El sábado 15 se inauguró una sede de Izquierda Socialista. El flamante local está ubicado en Tinogasta y Riglos, Barrio Picaluga, González Catán (La Matanza). Se llevó a cabo una rica charla debate por parte de nuestro querido compañero José Guzmán, papá de Lucas, muerto en Cromañón, y nuestro diputado Gringo Giordano.
Participaron estudiantes, jóvenes, trabajadores y vecinos del lugar. Alguien reivindicó a José “por sacar a los chicos de la calle”, a quienes les enseña clases de boxeo. Todo un orgullo para Izquierda Socialista.
Se coincidió en que nuestro nuevo local en un barrio obrero y popular muestra que la izquierda crece. Se denunció tanto a Vidal como a la intendenta Magario (FpV). Y se debatieron las propuestas del FIT para salir de la crisis. ¡Felicitaciones a la militancia de La Matanza que con su esfuerzo hizo posible este gran paso!
El historiador Martín Mangiantini acaba de editar Itinerarios militantes. Del Partido Revolucionario de los Trabajadores al Partido Socialista de los Trabajadores (1965-1976). La obra repasa la trayectoria de la corriente trotskista impulsada por Nahuel Moreno en nuestro país durante aquellos años.
Escribe Francisco Moreira
El trabajo de Mangiantini es el séptimo libro publicado por la Colección Archivos. Estudios de historia del movimiento obrero y la izquierda, un invalorable esfuerzo de un grupo de investigadores por aportar un mayor conocimiento sobre los vínculos entre el movimiento obrero y la izquierda a lo largo de la historia.(1) La obra de Mangiantini es un gran aporte para ir saldando la deuda que existe en el ámbito historiográfico respecto de la producción de estudios sobre el trotskismo en nuestro país.(2) Su concienzuda labor incluyó una exhaustiva revisión bibliográfica relativa a la izquierda, una minuciosa indagación de documentación interna, el análisis de periódicos partidarios, libros y folletos, y la realización de entrevistas a militantes de la época.
El libro aborda la trayectoria de la corriente morenista y los partidos que impulsó durante el período comprendido entre 1965 y 1976. El recorte temporal toma como inicio la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en 1965, aborda el surgimiento del PRT-La Verdad en 1968 y, posteriormente, el nacimiento del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en 1971. El análisis se detiene con el golpe de Estado de 1976.
El libro se ordena en cinco capítulos. El primero de ellos indaga los posicionamientos públicos que la corriente morenista sostuvo ante los más trascendentales acontecimientos económicos, sociales y políticos del período. El segundo capítulo representa un interesante esfuerzo del autor por sintetizar los “rasgos identitarios” de la corriente morenista. El tercero aborda las formas específicas que adoptó la construcción partidaria en un período caracterizado por la alternancia de dictadura y apertura democrática, y las consecuentes medidas de clandestinidad y apertura relativa tomadas. Los últimos dos apartados destacan la inserción partidaria en el movimiento obrero y la apertura a otros sectores como la juventud y el movimiento de mujeres y de la diversidad sexual.
La “identidad” morenista
La corriente morenista se forjó por aquellos años al calor de los debates que generó en la izquierda el triunfo de la revolución cubana de 1959. Asimismo, los partidos que impulsó se formaron en la intervención bajo el gobierno radical de Arturo Illia, el golpe de Estado de Onganía en 1966, el retorno de la legalidad electoral y el regreso de Juan Perón en 1973 como intento de cierre del proceso abierto por el Cordobazo y culmina con el golpe de Estado de 1976. De acuerdo con Mangiantini, todos estos acontecimientos definieron “rasgos identitarios” de la corriente morenista.
