May 18, 2024 Last Updated 6:07 PM, May 18, 2024


Escribe José Castillo

La estadística dice que en 2022 la economía argentina creció. Poco, sin duda, y frenándose en los últimos meses. Un crecimiento que tiene bastante de “espejismo”, ya que los primeros meses se comparaba contra igual período de 2021, donde todavía pegaba la pandemia.

Pero lo que queremos destacar es que, en el marco de ese crecimiento, cayó el salario real y creció muchísimo el empleo precario. 2022, el año en que se firmó el acuerdo con el FMI, tiene esos resultados para la clase trabajadora.

Así  se desprende de un estudio realizado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas dirigido por los economistas Claudio Lozano y Ana Rameri, siguiendo los datos de la distribución funcional del ingreso que difunde trimestralmente el Indec.

En concreto, tomando el total de “la torta” del PBI, las y los trabajadores asalariados resignaron 2,2%, mientras que las ganancias empresarias ganaron un 3,5%.  Si tomamos exclusivamente el sector privado, los salarios cayeron 4,5%, mientras que las ganancias empresarias subieron 4,2%.

Pasado a números, las y los trabajadores perdieron 2,7 billones de pesos que pasaron a manos de las patronales, los acreedores externos y el FMI. Esto, a valor de dólar oficial, implica una transferencia de recursos equivalente  20.250 millones de dólares.

Todo esto sucede mientras crece el empleo precario. Centenares de miles de trabajadoras y trabajadores que perdieron empleos formales durante la pandemia, o que ingresaron ahora a su “primer empleo”, lo hacen en condiciones de superexplotación extrema, con salarios de miseria y engordando las arcas de las patronales.

Escribe Guido Poletti

Otra vez se dió un gigantesco apagón por culpa de Edesur. La empresa ya ni siquiera disimula su responsabilidad, lanzados sus dueños, la italiana ENEL, a vender sus activos y retirarse del país. Es que consideran que ya ganaron lo suficiente. Solo como ejemplo; durante 2022 la empresa se llevó 18.5 millones de pesos por día. Se trata de una compañía que reparte utilidades entre sus accionistas al mismo tiempo que le adeuda a la empresa mayorista proveedora de energía, la estatal Cammesa, 220.000 millones de pesos. Deuda sobre la que el gobierno del Frente de Todos directamente le perdonó 66 millones y les refinanció el resto en 96 cuotas.

Ante la bronca popular, que se repite y acrecienta apagón tras apagón, el gobierno amenazó con tomar medidas contra la empresa. Primero, la secretaria de Energía Flavia Royón habló de una “auditoría integral”. Luego, el ministro de Economía Sergio Massa anunció una multa de 1.000 millones de pesos contra Edesur. Y finalmente, una suerte de “intervención” sobre la gestión de la empresa, colocando a técnicos de la UBA y al Enre (Ente Nacional de Regulación Eléctrica) para controlar el funcionamiento diario de la empresa. Desde varios sectores del gobierno, se dejó correr incluso la posibilidad de la estatización de la compañía. Era una absoluta y pura mentira, solo títulos periodísticos hasta que pasara lo más agudo de la bronca popular.

Efectivamente, al día siguiente, los propios directivos de Edesur aclararon que en reuniones con el gobierno se les dijo explícitamente que estaba descartada cualquier privatización o intervención seria sobre la empresa. Es más, la empresa hasta podría “apelar” la multa ante la justicia (como ya sucedió otras veces, donde al final las privatizadas nunca tuvieron que abonar nada). Más aún, el gobierno ayudaría a ENEL en su búsqueda de compradores para la empresa. ¡El gobierno nacional termina siendo el garante de que la multinacional italiana consiga la mejor y más alta cotización para una empresa que viene estafando sistemáticamente a los argentinos!

Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad no tenemos doble discurso. Hace años que venimos reclamando la única salida posible: rescindir los contratos de concesión con Edesur (y también con Edenor -hoy propiedad de los “amigos del gobierno” José Luis Manzano y Daniel Vila- y el resto de las distribuidoras eléctricas privadas del país) y proceder a reestatizar el servicio, poniéndolo bajo gestión de sus propios trabajadores y usuarios. Eso es el comienzo para empezar a tener servicios de calidad, con tarifas sociales para quiénes la necesiten.

Cada día estamos peor. La inflación hace estragos. El gobierno aumenta las tarifas, las naftas y el transporte siendo cómplice de los empresarios que remarcan los precios. El robo salarial y jubilatorio es permanente. Las privatizadas nos dejan sin luz y crece la inseguridad. Este ajuste  lo está haciendo el gobierno peronista del Frente de Todos, al mejor estilo Macri.

