Nov 23, 2024 Last Updated 9:43 PM, Nov 21, 2024


Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de izquierda Socialista

Esta semana se presentaron las listas de candidates para Consejo Directivo, Juntas de Carreras y Centros de Estudiantes en todas las facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Con la Juventud de Izquierda Socialista conformamos listas unitarias del Frente de Izquierda Unidad en ocho de las trece facultades. Allí daremos la pelea por recuperar los Centros de Estudiantes y por Consejeres independientes del gobierno, del Rectorado y de las autoridades universitarias.
 
El contexto en el que vivimos cientos de miles de estudiantes que vamos a votar en las elecciones de la semana próxima no es distinto del que viven la mayoría de les jóvenes del país: la plata no alcanza. El pacto con el FMI, que votaron hace semanas entre el gobierno de Alberto Fernández y la oposición de Juntos por el Cambio, es un nuevo salto en el ajuste que en concreto se traducirá en menos presupuesto para la educación.

Volvemos a las aulas luego de dos años de virtualidad en los que miles se vieron obligades a abandonar la cursada. Ni el rectorado ni las autoridades de las facultades hicieron algo para frenar esta deserción histórica. Se adecuaron al recorte presupuestario al igual que las conducciones estudiantiles de los centros de estudiantes y de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) que, en manos de las agrupaciones peronistas, kirchneristas y de Juntos por el Cambio (Nuevo Espacio y Franja Morada), fue cómplice del ajuste.

En este marco se dan las elecciones estudiantiles. En una fecha puesta de forma apresurada por el Rectorado (del 4 al 8 de abril) y a una o dos semanas de haber empezado las clases en la mayoría de las facultades. El rector, Alberto Barbieri, quiere desarrollar rápidamente las votaciones, sin que se profundice el debate ni la discusión sobre la situación en la que vivimos les estudiantes, para luego convocar a la Asamblea Universitaria y renovar autoridades. Toda una rosca ajena a los intereses de las mayorías estudiantiles. Por eso la democratización de la UBA es una lucha muy importante que desde la izquierda venimos impulsando,  frente a las corrientes políticas como las radicales de Nuevo Espacio/Franja Morada o las distintas variantes del peronismo/kirchnerismo, que gobiernan juntos la Universidad y que sostienen el voto ponderado (como hace dos siglos atrás). Quieren que les estudiantes seamos la minoría en los órganos de cogobierno para perpetuarse en el poder, impidiéndonos que elijamos directamente a decanos y rectores. Les estudiantes, que somos la mayoría, somos les que tenemos menos votos. Y encima, con este régimen arcaico ni siquiera se le permite el voto a les no-docentes. Un sistema totalmente antidemocrático con el que se garantizan no solo sus puestos de poder sino que desde allí, imponen a las carreras y facultades perspectivas retrógradas, ajenas a los intereses de las mayorías, directamente al servicio de las empresas.

Por otro lado, en estas elecciones debemos discutir también qué herramientas gremiales necesitamos en cada facultad para frenar las consecuencias del acuerdo con el FMI. Este organismo internacional trimestralmente vendrá a Argentina a “controlar” las finanzas del país, lo que significa achicar aún más los presupuestos educativos. Por eso la pelea por centros de estudiantes y federaciones que se pongan al frente de esta lucha no es un mero trámite. Al contrario, es una tarea fundamental que tenemos les estudiantes. Debemos ser protagonistas de la lucha por mejores condiciones de cursada, sin cupos y mayor oferta horaria, por más y mejores becas estudiantiles y por el boleto educativo. Junto a la pelea por lograr una universidad con perspectiva feminista y socioambiental en todos los planes de estudio. Para ello te invitamos a acompañar con tu voto a la Juventud de Izquierda Socialista en las listas unitarias del Frente de Izquierda Unidad. Vamos por Centros de Estudiantes, federaciones y consejeres independientes del gobierno y de las autoridades universitarias, que impulsen la lucha contra el ajuste del gobierno y el FMI.
 


Escribe Pili Barbas, dirigenta de la juventud de Izquierda Socialista

Del 4 al 9 de abril se realizarán las elecciones de las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en las que se elegirán los representantes estudiantiles de los Consejos Directivos, las Juntas de Carrera y los Centros de Estudiantes después de dos años de cursada virtual. Como en cada elección, tendremos la oportunidad de debatir el tipo de Centro de Estudiantes que queremos y, también, cómo nos organizamos para enfrentar el ajuste presupuestario que ahoga a la educación en general y la UBA en particular.