Uno de los aspectos destacados es la inserción en el movimiento obrero como consecuencia de que “esta corriente definió al proletariado industrial como el sujeto social revolucionario por excelencia”.3 Fue esa orientación la que permitió en 1965 la unificación con el Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP) de los hermanos Santucho, a partir de la experiencia común entre los trabajadores azucareros tucumanos de la Fotia. La inserción en el movimiento obrero continuó y se extendió en los años subsiguientes con la participación en la huelga portuaria de 1966, la construcción de una tendencia en el gremio automotor y la intervención entre los docentes, bancarios y los metalúrgicos, entre otros, así como durante la resistencia de Villa Constitución en 1975. La concepción antiburocrática política y sindical fue constitutiva del morenismo en el movimiento obrero.
Otra posición destacada es el “insurreccionalismo de masas” como estrategia revolucionaria, en oposición a las concepciones foquistas y guerrilleristas propias de los ´60 y los ´70 bajo la influencia del castrismo. El planteo morenista era no equiparar la lucha armada con la estrategia guerrillera, es decir, al concepto permanente y único de un núcleo armado que realiza acciones aisladas y ejemplificadoras. El desarrollo de la movilización obrera y popular no debía descartar ninguna táctica, incluido el método de la guerrilla o la lucha armada contra grupos reaccionarios o en defensa de huelgas y ocupaciones de fábrica. Este debate terminó con la experiencia del PRT y dio nacimiento al PRT-La Verdad en 1968.
La concepción “internacionalista”, continuando las enseñanzas de León Trotsky de construir un partido mundial, guió la intervención en el Secretariado Unificado (SU) de la IV Internacional, surgido en 1963 a partir del apoyo a la revolución cubana. En un medio abrumadoramente nacionalista, la corriente morenista se destacó por sus campañas internacionales tales como el repudio a la invasión yanqui a Santo Domingo en 1965, el rechazo a la guerra de Vietnam, el intercambio de experiencias militantes y de cuadros políticos con partidos de países sudamericanos y el apoyo a los exiliados tras los golpes de Estado de los ´70. Desde 1970 el PRT-LV editó la Revista de América. Los periódicos partidarios comenzaron a tener secciones internacionales permanentes.
La búsqueda constante de romper con el “aislamiento” de los revolucionarios llevó a la implementación de diversas tácticas con la permanente preocupación de avanzar en los vínculos con los trabajadores mayoritariamente peronistas mediante la confluencia en agrupaciones sindicales o la interpelación pública. Otra táctica fue el aprovechamiento de las instancias electorales frente a la primacía del abstencionismo en el resto de la izquierda. Ejemplo de esto fue la participación en el proceso electoral legislativo del año 1965 en Tucumán. La definición de aprovechar la instancia electoral llevó también a los primeros contactos con el sector del Partido Socialista Argentino (PSA) encabezado por Juan Carlos Coral. En 1972 se produjo la fusión que dio nacimiento al PST.(4)
La actualidad del morenismo
En el siglo XXI las masas populares, con participación destacada del movimiento obrero, el movimiento de mujeres y los jóvenes, continuaron protagonizando heroicas luchas y nuevas revoluciones que sacuden al mundo. En ellas se ha puesto de manifiesto la necesidad de construir direcciones políticas revolucionarias capaces de llevar las luchas hacia una salida de fondo. Mangiantini en su libro señala definiciones “identitarias” que aún hoy tienen plena vigencia para la corriente morenista de la que Izquierda Socialista se considera parte y continuadora: la tarea fundamental sigue siendo construir partidos revolucionarios, internacionalistas, que peleen por insertarse en el movimiento obrero y de masas con la más amplia unidad para alentar la movilización independiente y revolucionaria hasta lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
1 Martín Mangiantini. Itinerarios militantes. Del Partido Revolucionario de los Trabajadores al Partido Socialista de los Trabajadores (1965-1976). Ediciones Imago Mundi, Buenos Aires, 2018.