Alberto, Cristina y Massa hace tres años pidieron el voto para ganarle a Macri, pero nos llevaron a otro desastre. Ahora dicen que hay que votarlos de nuevo para que “no gane la derecha”, sin embargo están aplicando el ajuste capitalista del FMI y benefician a los grandes empresarios y bancos. Lo mismo hizo el macrismo en sus cuatro años de gobierno.

Todos ya nos gobernaron con hambre, miseria y destrucción ambiental: los militares, peronistas, radicales y macristas. Hay que pararles la mano a todos los políticos del sistema que llevaron a que un país rico como Argentina se hunda en la miseria y la indigencia. Milei quiere gobernar diciendo que es algo nuevo. ¡Pero ojo! Propone hacer lo mismo que ya hicieron los milicos, Menem y Cavallo. Reivindica al golpista Bolsonaro, propone más ajuste, arrasar con los convenios laborales, pide “libertad” para que los empresarios sigan haciendo fortunas, mientras es denunciado por jóvenes de su propio espacio de usar a la juventud, tener prácticas de la vieja política y promover cargos por sexo y dinero. No tiene nada de “nuevo”.

Llegó la hora de cambiar con propuestas de fondo. La izquierda y las y los trabajadores tenemos que gobernar para sacar al país de este desastre. Tienen que gobernar los que nunca gobernamos, para imponer una Argentina Socialista. Eso es lo único que nunca ocurrió en nuestro país.

Ni el Frente de Todos, ni Juntos, ni Milei. Con ellos seguirá el ajuste, el sometimiento, la corrupción y la entrega al FMI. Solo la izquierda tiene una salida favorable para el pueblo trabajador, la juventud, las mujeres y disidencia, para terminar con la inflación, aumentar los salarios y jubilaciones, liberarnos del FMI y que se use la plata de la deuda externa en trabajo genuino. Cortando el chorro a la fuga de capitales, nacionalizando la banca y el comercio exterior y reestatizando las privatizadas bajo control de trabajadores y usuarios. Pelea que hay que dar en las luchas y en las elecciones con el Frente de Izquierda Unidad, con una fórmula unitaria como proponemos desde Izquierda Socialista con Bregman-Solano.




No a la división del FITU en las PASO. Por una fórmula unitaria Bregman-Solano

El Frente de Izquierda tiene una gran oportunidad para pelear por una salida de fondo. En las elecciones pasadas logró la mayor cantidad de bancas al Congreso, legisladores y concejales en una misma elección. Y puede seguir creciendo. Para ello hace falta que el FIT Unidad siga actuando en unidad. Política unitaria que corre peligro porque lamentablemente PTS, el Partido Obrero y el MST se han lanzado con sus propias fórmulas amenazando en dividir al FIT en las PASO. Un grave error.

El FIT Unidad no tiene que ir a las PASO a dirimir ninguna interna por los cargos sino con una fórmula unitaria. Desde Izquierda Socialista proponemos acordar la fórmula presidencial unitaria Myriam Bregman (PTS)-Gabriel Solano (PO). Ya logramos listas unitarias en Neuquén, Río Negro y La Pampa sin tener que ir a una disputa interna. ¿Por qué vamos a dividirnos en las PASO en vez de unir fuerzas para enfrentar unitariamente a los peronistas, macristas y a Milei y Espert?

Llamamos a la militancia frentista de izquierda, a los dirigentes sindicales combativos, luchadoras y luchadores sociales, estudiantiles y personalidades a pronunciarse por esta política unitaria, como ya se están manifestando en las redes. Nuestro partido propone a Bregman-Solano para las presidenciales y pone a disposición para las candidaturas del FITU a sus dirigentas y dirigentes Juan Carlos Giordano, Mónica Schlotthauer, el Pollo Sobrero, Mercedes Trimarchi, Liliana Olivero en Córdoba, Angélica Lagunas en Neuquén y a sus distintos referentes en cada provincia.

¡No al divisionismo ni a los hegemonismos en el FITU! ¡Vamos con la unidad de la izquierda a cbatir a los partidos del sistema con la fórmula unitaria Bregman-Solano!

Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad

El 22 de febrero de 2012 murieron 51 personas, una de las cuales se encontraba embarazada,​ y resultaron heridas 789. Es uno de los capítulos más negros de la historia del ferrocarril y del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Hace once años, trabajadores y sectores populares pagaron con sus vidas el desguace del sistema ferroviario producto de las privatizaciones, la corrupción y los negociados, por ello se la conoce como "La masacre de Once".
 
El tren chapa 16 de la ex línea Sarmiento, chocó contra la plataforma de la estación Once. Ni siquiera funcionaba el paragolpes hidráulico instalado al final de la vía que debía absorber el impacto. La posibilidad de una situación así fue denunciada por las y los trabajadores ferroviarios desde 2002, remarcaban la falta de mantenimiento y los problemas en el funcionamiento.

