La burocracia de la CGT ni siquiera planteó la reapertura de paritarias. Se conformó con un “bono” por única vez, que ahora el gobierno dice que no será universal. Se impone cada vez más la necesidad de un paro general.

Escribe José Castillo

El autódromo Oscar y Juan Gálvez se convertirá en un gran negocio para las automotrices, concesionarias y empresarios de gastronomía. En la legislatura porteña se acaba de aprobar, sin siquiera presentar los detalles del fideicomiso, la entrega del predio de 180 hectáreas al capital privado.

El gobierno de Macri acaba de pagar 40 millones de dólares a distintos bonistas y lanzó un bono en euros para los mercados financieros europeos por un total de 2.500 millones de dólares. Por supuesto no veremos ni un centavo de esa millonada. Esa plata se utilizó para pagar vencimientos anteriores de deuda, siendo el pago más escandaloso los 9.000 millones en efectivo a los buitres, y para financiar la fuga de divisas al exterior.

“Tomamos medidas dolorosas para crecer”, dijo Macri la semana pasada. Pero lo único que queda para los trabajadores y el pueblo es el dolor del ajuste ya que el crecimiento es una mentira total. La recesión se profundiza y se siguen perdiendo puestos de trabajo. El presidente volvió también con una muletilla de campaña: “vamos a seguir luchando contra la pobreza y hacer esfuerzos para generar empleo”. Es todo un intento para encubrir que a 10 meses de gobierno, los únicos beneficiados son los bancos y multinacionales, mientras la desigualdad social se agrava; la pobreza crece y los despidos y suspensiones también.

Ya está para nuestros lectores el número 39 de la revista internacional que editamos desde la UIT-CI. En este número denunciamos el genocidio que Assad y Rusia cometen en la ciudad siria de Alepo, la “Guernica del Siglo XXI”.