Volvimos a la presencialidad pero sin las condiciones de cursada garantizadas, con edificios que se caen a pedazos  y un brutal recorte de becas. Todo esto se combina con la precarización de nuestra vida que se profundizó con la pandemia, que hace que cada vez sea más difícil poder estudiar. Por eso, en estas elecciones debemos discutir nuestros derechos y cómo fueron vulnerados durante el gobierno de Alberto Fernández, que “se pone contento” porque vuelve a dar clases en la UBA pero nada dice sobre las condiciones en las que cursamos, siendo él responsable de la falta de presupuesto y de la deserción estudiantil récord. Fernández ignora el hecho de que cada vez crece más el número de compañeres que tienen que dejar de estudiar y que abandonan la carrera.

Pero el gobierno no actúa solo. En cada facultad tiene sus cómplices, que son las agrupaciones que hoy conducen los Centros de Estudiantes y también las Federaciones (FUA, FUBA), que nada hacen para organizar la resistencia frente a este brutal ajuste: las oficialistas del Frente de Todos (UES, Patria Grande, La Cámpora, Evita) o las que se dicen opositoras (Franja Morada, Nuevo Espacio). Todas dejan correr el ajuste. Por eso, en estas elecciones tenemos la oportunidad de luchar por Centros de Estudiantes y Consejeres Estudiantiles que sean independientes del gobierno y de las autoridades, para pelear por mayor presupuesto educativo y que todes podamos cursar.

Por Centros de Estudiantes que defiendan a les estudiantes  
 
El Congreso Nacional acaba de legitimar el acuerdo del gobierno con el FMI que sin dudas significa un mayor sometimiento y ajuste. Les estudiantes tenemos mucho que decir acerca de este acuerdo y, sobre todo, mucho por hacer para enfrentarlo. Por eso desde la Juventud de Izquierda Socialista peleamos por Centros de Estudiantes que estén al servicio de estas luchas y, en estas elecciones, apostamos a que el  Frente de Izquierda Unidad impulse listas unitarias con  todos los sectores combativos e independientes del gobierno, del rectorado y de las autoridades universitarias para avanzar en esta tarea.

La pelea tambien es por conseguir más consejeres independientes, que sigan luchando por la democratizacion de la UBA, y exigiendo que queremos perspectiva feminista y ambiental en nuestras carreras.
Basta de Centros de Estudiantes y Federaciones cómplices del ajuste y alejadas de la realidad de les estudiantes. Vamos a enfrentar al gobierno y al FMI con Centros de Estudiantes independientes, democráticos, feministas y de lucha. Sumate a esta campaña junto a la Juventud de Izquierda Socialista.

Escribe Daniela Rosa, candidata a vicepresidente por el FILPsi

Este 30, 31 y 1 se vienen las elecciones a centro y claustro estudiantil en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), marcadas por un ajuste brutal que llevó a una gran deserción en los años de cursada virtual.  Se calcula que 40.000 estudiantes en el 2020 dejaron la cursada por falta de conectividad y dispositivos y por la crisis socioeconómica, y que ahora está provocando una segunda deserción debido a la modalidad de cursada presencial.

Si bien este marco de crisis educativa es nacional, en la UNLP tenemos distintas particularidades. Una de ellas es que las elecciones de centro y de claustro están unidas en una. Lxs estudiantes no decidimos como son las elecciones de centros de  estudiantes, sino que lo hacen las autoridades. Esto se debe principalmente a la falta de independencia política de las conducciones respecto a las autoridades. Por ejemplo, no somos capaces de decidir cuándo votar ni si lxs ingresantes pueden hacerlo o no (todo ha sido decidido por el rectorado).

Una segunda particularidad es que la totalidad de las conducciones de centro de estudiantes están manejadas por las burocracias de Patria Grande, La Cámpora, MILES (peronismo) y la Franja Morada. Entre ellxs se disputan la FULP, federación ligada a las autoridades y al gobierno que hace años está inmóvil y que desorganiza a lxs estudiantes.