Las familias de las víctimas rápidamente sacaron la conclusión: Los mató la corrupción. La falta de respuesta a las reiteradas denuncias es el resultado del largo proceso de privatización, de negociados y corrupción. Un entramado del que participaban las primeras líneas del gobierno y empresarios que se enriquecían con los multimillonarios subsidios sin control, como el caso los hermanos Cirigliano (TBA).
 
La masacre de Once dejó al descubierto los millonarios subsidios que el kirchnerismo entregó a los hermanos Cirigliano, titulares de TBA. Los informes de la Auditoría General de la Nación y las pericias contables de la Justicia los mostraron. También quedó al descubierto los montos que se ocultaron durante más de ocho años.

El abandono del material rodante, vías y señales por parte de la empresa era evidente. Los Cirigliano utilizaban el dinero para llenar sus bolsillos, llevarlos a paraísos fiscales o invertirlos en otros negocios en el exterior. Solo cuatro formaciones contaban con todos los compresores. La mayoría tenían algunos que funcionaban y otros que no. Los paragolpes entre vagones no se reparaban porque no había resortes. Esto se sumaba a que las carrocerías de los coches estaban podridas. Pero el gobierno culpaba a los ferroviarios de saboteadores y los sancionaba cuando se negaban a sacar formaciones sin estar en condiciones.

Ante el trágico hecho evitable el gobierno se vio forzado a quitarle la concesión a TBA, pero se la dieron a Metrovías (Roggio) y Ferrovías (Romero). Luego pasó al Estado, pero controlado por funcionarios del gobierno de turno.
Nada de esto era lo que exigían los ferroviarios del Sarmiento, que proponen la reestatización de todo el sistema ferroviario en una única empresa estatal dirigida y controlada por sus trabajadores y organizaciones de usuarios. La única forma de terminar con los negociados corruptos y lograr un transporte de calidad, seguro y accesible para el pueblo trabajador.

Hoy se realizó otro acto, por el aniversario de la tragedia. La movilización incansable de las organizaciones de familiares de las víctimas y usuarios, con el acompañamiento del Cuerpo de Delegados del Sarmiento encabezado por Sobrero, Reynoso, Ruiz, Schlotthauer y otros valiosos luchadores, obligó a la justicia patronal a investigar, imputar y condenar. Fue un hecho enorme que impidió (parcialmente) la impunidad. En 2015, 21 de los 28 acusados recibieron condenas. A la fecha ninguno está en la cárcel, algunos en prisión domiciliaria. El único que la cumplió fue el motorman.

Reproducimos un extracto del acto que se realizó en Once y hacemos un llamado, desde Izquierda Socialista, para seguir luchando por la reestatización de todo el sistema ferroviario, para que este capítulo negro no se repita nunca más.

 

 

Escribe Izquierda Socialista FITU Rosario

El avance de las bandas criminales, el flagelo del narcotráfico, las drogas y sus consecuencias son responsabilidad de los gobiernos provinciales y del gobierno nacional de los últimos años. Demuestran un total fracaso en sus políticas para combatirlo.

Estamos frente a una situación muy grave, donde un estado cómplice que ha dejado correr durante años el negocio ilegal de la venta de drogas hasta derivar en una guerra de bandas de narcotraficantes, con centenares de homicidios todos los años.

Rosario es una ruta clave del narcotráfico, con los diversos puertos de salida al mundo para un negocio que mueve miles de millones de dólares, y donde con total impunidad circula su comercialización, que tiene a la venta ilegal de armas, como negocio anexo.

Desde Izquierda Socialista FITU venimos planteando que hay que tomar medidas de fondo para frenar la narco-criminalidad, que avanzó en los territorios y se cobra la vida de jóvenes todos los días. Es un fracaso total de las políticas del gobierno de Fernández y Perotti, así como de los gobiernos del PS-Frente Progresista -hoy parte del Frente de Frentes con el PRO- que tuvieron como única medida la supuesta “guerra al narcotráfico”, con el resultado a la vista.

La única salida en serio, es terminar con este multimillonario negocio ilegal, que en los hechos se vive como “una guerra” que no va a parar con un “cambio de figuritas” de ministros. Es necesario legalizar la tenencia y el consumo de las drogas que hoy son ilegales, ponerlas bajo control de las autoridades sanitarias y encarar el flagelo de la drogadicción como una enfermedad y por lo tanto tratarla desde la salud pública, invirtiendo en más centros de recuperación de adictos que ya hoy son completamente insuficientes, y terminando con la fuente de ingresos del narcotráfico que generan las complicidades narco-policiales, judiciales y políticas. Para más información de este tema, te invitamos a leer http://izquierdasocialista.org.ar/.../20144-la-propuesta...

