbano. Previamente había asesinado en Teherán, capital de Irán, al dirigente de Hamas, Ismail Haniyeh, y a parte de su familia.
Netanyahu tenía necesidad de presentar un “éxito” ante el hecho de no poder ocultar el fracaso de la operación en Gaza respecto a los tres objetivos fijados: no han liberado a los rehenes, ni controlan a Gaza, y no se ha eliminado a Hamás y la resistencia palestina.
Sabe que continuar el genocidio y extender el conflicto es sinónimo de seguir en el gobierno de la extrema derecha sionista. A su vez los tambores de guerra le permiten prohibir nuevas manifestaciones y acallar las voces que exigen su dimisión y un acuerdo para el alto el fuego que permitiera liberar a los rehenes. A la crisis política cabe añadir que más de medio millón de israelíes han abandonado el país, además de sufrir una grave crisis económica. La política es seguir desangrando a Gaza, donde ha lanzado más bombas que EE.UU. en la invasión de Irak, y acelerar en Cisjordania la expulsión de palestinos de sus tierras y casas para darlas a los colonos. Bombardearon con sus aviones un campo de refugiados en Tulkarem, asesinando a 18 personas. Un crimen atroz. El estado sionista arma y da carta blanca a los colonos para cometer violencia y asesinatos de palestinos. La expansión, ocupando más territorio, y la limpieza étnica se profundizan, impulsando su proyecto del Gran Israel.
El ministro de Educación de Israel lo decía claro: “no hay diferencia entre Hezbollah y Líbano. Líbano será aniquilado. Dejará de existir”. La destrucción en el sur del Líbano es brutal, siguiendo el patrón de Gaza. Cientos de miles de personas han tenido que huir hacia el norte, mientras los sirios (más de 1,5 millones) que tuvieron que huir y ya vivían en condiciones durísimas en Líbano, están presionados para que regresen a Siria.
Pero al igual que –pese a su absoluta superioridad tecnológica y militar- no ha logrado el control de Gaza, la resistencia en Líbano también está provocando muertes en las tropas invasoras. Mientras, las tropas de la ONU, que por los acuerdos de 2006 deberían impedir acciones militares en el sur del Líbano, se esconden en sus cuarteles para dejar operar al ejército sionista. Y, por último, el gobierno israelí declara persona non grata al secretario general de Naciones Unidas. Todo ello deja en evidencia el carácter agresivo y fascista del sionismo, y el gobierno de Netanyahu.
¿Cómo es posible tanta prepotencia e impunidad del estado de Israel? Israel no es sólo el proyecto racista del sionismo, es un proyecto estratégico del imperialismo mundial. Un enclave imperialista en un sitio vital para el control de una zona de grandes recursos energéticos. Un portaaviones imperialista contra los pueblos de Oriente Medio. Como decía Biden «si no existiera debería inventarse». Israel se sabe imprescindible. Y son estas potencias las que han subordinado a los regímenes árabes, como Egipto, Jordania, Marruecos, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, al proyecto imperialista, y al estado de Israel. Regímenes que han dejado sola a la resistencia palestina, y llevan décadas dejando actuar impunemente al sionismo criminal y genocida. Mientras que en Cisjordania cuentan con el rol colaboracionista de la Autoridad Palestina. Sin esa complicidad imperialista y los recursos que le destinan el estado de Israel sería inviable.
Caen todas las caretas. EE.UU. deja de lado las falsas palabras de paz, para anunciar que apoya el ataque de Israel al Líbano y una eventual respuesta conjunta (posiblemente con algún otro estado europeo) contra Irán. Biden, cínicamemnte “solicita” que no bombardeen los pozos petrolíferos. Aprueban una nueva ayuda militar en Israel de 8.700 millones de dólares, incrementan las tropas en la región, los buques de guerra y aviones de combate. La Unión Europea, con Alemania a la cabeza (que vende el 30% del armamento que importa Israel) son cómplices del genocidio sionista. Y en Alemania, Francia o Reino Unido se reprimen las masivas manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino.
No hay otro camino que fortalecer la solidaridad. Todo el apoyo a la resistencia del pueblo palestino y ahora libanés. Las movilizaciones han llenado las calles de todo el mundo. También en EE.UU. con las importantes movilizaciones de la juventud estudiantil, también de judíos no sionistas, con concentraciones de protesta en las convenciones demócratas. Recientemente se llevó a cabo en el Estado español una huelga general en apoyo al púeblo palestino, convocada por algunas centrales sindicales, que fue acompañada de importantes movilizaciones. Los pueblos se identifican con el pueblo palestino como símbolo de lucha contra la opresión imperialista. Hay que hacer tambalear el entramado de complicidad imperialista, y profundizar el aislamiento al régimen sionista.
Fuera Israel de Gaza, de Cisjordania y del Líbano.
Libertad inmediata de los encarcelados/as.
Entrada urgente de ayuda humanitaria.
Exigimos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares, académicas y culturales con Israel. ¡No al envío de armas!
Basta de represión al movimiento de solidaridad con Palestina.
¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista!
¡Viva Palestina libre del río hasta el mar!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
5 de octubre de 2024