2 Ver también Ricardo de Titto. Historia del PST. Partido Socialista de los Trabajadores. Tomos I y II. Ediciones CEHUS.
3 Idem. Página 53.
4 Idem. Página 74.
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Hemos recibido dos cartas, una de PTS y otra de PO, de fecha 15 y 22 de agosto respectivamente, sobre cómo posicionar al Frente de Izquierda ante el agravamiento de la situación nacional, el crecimiento de las luchas y las oportunidades políticas que se nos presentan. Compartimos con los demás partidos del Frente de Izquierda la inquietud y hacemos extensivo nuestro compromiso para poner los máximos esfuerzos para que el FIT siga aprovechando los hechos de la realidad y postule una salida de fondo como la que levantamos desde la izquierda revolucionaria, en las luchas, en el movimiento de mujeres y en las amplias franjas obreras y populares que repudian al gobierno de Macri y no ven una alternativa en el peronismo ni en el kirchnerismo, sino que empiezan a mirar las respuestas que postula la izquierda como alternativa política de los trabajadores.
En ese sentido saludamos que el Frente de Izquierda haya hecho un acto común repudiando la visita de la representante del FMI, Christine Lagarde; otro acto repudiando la nueva visita del FMI el pasado viernes 17 de agosto frente al Banco Central; que el FIT haya sacado dos declaraciones popularizando las medidas de fondo que promovemos ante la actual situación e incluso que, este año, hayamos hecho un acto común el 1º de Mayo a pesar de diferencias que mantenemos ante el caso Lula, y hasta hayamos hecho un acto impulsado por el Frente de Izquierda en la embajada de Nicaragua repudiando las violaciones a los derechos humanos del asesino Daniel Ortega. Ese es el criterio que nos seguirá moviendo para seguir postulando al Frente de Izquierda en todos los terrenos, como el plenario nacional del sindicalismo combativo que se realizó en Lanús, que lamentablemente no fue impulsado también por los compañeros de PTS.
En este marco los compañeros del PTS y PO plantean un debate sobre cuáles deben ser los ejes políticos de una campaña común que debería culminar con un nuevo y gran acto del FIT para noviembre, iniciativa que ya se empezó a conversar en la mesa nacional del FIT.
Desde Izquierda Socialista, como ya lo fuimos planteando en esas reuniones, estamos totalmente de acuerdo en la necesidad de una campaña política unitaria del FIT que culmine en un gran acto en noviembre.
Lo que debemos seguir intercambiando es sobre cuáles son los ejes centrales de esa campaña política. Desde Izquierda Socialista proponemos tomar tres ejes con los cuales tenemos claras coincidencias con los compañeros de PO y PTS para impulsar la movilización obrera y popular contra el gobierno de Macri y el FMI.
1 - Estamos de acuerdo en impulsar una campaña central de agitación bajo la consigna “Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores”. Con la cual hay pleno acuerdo en los partidos del FIT que repudiamos el brutal ajuste de Macri y el FMI, y denunciamos el rol cómplice del peronismo, incluido el kirchnerismo, en la aplicación del mismo. Es la tarea central que tiene el movimiento obrero y de masas, derrotar el ajuste.
2 - Por eso el segundo gran eje que proponemos y consideramos que también tenemos acuerdo con PO y PTS, es salir con todo la fuerza a apoyar las luchas en curso y el paro activo del 24 y 25 de setiembre. La CGT convocó a paro nacional para el 25/9. Sabemos que esa medida sale por la presión social de las luchas. No podemos confiar en estos dirigentes traidores. Por eso, como hicimos frente al paro del 25 de junio hay que apoyar desde una postura propia de la izquierda y los sectores combativos del movimiento obrero. Por otro lado, las CTAs y Camioneros convocan a paro de 36 horas desde el día 24 con marcha a Plaza de Mayo. El paro del 25 de junio fue contundente a pesar de la burocracia sindical. Ese día, el sindicalismo combativo hizo cortes y un acto en el Obelisco donde reclamó la continuidad con un plan de lucha nacional. Nuestro planteo es opuesto a las maniobras de la burocracia sindical de hacer paros aislados y de compromiso. Por eso desde Izquierda Socialista proponemos salir desde el FIT a impulsar el paro activo de setiembre y seguir impulsando la necesidad de un Plan de Lucha Nacional para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores.
3 - Desde Izquierda Socialista también coincidimos en que se ha abierto un gran interrogante sobre “cuál es la salida” para el país. Por eso consideramos que el tercer eje de agitación del FIT debe ser la lucha por el No pago de la Deuda Externa como la primera medida de un plan económico de emergencia obrero y popular. Precisamente “para que la crisis la paguen los capitalistas”, como plantea PO, hace falta dejar de pagar ya la deuda externa, destinando esos enormes fondos a solucionar los graves problemas sociales. La consigna del “no pago” es la primera de un plan económico obrero y popular, que combata a los grandes empresarios, multinacionales, usureros, banqueros y demás capitalistas. Por eso proponemos también la nacionalización de la banca y el comercio exterior; la reestatización y nacionalización de las privatizadas bajo control obrero y un plan de obras públicas estatal, controlado y gestionado por los trabajadores, para dar trabajo genuino. De esa manera estaríamos anteponiendo un plan económico alternativo al servicio del pueblo trabajador, algo distintivo del FIT, ya que, hasta el kirchnerismo ha dicho que en caso de ganar las elecciones no anularía el pacto con el FMI, y cuando habla de la deuda, no está por el no pago, sino que considera que la deuda externa es “legítima”, por eso se ufana de que el gobierno anterior le haya pagado de contado al FMI con el verso de que nos estábamos “desendeudando” y de haber pagado 200 mil millones de dólares a los usureros internacionales hasta vaciar las arcas del Banco Central.
Sintetizando: desde Izquierda Socialista apoyamos realizar una campaña de agitación nacional del Frente de Izquierda con estas tres consignas centrales: Abajo el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores, No al pago de la deuda externa y paro nacional de 36 horas del 24 y 25 de setiembre y por un Plan de Lucha nacional.
Lo que si no coincidimos es con la propuesta de los compañeros del PTS de tener como eje de agitación del FIT “por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, electa en todo el territorio nacional que debata los grandes problemas nacionales sin ningún tipo de restricción”. Y que ese sea eje convocante del acto de noviembre del FIT. No vemos que una propuesta central del FIT sea plantear una salida electoral como lo es proponer una elección de diputados para una Asamblea Constituyente justo cuando lo que predomina son los conflictos sociales, cuando venimos de la rebelión popular callejera de diciembre contra el robo jubilatorio que enfrentó la represión, el paro general del 25 junio, cuando, como lo reconoce PTS, la lucha por el aborto legal “comienza a cuestionar a las instituciones reaccionarias del régimen democrático burgués” y “a confiar en la fuerza de la movilización extraparlamentaria” y cuando estamos a las puertas de un paro de 36 horas. Para nosotros el eje es impulsar las movilizaciones y la huelga general en el camino estratégico de la lucha por un cambio de fondo que es un gobierno de los trabajadores.
Los compañeros de PO, por su parte, coinciden con levantar Asamblea Constituyente aunque no lo ponen con eje central. Dicen que sería “una consigna de poder”, generando una confusión, ya que desde Izquierda Socialista y así también está planteado en el programa del FIT, la única consigna de poder es la salida por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Esto no significa ignorar la consigna de Asamblea Constituyente que es parte del programa de Izquierda Socialista. Pero no vemos que sea una consigna de agitación central en este período de grandes luchas obreras, estudiantiles, de la mujer y hacia una nueva huelga general.
Por otro lado, ante el planteo de PO en su carta de que “resulta fundamental luchar hoy por una consulta popular para darle continuidad a la movilización” del movimiento de mujeres, señalamos nuestro desacuerdo. No consideramos que se tenga que “resolver” vía un mecanismo del régimen como lo son las consultas populares tramposas organizadas por los partidos antiabortistas, más después de las tres acciones de masas de millones de mujeres (8M, 13J y 8A). Opinamos que hay que seguir por ese camino, teniendo en cuenta además que la Campaña Nacional por el Aborto legal rechaza la propuesta de la consulta planteando “nuestros derechos no se plebiscitan”.
Con el objetivo de avanzar en seguir postulando al FIT ante los próximos desafíos descontamos en que nos vamos a poner de acuerdo en lo sustancial, ese es el objetivo de este intercambio.
En relación a las actividades que tenemos por delante nos parece importante definir desde ahora que para los primeros días del mes de noviembre vamos a convocar a un gran acto nacional del frente en un estadio abierto, siguiendo el modelo del que ya hicimos conjuntamente en la cancha de Atlanta que fue exitoso. Hacer esta definición de que vamos a un acto importante de las tres fuerzas no significa que sea lo único que está planteado hacer para actuar unificadamente en la situación nacional. Por el contrario vemos como posible e importante que podamos unificar nuestra intervención en forma de campañas de agitación para llegar con mayor fuerza a millones de trabajadores, jóvenes, jubilados, etc. Nos parece que lo prioritario es la agitación común para impulsar el paro de 36 horas del 24 y 25 de setiembre exigiendo la continuidad con un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Por otro lado, hay dos temas en los que podemos lanzar conjuntamente fuertes campañas, que además ya fueron parte de acuerdos en declaraciones y actividades. En primer lugar proponemos salir fuertemente contra el plan de ajuste pactado con el FMI y por el no pago de la deuda externa, para que ese dinero sea destinado a salario, salud y educación. Y como ya comenzamos a impulsar desde cada una de nuestros partidos, proponemos desarrollar unificadamente la campaña por la separación de la Iglesia del Estado. De esta manera postulamos al FIT ante millones y vamos preparando un gran acto para noviembre.
Dirección Nacional de Izquierda Socialista
29/8/2018
Escribe Ricardo de Titto
El 23 de agosto, a los 84 años, falleció Juan Carlos Coral, ex candidato presidencial en dos oportunidades del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y figura central de la izquierda de los años 60 y 70.
Nacido en Quequén a finales de 1933, se acercó al viejo Partido Socialista en 1953, poco antes del golpe de Estado que derrocó a Perón. En Buenos Aires estudió abogacía. En 1956 se afilió al Partido Socialista y rápidamente se destacó como orador alejado de los discursos artificiosos y, sobre todo, violentamente antiperonistas de los viejos socialistas gorilas como Alfredo Palacios y Alicia Moreau. En la campaña electoral de 1958 afirmó su prestigio como un “hombre de tribuna” que hablaba en un lenguaje claro y comprensible para los trabajadores; era el más pedido por los “centros”.
Lo distinguían, además, sus finas ironías y sus gestos elocuentes con los que acompañaba sus palabras. Además, era un “socialista doctrinario”, como él gustaba llamarse, porque era un estudioso profundo de los fundadores del marxismo y el socialismo, como Engels, Plejanov, Kautsky y el propio Marx. Estudió, por ejemplo, la cuestión de la propiedad oligárquica de la tierra y formuló una tesis sobre la “revolución agraria” en la que incorporó las medidas adoptadas por la revolución cubana, con la que simpatizó desde un inicio.
Hacia el socialismo revolucionario
En 1963 fue diputado nacional, banca que puso al servicio de las luchas obreras, las denuncias de la penetración imperialista y la solidaridad con los habitantes de las “villas miseria” y los pueblos originarios de “Indoamérica”. Tras el golpe de Onganía, en 1967 fue invitado al congreso de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) en Cuba, donde integró la delegación argentina junto a John William Cooke e Ismael Viñas. Reorganizó entonces al PSA en un congreso clandestino que, bajo su dirección editó el periódico Los de Abajo cuya consigna central era conformar un “frente obrero”. En esas páginas se convocó a defender la vida y la libertad del líder trotskista peruano Hugo Blanco y, distanciándose de la concepción estalinista del PC, planteó la necesidad de luchar por el socialismo “sin etapas”.
Las posiciones de Coral rompían con el antiguo reformismo socialista y evolucionaban hacia un socialismo de izquierda, combativo y clasista, distanciado del parlamentarismo burgués. Así fue que por diversos conductos, tanto en la dirección como en la base y promediando 1971, se produjo un acercamiento con el PRT-La Verdad, la organización trotskista dirigida por Nahuel Moreno.
