El 8 de Marzo de 1857, miles de obreras textiles de la ciudad de Nueva York llevaron adelante una importante movilización contra la jornada de 12 horas que fue brutalmente reprimida. En 1908, en esa misma fecha y en esa ciudad, 129 mujeres fueron calcinadas dentro de la fábrica donde trabajaban mientras protagonizaban una huelga por las condiciones laborales. Recogiendo esta fecha de lucha, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas proclamó el 8 de Marzo como Día Internacional de las mujeres trabajadoras a propuesta de la revolucionaria alemana Clara Zetkin en el año 1910.
A lo largo de estos años, todos los gobiernos del mundo, los empresarios y medios de comunicación se encargaron de quitarle su verdadero contenido al 8 de marzo: nos hablan de flores, bombones y días en centros de belleza. Quieren borrar de la memoria del movimiento de mujeres que el 8 de marzo es un día de lucha, no sólo de celebración y, por sobre todas las cosas, que es el día de las mujeres trabajadoras.
Un reciente informe de la Directora Regional de la OIT para América Latina, publicado por Página/12 (13/2) reconoce que en la actualidad el 40% de los desempleados de la región son los más jóvenes (entre 15 y 24 años), donde las tasas de desocupación son de 2 a 4 veces más altas que la de los adultos. El mismo informe señala que la perspectiva de 2015 es al crecimiento del desempleo.
Escribe: Malena Zetnik
El pasado 25 de noviembre, miles nos movilizamos en todo el país reclamando basta de violencia contra las mujeres. Tal como propusimos Mujeres de Izquierda Socialista en el FIT junto con otras organizaciones en el último Encuentro Nacional de Mujeres en Salta, las mujeres aprovechamos esa fecha para organizar una gran jornada de lucha nacional denunciando los femicidios, los golpes y maltratos, el funcionamiento de las redes de trata, los obstáculos para el acceso al derecho al aborto, la precariedad laboral y la carestía de la vida, donde somos las que nos llevamos la peor parte.
A un año de la histórica toma de la UnLaR, el 18 de noviembre hubo elecciones en todos los estamentos, Rector, Decanos, Consiliarios y Consejos Directivos. En un ambiente democrático pero viciado de viejas costumbres, (entrega de becas, aprietes, dinero) los estudiantes de sociales tuvieron una opción.
Luego de una semana de votación, logramos con mucho esfuerzo ganarle el centro a la JP. Las maniobras de hacer la elección fuera de la cursada regular, logró que haya menos participación. La fiscalización de los estudiantes evitó cualquier intento de fraude, logrando que nuestra lista Estudiantes en Marcha se impusiera con el 62% de los votos, contra el 32% que sacóo la lista del PJ local (JP-La Cámpora). Párrafo aparte merece la actitud irresponsable del Agite (PO) que dividió a la oposición, sacando solamente 7 votos.