Por nuestra parte, como Izquierda Universitaria, tendremos nuestra intervención en la Facultad de Psicología, en donde participamos del Frente Independiente y de Lucha en Psicología (FILPsi). Este frente es resultado de la rebelión estudiantil del 2018, que nos llevó a ganar las elecciones del CEPsi de manera aplastante contra la burocracia del MILES. En el 2019 quedamos como segunda fuerza, producto del avance del peronismo con el Frente de Todos. A pesar de ese avance, como FILPsi hicimos una buena elección , disputando voto a voto contra el MILES y La Cámpora (en un frente armado por el decano, de manera escandalosa), gracias al reconocimiento de una franja estudiantil por nuestro rol de conducción combativa, democrática e independiente de las autoridades. Cabe recordar que esa elección terminó con el ingreso de una patota, convocada por las autoridades y el frente peronista, en un hecho nefasto y sin precedentes en una facultad atravesada por la importancia de los DDHH (ya que nuestro predio es un ex centro clandestino de detención) y la salud mental universal y comunitaria (profundizando el doble discurso del peronismo).

El MILES y la Franja Morada serán frentes de disputa en la facultad y la UNLP, pero que representan una opción burocrática, de boicot y dependencia total con las autoridades. Ninguno es una buena salida para el movimiento estudiantil, por lo que reivindicamos el lugar del FILPsi y de los frentes combativos e independientes para recuperar los gremios estudiantiles.

Pilar Barbas

Escribe Pili Barbás, dirigenta de la Juventud Izquierda Socialista/FIT Unidad

Se plantea la vuelta a la presencialidad, pero sin ninguna de las condiciones para garantizar la infraestructura que requiere la actual situación sanitaria, ni los medios para revertir la deserción que se produjo este año. Por el contrario, el presupuesto universitario se redujo para cumplir con las exigencias del FMI.

Desde la semana pasada empezaron a volver paulatinamente las clases presenciales en las universidades. Las mismas se dan en el marco de los cursos intensivos de verano, como también los cursos de ingreso. En algunas universidades todavía la modalidad es cursada mixta, entre presencial y virtual, hasta marzo.

En estos dos años de pandemia, en su mayoría las universidades permanecieron cerradas, y la modalidad de cursada fueron las clases virtuales, lo que provocó que miles de jóvenes se quedaran sin poder cursar por la falta de conectividad.

Ahora, ante nuestro inminente regreso a las aulas, nos parece sumamente necesario discutir en qué condiciones volvemos a la presencialidad para que todes podamos cursar. En medio de un acuerdo con el FMI, que irremediablemente representa un ajuste a nivel educativo para 2022, para nosotres como estudiantes es de vital importancia discutir que es necesario un plan integral con presupuesto para acceder a la educación pública.

A nuestros derechos postergados como movimiento estudiantil por todos los gobiernos, como las becas irrestrictas, el boleto educativo nacional, los comedores y las guarderías parentales en las unidades académicas, se le suma este año la necesidad de exigir una beca de alquileres para que les estudiantes que tienen que retornar a sus lugares de estudio puedan hacerlo.

Esto, sin dudas, tiene que ser acompañado de una partida presupuestaria acorde, que también contemple los salarios de nuestros docentes y no docentes, que fueron pulverizados en la pandemia, y profundizada su precarización laboral por la bimodalidad.

En el medio de una pandemia que no terminó, más allá de declaraciones nefastas, como la realizada por la   ministra Acuña promovimiento que no existan más protocolos en las escuelas, sabemos que para volver a una presencialidad segura es necesario que se sigan cumpliendo con los protocolos y las instalaciones estén en condiciones sanitarias para poder cursar. Además de la importancia de que se impulse una campaña de vacunación y concientización de les estudiantes para que todes lo hagan, lo que es de vital importancia para poder cursar.

Como estudiantes tenemos la importante tarea de volver a luchar por todo nuestro pliego de derechos y de pelear contra las burocracias estudiantiles. Tanto de las federaciones universitarias como de los centros de estudiantes, en mano de la Franja Morada y el peronismo en todas sus variantes, en estos dos años dejaron pasar todo el ajuste en nuestros lugares de estudio.

Desde la Juventud de Izquierda Socialista nos seguiremos organizando ante la vuelta a clases presenciales, para conquistar todos nuestros derechos, exigiendo que se deje de pagar la deuda externa y que esa plata vaya para que todes podamos acceder a la educación pública.

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