Escribe Juan Carlos Giordano
“No compararía a Macri con Carlos Menem porque Menem tenía un costado sensible. Al presidente lo veo más parecido a Domingo Cavallo”, dijo Massa. ¿En qué parte era sensible Menem?
En los años 90 remató las empresas del Estado, dejó a cientos de miles de desocupados y duplicó la deuda externa. Y si Massa compara a Macri con Cavallo olvida decir que Cavallo fue ministro de Economía del “sensible” Carlos Menem durante 1991-1996.
Massa recientemente habló bien de Donald Trump y Bolsonaro, diciendo que “defienden a sus pueblos”. El ex jefe de Gabinete del kirchnerismo no tiene arreglo.
Escribe Juan Carlos Giordano
Grabois dijo a la revista Noticias que Rodríguez Larreta podría ser jefe de gabinete de Cristina. El soldado del Papa se enfureció y aclaró: “Nos fuimos reuniendo con personas que estuvieron en puestos importantes de gestión para escucharlos y aprender. Durante la entrevista con Noticias, cuando comenté que ya habíamos visto a Sergio Massa, Alberto Fernández, Jorge Taiana y Rodríguez Larreta, hice una broma en relación a que Larreta podría ser un buen jefe de gabinete cuando ganara Cristina.
El sentido de la broma es este en la medida en que la política esté dirigida desde una perspectiva popular y más si Cristina Fernández es presidenta, podemos absorber personas con diversos conocimientos y capacidades técnicas de todo el arco ideológico porque el movimiento nacional y popular no es una secta de iluminados”.
¡Aclarado! Grabois confía en que Larreta (igual que Massa) puede aportar para “una gestión eficiente, transparente y de excelencia para que las ideas de izquierda, las banderas justicialistas, las medidas nacional-populares se ejecuten a la perfección”.
Escribe Juan Carlos Giordano
Héctor Daer (CGT) junto conHugo Moyano y Ricardo Pignanelli (el burócrata del Smata), estos últimos como parte del llamado Frente Sindical por el Modelo Nacional, acaban de ingresar al PJ. Ya estaba Antonio Caló, de la UOM, y dicen que esta semana anunciarían el ingreso de Hugo Yasky (CTA). La inclusión del secretario general de la CTA de los Trabajadores a la Mesa de Acción Política del PJ fue idea de Agustín Rossi.
“Allí va a estar representado el 100% del movimiento obrero organizado, o el 99,9%”, enfatizó el diputado kirchnerista y uno de los delfines de Cristina. Y agregó: “Hacía muchísimo tiempo que la totalidad del movimiento obrero organizado no se expresaba unívocamente en términos políticos”.
Esta “unidad” dentro del PJ de un dirigente odiado como Daer y de Moyano (que vino despotricando contra la CGT) quiere decir que son dos caras de la misma moneda. La cara de la burocracia sindical funcional al PJ.
¿Qué une a Daer y Moyano? Ser parte de un peronismo que apuesta a la gobernabilidad y apoya -aunque a veces con algunas críticas para la tribuna- el ajuste de Macri y el FMI. Un ajuste avalado por los gobernadores peronistas
El que queda en falsa escuadra es Yasky, quien se quiere mostrar como “distinto” de la burocracia oficial y ahora se junta con ella en el PJ.
Por todo esto es que desde el sindicalismo combativo estamos por otro modelo sindical y político totalmente distinto del que representan tanto Daer, Moyano como Yasky. Un modelo sindical de lucha y democrático e independiente de los gobiernos de turno y de los partidos patronales. Es decir, estamos por una nueva dirección del movimiento obrero y la independencia política de los trabajadores para que dejen de ser furgón de cola de variantes patronales que gobiernan para las grandes patronales.
Escribe Guido Poletti
El G20 se reunirá en nuestro país el 30 de noviembre y el 1° de diciembre próximos, con la presencia de los máximos jefes políticos de las potencias imperialistas, Donald Trump, entre ellos. Macri, el anfitrión, quiere mostrarles su capacidad de “buen alumno” para cumplir con las exigencias del FMI. Hay que movilizarse masivamente para repudiar esta cumbre de los saqueadores mundiales de los pueblos.
A fin de noviembre se realizará en Buenos Aires la reunión del G20. Estarán presentes los líderes imperialistas más repudiados del mundo, entre ellos el presidente yanqui Donald Trump y la canciller alemana Angela Merkel, junto con los jefes del gobierno ruso Vladimir Putin, el francés Emmanuel Macron, el chino Xi Jinping, la británica Theresa May y el japonés Shinzo Abe, entre otros. Cada uno trae sus caprichos y exigencias exóticas, como la del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman, que reclama que los inodoros y bidés sean exclusivamente de la marca inglesa Kholer.
También participarán funcionarios de primera línea del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las Naciones Unidas (ONU). Sufriremos una auténtica invasión: llegarán 5.000 custodios con sus autos blindados (incluida la llamada “bestia” que traslada al presidente Trump), lanchas, helicópteros y sistemas de ciberdefensa. Se cerrarán aeropuertos y zonas enteras de la ciudad. ¡Macri decretó feriado el viernes 30 para facilitar el megaoperativo militarizado que se pondrá en práctica! Se trata de una gran “asamblea del imperialismo”, de los verdaderos dueños del mundo. Vienen a ratificar las políticas de ajuste y saqueo que se están aplicando en todo el planeta, a garantizar la continuidad de las superganancias de las multinacionales y los astronómicos pagos de la deuda externa.
Macri los presenta como salvadores, cuando son repudiados en sus propios países, tal como le acaba de suceder a Trump en las recientes elecciones; a Angela Merkel, obligada a ponerle fecha a su retiro, o en China, donde se viene dando una oleada de huelgas por los salarios de hambre. Sin hablar del absoluto repudio que generan en los pueblos de los países sometidos a sus políticas imperialistas.
El objetivo inmediato del gobierno de Cambiemos es llegar a la cumbre sin paros ni movilizaciones a la vista, para poder mostrarle al mundo que es capaz de llevar adelante el superajuste exigido por el FMI. Por eso se apresuró a hacer aprobar en el Congreso el presupuesto 2019, que contiene la gran mayoría de las medidas reclamadas por el Fondo. Para lo que cuenta una vez más con el apoyo inestimable del peronismo, que le da los votos necesarios. Y también de la burocracia de la CGT que, a cambio de un bono miserable, le garantizó al gobierno el levantamiento de toda medida de fuerza.
La cumbre imperialista del G20 también genera la excusa perfecta para que ex presidentes como Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y Pepe Mugica, el actual vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, o el ex candidato brasileño Fernando Hadad encabecen una suerte de “contracumbre” llamada Foro Mundial del Pensamiento Crítico. Buscan “lavarse la cara”, haciendo una vez más gala del doble discurso del “progresismo”, como si ellos mismos, cuando fueron gobierno, no hubieran pagado puntillosamente la deuda externa o permitido que los pulpos transnacionales petroleros y megamineros saquearan las riquezas de los países. Motivos por los cuales sufrieron repudios, como acaba de suceder con el PT en las recientes elecciones de Brasil, lamentablemente, provocando el triunfo de expresiones de ultraderecha como la de Bolsonaro.
Tenemos que repudiar la cumbre imperialista y la presencia de Trump y los otros líderes en nuestro país. Tal como lo venimos planteando y organizando desde el Frente de Izquierda y el sindicalismo combativo tenemos que preparar una marcha lo más amplia y masiva posible para el viernes 30. Denunciando el saqueo y la superexplotación de las multinacionales de la que estos gobernantes son sus representantes. Plantea la ruptura con el FMI. Esta movilización también es parte de la lucha contra nuestro ajuste, el de Macri y los gobernadores, exigido por el Fondo y los mismos gobiernos que se darán cita para la reunión del G20. Y aprovecha la presencia de Trump, socio privilegiado de los genocidas sionistas que otra vez están bombardeando la Franja de Gaza, para gritar bien fuerte nuestra solidaridad con la lucha del pueblo palestino. ¡No al G20! ¡Fuera los jefes imperialistas de Argentina! ¡No al pago de la deuda externa!
Escribe Nicolás Núñez Legislador electo Izquierda Socialista/FIT • CABA
Roger Waters brindó una conferencia en el teatro Bambalinas el jueves 8 de noviembre. El evento fue organizado por el Comité Argentino en Apoyo al Pueblo Palestino, del cual Izquierda Socialista es parte. En representación de nuestro partido asistieron el diputado Juan Carlos Giordano y la legisladora electa por CABA, Laura Marrone. Estuvieron presentes la familia de Santiago Maldonado y distintos organismos de derechos humanos. El artista y compositor habló centralmente de Palestina: “Hay que iluminar estas causas en todo el mundo porque la verdadera historia del pueblo palestino no se cuenta”.
Roger Waters está de gira por Argentina y Latinoamérica. En cada lugar que pasa deja su rastro. Fue una grata sorpresa poder compartir el hecho inédito de tener al cantante y compositor explayándose por más de una hora sobre la causa palestina y otros temas de interés, más allá de su música. El teatro estaba lleno. Se dieron cita representantes de las organizaciones que somos parte del Comité en Apoyo al Pueblo Palestino en Argentina, entre ellas la dirigente Tilda Rabi, el embajador de Palestina en Argentina, Adolfo Pérez Esquivel, Sergio Maldonado y Estela Carlotto.
“Desde 2006 estoy involucrado en el movimiento BDS* contra Israel (Boicot, Desinversión, Sanciones). El pueblo palestino sufre el sistema de apartheid, de segregación. Hay que terminar con todos los asentamientos y muros de Israel sobre Palestina. Y lograr un Estado único democrático, independiente, sin predominio de una religión o raza, como se vivió durante años conviviendo pacíficamente musulmanes, judíos y otras religiones”, señaló.
“Hay que iluminar estas causas justas para que triunfen en el mundo. Esta lucha es difícil pero la vamos a ganar”, agregó. Y recomendó: “Hay que difundir todo esto para ir convenciendo a quienes todavía no lo ven. El hecho de que la selección argentina no haya jugado en Israel fue muy importante. Son muchos los judíos que dicen ‘esto no tiene nada que ver conmigo’ cuando ven las atrocidades y muertes de niños palestinos. No se puede permitir el actual genocidio contra el pueblo palestino”.
Una de las preguntas que le formularon fue sobre la campaña que le hacen de antisemita. “¿Antisemita yo? Están locos. El hecho de que esté en esta campaña contra Israel no tiene nada que ver con que esté en contra de los judíos. Tergiversan y desinforman. Mirá, te pongo un ejemplo. Yo vengo de una familia donde mi madre siempre luchó por los derechos humanos. El pueblo judío sufrió la represión atroz de los nazis. Siempre estuve en contra de lo que pasó en Auschwitz y los campos de concentración. De niño lo viví a través de la historia de mi abuela. Pero lo que me pregunto es cómo ese mismo pueblo que ha sido víctima de un genocidio ahora se arroga el derecho a hacer lo mismo con otro. No puede ser”.
En otra parte de su relato repudió a Donald Trump: “No me gusta hablar de Trump porque me revuelve el estómago (NdeR: Waters calificó a Trump de “cerdo” y “sin cerebro” en el recital en La Plata). Es el que quiere mudar la capital de Israel a Jerusalén. Estados Unidos no es una democracia, es un espejismo de democracia. Es un sistema al servicio de los de arriba, de acumular riqueza para unos pocos, donde no se invierte en salud o educación sino para que el complejo industrial militar siga con sus grandes negocios para las corporaciones”.
Roger Waters es un apasionado y propagandista de la causa palestina. En su último disco “Is this the life we really want?” (¿Es ésta la vida que realmente queremos?) se refiere a otros dramas del mundo actual, como la crisis de los refugiados de Medio Oriente. También es vocero de denuncias contra este injusto sistema capitalista que explota a millones. “Es un sistema que acumula riqueza para unos pocos. Los de arriba, los oligarcas, están destruyendo el planeta, cuando se trata de nuestro hogar. Hay recursos suficientes para erradicar los grandes males, garantizar la salud y la educación para todo el mundo, pero solo les interesa acumular riquezas y matar al que tiene piel oscura”.
Cuando le preguntaron cómo están las luchas, contestó: “Ellos (por los de arriba) están asustados. No nos están ganando. Me acuerdo cuando ganó Ronald Reagan en Estados Unidos. Un actor horrible que se transformó en presidente. Fue la cara visible del llamado neoliberalismo junto con la Thatcher. Lo denunciamos. Ahora todos saben lo que es el neoliberalismo, el colonialismo. Vamos ganando. Vamos logrando que millones lo vean”.
El último disco compuesto por Waters en Pink Floyd fue “The final cut”. Está cruzado por la guerra de Malvinas y el ascenso de Thatcher y Reagan. Allí el clima predominante era de completo pesimismo. Claramente el mundo no ha mejorado desde entonces, pero el involucramiento en la lucha concreta del pueblo palestino le ha dado ahora a Waters un optimismo militante para sumarse a la denuncia de las atrocidades contra los palestinos.
(*) BDS: movimiento mundial que hace campaña por un boicot económico, político, académico, cultural y deportivo contra Israel.
Sobre su recital en San Pablo, donde repudió a Bolsonaro, comentó: “Un amigo me dijo que tenía que decir Ele Não. Y lo dije. Generó furor. La policía me dijo que estaba incitando a la violencia y a los saqueos. Es que en mis temas musicales y en el escenario me refiero a la cruda realidad donde voy”.
En otro pasaje le preguntaron sobre los cambios y la resistencia de los pueblos. “Tengo esperanza. Creo en la revolución de los pueblos, que se levanten. Por ejemplo, en la última elección se eligieron de diputadas a las asesoras de Michelle Franco (NdeR: concejala de izquierda del PSOL, mujer, negra y feminista, asesinada en una favela de Río de Janeiro por la represión). Si la gente elige de esa manera puede haber cambios”.
“Muchos de los que votan a Trump creen que los negros en Estados Unidos deberían ser esclavos porque los blancos son superiores. Esto de la supremacía de la raza es aterrador. Yo siempre les digo lo mismo: todos somos africanos. Por lo que sé y se ha comprobado, hace 750.000 años surgimos de Africa e inundamos el mundo. Muchas veces cuando saludo digo: hola, soy africano”.
“Soy un ateo radical. No creo en Dios. Dios nunca existió ni existirá. Pero respeto a quienes son creyentes. Lo que no puedo soportar es a quienes usan la religión como dispositivo para dirigir a las personas”. E hizo referencia sobre el rol nocivo de las iglesias evangélicas y el poder, especialmente en Estados Unidos.