¡Más bombas de humo!

La semana pasada se conoció la renuncia del Ministro de Seguridad, Rubén Rimoldi, a quien el Gobernador Perotti reemplazó por Claudio Brilloni (comandante retirado de la Gendarmería). No hay sorpresas en esto, cambian los nombres y se suceden las mismas políticas de represión y criminalización de los consumidores, mientras todas las fuerzas de seguridad siguen compartiendo el negocio. En los barrios, es sabido por toda la población que las fuerzas nacionales dominan una parte del negocio. Así como sabemos que la policía custodia bunkers que le responden a sus cajas de recaudación.

Mucha gente puede seguir teniendo expectativas en poner “mano dura”, metiendo más gendarmes y prefectos a recorrer las calles. Pero eso ya sucede y ha sucedido en el pasado con Berni o Bullrich. Incluso la impresentable de Amalia Granata propone que el Ejercito patrulle las calles. La consecuencia de esta política la seguimos viendo hoy: una brutal inseguridad, un total fracaso de su gobierno, que prometía en campaña “Paz y Orden”. Van ya cuatro cambios de Ministro de Seguridad, y diez si sumamos los que hubo bajo el gobierno del Partido Socialista-Frente progresista. Tampoco es ninguna solución criminalizar aún más a la juventud, apoyando la baja de la edad de imputabilidad, sector de la población especialmente frágil en esta situación, a quien el Estado debe apoya con presupuesto, como explicaremos luego. Además, esa política represiva -ya está comprobado en el mundo- no baja los índices de criminalidad.

Es necesario un cambio rotundo en la policía, frente al desastre actual. Hace falta poner esa institución podrida hasta los huesos bajo control de la población trabajadora. Por eso proponemos que se vote al comisario de cada barrio, y su mandato sea revocable por los electores cuando lo consideren.

Por otro lado, no podemos olvidar los negocios inmobiliarios que tanto saben hacer los gobiernos “progresista” de Rosario, hoy Pablo Javkin y sus nuevos aliados del PRO, en acuerdo con todos los sectores del oficialismo y oposición patronal están vinculados a este flagelo, ya que es harto conocido que se trata de una vía de lavado de dinero del Narcotráfico.

Los hechos de violencia narco-criminales, en Santa Fe y en particular en la ciudad de Rosario, no van a parar e irán en grave aumento con estos gobiernos. Así lo han demostrado esta semana las balaceras al Centro de Salud “Santa Teresita” junto a la sede del distrito Sudoeste de la ciudad de Rosario, así como el asesinato del joven Jimi, ambos con mensajes mafiosos que involucran a bandas en disputa, pero que muestran la connivencia policial y estatal con la que cuentan, incluso para atacar a sectores de la población que nada tienen que ver con el negocio narco.

Presupuesto para la juventud

A la hora de priorizar sus políticas de gobierno, todos coinciden en lo fundamental: ajustar a la clase trabajadora, cumplir los acuerdos con el FMI y el pago de la usurera y multimillonaria deuda externa, recortar presupuestos en salud y educación, viviendas sociales. “Todos” y “Juntos”, o sea peronistas y opositores benefician los intereses económicos de empresarios y multinacionales, véase el caso de Vicentín o Cargill con el Puerto Privado.

Mientras, somos testigos que cada vez más jóvenes, muchos de ellos menores, venden en las esquinas y son usados como gatilleros o hasta sicarios. Cómo venimos diciendo, hace años la decadencia social es alarmante y afecta en carne propia a jóvenes sin más futuro que ser parte de toda la mugre narco. Hace falta presupuesto para combatir la marginación social extrema que se profundiza en los barrios populares, en especial en la juventud. Por eso necesitamos una masiva inversión en educación, con escuelas en condiciones adecuadas, e inversión real para combatir la deserción escolar, y no las mentiras de Perotti que apela a docentes precarizados para una tarea en extremo compleja. También es fundamental invertir en clubes barriales y ámbitos de socialización de la juventud.

Finalmente, es clave promover el empleo juvenil, con una jornada reducida, con estabilidad y salarios dignos, y permitiendo que posibilite completar los estudios primarios, secundarios, y continuar estudios superiores.
Por todo esto desde Izquierda Socialista FITU impulsamos, la legalización y control en el consumo para terminar con este gran negociado política pública activa y presupuesto de salud. Además, ir a fondo en la estatización y control de les trabajadores, de la Banca, el Comercio Exterior y los Puertos, lugares claves por donde ya circula el negocio. Frenar ya la inflación que es más ajuste. Ruptura inmediata con el FMI y plata para poder erradicar la pobreza. Priorizar la salud y educación pública. Planes de viviendas. Dando una salida de fondo para la juventud trabajadora.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa