Uno de los documentos elaborados por la CIA informa acerca de la detención de Nahuel Moreno y otros compañeros de nuestra corriente internacional cuando viajaron a Brasil para organizar las reuniones previas que llevaron a la conformación del PT
Escribe Gabriel Massa
El gobierno de Estados Unidos ha desclasificado y entregado a la Argentina decenas de miles de documentos de la CIA, el FBI y otros organismos de espionaje de la época de Isabel Perón y de la última dictadura militar. Muchos aportan datos que confirman las declaraciones de testigos sobre la represión, las desapariciones y las torturas perpetradas por la dictadura y que servirán para avanzar en los juicios contra los genocidas.
Entre estos documentos figura uno de la CIA que relata un episodio de gran importancia para nuestra corriente y su tradición. Comienza diciendo: “El 22 de agosto de 1978 el destacamento de operaciones internacionales (DDI) del Segundo Ejército arrestó 22 personas que participaban de una reunión de Unidad Socialista en San Pablo. El propósito de la reunión, de la que participaron unas 150 personas, era hablar los problemas de la formación de un Partido Socialista Brasileño. Algunos de los participantes pertenecían a grupos políticos brasileños ilegalizados, tales como la Liga Operaria, una organización trotskista”.
La Liga Operaria, antecesora de nuestro actual partido hermano en Brasil (Corriente Socialista de los Trabajadores, CST, integrante del PSOL), era la sección de la corriente internacional fundada por Nahuel Moreno, que por entonces se llamaba Fracción Bolchevique y que daría nacimiento luego a la Liga Internacional de los Trabajadores, antecesora de nuestra actual organización internacional, la Unión Internacional de los Trabajadores (UIT-CI).
Precisamente, el informe de la CIA se refiere a la captura de Moreno, cuyo verdadero nombre era Hugo Miguel Bressano, en la reunión socialista de Brasil: “Uno de los arrestados, Hugo Miguel Bressano, líder socialista argentino, ha creado un problema serio de derechos humanos para el gobierno brasileño. Altos oficiales del Servicio Nacional de Inteligencia (SNI), incluyendo el general Octavio Aguiar de Medeiros, jefe de la SIN, y el general Newton Araujo de Oliveira e Cruz, jefe de la agencia central brasileña, quieren expulsar a Bressano y entregarlo a las autoridades militares argentinas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas con sede en Buenos Aires visitó la sede de la policía en San Pablo y exigió que las autoridades brasileñas liberen a Bressano en Brasil o que lo enviaran a Europa. Le dijo a los oficiales que Bressano sería asesinado si lo entregaban a las autoridades argentinas”.
En realidad, cuando Moreno fue detenido junto con otros veintiún compañeros, se inició una campaña internacional reclamando la liberación de todos ellos encabezada por Amnistía Internacional. Se sumaron figuras como Gabriel García Márquez, Felipe González y Mario Soares (primeros ministros de España y Portugal) y Juan Lechín (líder de la COB), entre otros. Así se logró la liberación de todos los detenidos. Moreno fue expulsado a Colombia, donde residía entonces.
Moreno propuso impulsar un PT junto a Lula y otros dirigentes sindicales
A lo largo de los años de la dictadura militar iniciada con un golpe en 1964 se había dado en Brasil un gran desarrollo industrial. Especialmente en el cinturón industrial que rodea a la ciudad de San Pablo, conocido como el ABC, donde se habían concentrado grandes fábricas metalmecánicas, en particular de la industria automotriz, con plantas como la de Volkswagen, la mayor, que llegó a tener 30.000 operarios.
Desde mediados de los años 80 se venían dando en esas fábricas grandes conflictos obreros, encabezados por una extendida vanguardia de luchadores ligados a una nueva camada de dirigentes, entre los que se destacaba Luiz Inácio da Silva, conocido como Lula, quien estaba ligado a la Iglesia Católica y enfrentado con los burócratas sindicales tradicionales, conocidos como “pelegos”.
Los compañeros de la Liga Operaria proponían en la reunión de agosto de 1978 la formación de un partido socialista al estilo de los que habían llegado al gobierno en aquellos tiempos en España y Portugal, para aprovechar los resquicios legales que daba una tibia apertura política de la dictadura brasileña. En cambio, Moreno había viajado a Brasil con la idea de empalmar con las luchas y la nueva vanguardia con el ABC, proponiendo a sus dirigentes, y en particular a Lula, la formación de un nuevo partido obrero, el PT.
Superado el trance de la redada policial y las detenciones, los compañeros brasileños, que ya habían constituido Convergencia Socialista, comenzaron a levantar la propuesta de construcción del PT. Años después el propio Lula reconocería que la idea original del Partido de los Trabajadores fue aportada por la corriente encabezada por Nahuel Moreno.
La construcción del PT, como partido de trabajadores independiente de las diferentes corrientes patronales, fue un gran hito en la historia del movimiento obrero brasileño. Con su consigna original “trabajador vote trabajadores”, creció y se hizo de masas en las fábricas y barriadas de los cordones industriales. Su derivación y traición posterior, su gobierno con y para los patrones y el imperialismo, darían lugar a rupturas como la que encabezamos hace años con el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). La desclasificación de estos documentos de la CIA y la historia de la detención de Moreno en 1978 sacan a la luz viejos momentos olvidados de aquella historia.
Durante la semana pasada se realizaron en Capital, el oeste y el norte del Gran Buenos Aires una serie de charlas debate sobre “La situación en Venezuela y la política de los revolucionarios”, a cargo de Miguel Ángel Hernández, dirigente de nuestro partido hermano en Venezuela, el PSL.
Contaron con una numerosa y participativa concurrencia de trabajadores, jóvenes y compañeros venezolanos exiliados como consecuencia de las políticas de hambre de Maduro. Miguel Ángel respondió las distintas inquietudes que se le plantearon sobre la situación y recibió el cálido abrazo internacionalista de nuestra militancia y una generosa colecta económica y de medicamentos para los compañeros venezolanos.
Seguimos ofreciendo a nuevos compañeros, amigos del partido y lectores habituales de El Socialista, la suscripción a nuestro semanario. Pese a que la crisis nos obliga a llevar el precio del ejemplar de 15 a 20 pesos, mantenemos el mismo valor de suscripción de la última campaña, esto es, 300 pesos por veinte números, con una rebaja efectiva de 100 pesos para el bolsillo de los compañeros.
Un mayor número de suscriptores nos permite seguir sosteniendo la publicación, mejorarla y ampliar su distribución. Así, podemos llevar las propuestas de Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda a más lugares de trabajo y estudio, entre más compañeros, vecinos y familiares. Más suscripciones a El Socialista significan fortalecer nuestro partido como herramienta de lucha frente al ajuste que Macri, el FMI y los gobernadores descargan sobre el pueblo trabajador. ¡Muchas gracias por sumarte a esta campaña!
Nuestra militancia está llevando adelante una gran campaña de suscripción a El Socialista. Queremos llegar a más compañeras y compañeros para dar a conocer nuestras propuestas políticas y sumarlos a la construcción de Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda. En este año de pelea electoral, ofrecemos El Socialista para intervenir en el debate político contra los partidos patronales, postulando al Frente de Izquierda y sus candidatos como la única alternativa política independiente para que con los trabajadores, mujeres, jóvenes y sectores populares podamos avanzar en la construcción de una nueva dirección sindical y política.
En momentos en que el ajuste golpea de lleno el presupuesto de las familias, si bien el precio del semanario pasa de 15 a 20 pesos, hacemos el esfuerzo de mantener el costo de la última suscripción, esto es, veinte ejemplares por 300 pesos, lo que implica un ahorro efectivo de 100 pesos por suscripción. Alentamos a nuestra militancia, amigos y lectores a que sigan adelante con la campaña. ¡Nuevas suscripciones para hacer conocer y crecer a Izquierda Socialista! ¡Muchas gracias!
Seguimos la campaña de suscripciones para sumar compañeros y llegar a más fábricas, oficinas, universidades, escuelas, hospitales, barrios y familias. ¿Por qué nos planteamos este desafío en medio de un ajuste brutal que se devora los bolsillos? Porque a través de El Socialista queremos acercarles a más trabajadores, jóvenes, mujeres y jubilados las propuestas de fondo de Izquierda Socialista para salir de la crisis, así como la intervención del partido en las principales luchas obreras, populares y de las mujeres.
Atentos a la difícil situación de los trabajadores y sus familias, si bien nos vemos obligados a llevar el precio del ejemplar semanal de 15 a 20 pesos, hemos decidido mantener el mismo valor de la última suscripción, esto es, veinte (20) ejemplares por 300 pesos, favoreciendo a cada suscriptor con un ahorro efectivo de 100 pesos. Redoblamos el esfuerzo por más lectores y suscripciones para fortalecer la construcción de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda. ¡Muchas gracias!