El “glorioso” PST
El Cordobazo de 1969 produjo un fenomenal alza de la movilización de las masas obreras y populares que la dictadura de Lanusse intentó canalizar a través del llamado a un “Gran Acuerdo Nacional”, en el que las dos patas fundamentales fueron Juan Perón y Ricardo Balbín de la UCR para encauzar el proceso hacia las elecciones. El grupo dirigido por Coral –de extensión en varias provincias pero con una estructura laxa—acordó fusionarse con el PRT-La Verdad. A principios de 1972 comenzó a editarse Avanzada Socialista. A mediados de año se realizó el congreso de fundación y una vez obtenida la personería jurídica, en diciembre se adoptó el nombre de Partido Socialista de los Trabajadores. Se aprobó la fórmula presidencial encabezada por Juan Carlos Coral acompañado por Nora Ciapponi. Tras la renuncia de Cámpora, en la elección posterior de septiembre solo quedaron cuatro candidaturas. Coral con el PST, y el Frente de los Trabajadores acompañado por el dirigente clasista cordobés José Páez, enfrenta y denuncia el papel antiobrero y antidemocrático de Perón y su “Pacto Social”.
La sobresaliente personalidad de Coral lo destacó recorriendo el país y apoyando grandes luchas obreras como las de Villa Constitución o el Ingenio Ledesma. Fue reiteradamente amenazado de muerte mientras, en diversos episodios de 1974 a 1976, eran asesinados 17 militantes del partido y muchos de sus locales destruidos a bombazos. Juan Carlos, además de actuar en público, debía vivir en la clandestinidad más rigurosa: fue encarcelado por apoyar la lucha de los trabajadores del Banco Nación. Luego, sufrió también el allanamiento de la redacción de Avanzada Socialista y el local central del PST.
Tras el golpe de 1976 se exilió en Venezuela. Regresó años después con bajo perfil y, tras mostrar algunas simpatías con el kirchnerismo -aunque siempre crítico del chavismo -se acercó a varios actos del FIT y fue ovacionado por la multitud en el acto de Atlanta de finales de 2016. Orgulloso de su pasado, reconocía en Izquierda Socialista a la organización que encarnaba “la tradición de aquel embrión de partido revolucionario que fue el glorioso PST”. Su última aparición pública fue, justamente, en la reciente presentación del segundo
tomo de la Historia del PST. Se nos fue sin poder ver en la calle su libro de memorias. Sé que estaba feliz de haber podido dejar “su historia”. Nos alegramos: lo recordamos con esa sonrisa pícara y seductora que lo caracterizaba. Nunca mejor dicho, querido Juan Carlos, con todo nuestro cariño y compromiso: ¡Hasta el socialismo, siempre!
Nuestro saludo
Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI, en el cementerio de San Martín 25/08/2018
“En nombre de nuestra organización traemos el saludo a su hijo, a su nieto y a todos los amigos y compañeros de las distintas visiones del socialismo que compartieron la militancia y la amistad con Juan Carlos. Nosotros seguimos relacionados con él, nos acompañó en la presentación pública del segundo tomo de la Historia del PST. […] Lo recordamos como un socialista revolucionario. Sabemos que no se hizo trotskista, pero tuvo la visión y la valentía política de unirse en los ‘70 a la corriente de Nahuel Moreno y fundar el Partido Socialista de los Trabajadores con un programa revolucionario. Nunca dejó de reinvindicar al PST .”
Coral en la presentación del libro Historia del PST (Tomo I)
“El PST fue un jalón en la historia de los partidos de izquierda en el país y fue un jalón en la historia del movimiento obrero. Debemos ahora tomarlo en cuenta para las luchas que se avecinan. […]Esta realidad se nos presenta a nosotros en bandeja para estimular esa rebeldía social, se nos presenta en bandeja para movilizar a los trabajadores y a todas las víctimas de este gobierno. […] A mi edad todos piensan en la muerte. Reuniones como esta me hacen pensar en la vida, porque me hacen pensar en el socialismo que es el futuro.” (29/06/2016)