En ese momento el gobierno trató de descomprimir la bronca anunciando el “aumento” del 20% del mínimo no imponible, repudiado por el conjunto de los trabajadores, que incluso obligó a los propios burócratas de la CGT oficialista a decir que no estaban de acuerdo ni con este incremento ni con el techo del 20% que buscaba imponer el gobierno. El kirchnerismo tampoco logró calmar la bronca con el trucho congelamiento de precios de Guillermo Moreno.
Es evidente que todo esto ha abierto una crisis en la CGT oficialista, donde hay sectores más “críticos” de palabra que otros. Incluso “amenazaron” con una reunión plenaria para el 7 de marzo, donde iban a expresar públicamente sus críticas al gobierno. La muerte de Chávez le cayó de perillas para suspenderla. Es que estos burócratas, de conjunto, quieren que pase el techo impuesto por el kirchnerismo. Es el caso de Luz y Fuerza. Ahí, vergonzosamente, la burocracia de Lescano arregló por un 23% anual y 33% a un año y medio, es decir, mucho menos que la inflación real, cuando lo correcto es firmar por menos tiempo con una cláusula de indexación periódica. Inmediatamente, el ministro Tomada salió a decir que ésta era la “paritaria modelo” para el resto de los gremios importantes. Y si no es a un año y medio, que se sigan firmando acuerdos a la baja. Tenemos que denunciar este intento de “congelar” el salario de los trabajadores por 36 meses, buscando obligarlos a “comerse” toda la inflación del período.
El caso contrario es la lucha docente, donde la burocracia no tuvo más remedio que fijar un paro general y rechazar la propuesta de Scioli en la provincia de Buenos Aires (ver contratapa). A Stella Maldonado y Baradel (alineados en la CTA oficialista de Yasky) no les quedó más remedio que salir a repudiar el 22% de la paritaria nacional y a fijar paros contra el 18% ofrecido por Scioli. Por eso la pelea salarial está en curso, se está dando la paritaria en el subte y los ferroviarios del Sarmiento están preparando asambleas para el 27 de este mes por aumento de salarios.
En este marco, con una huelga docente en curso, con la bronca latente de muchísimos otros gremios y con una inflación que, día a día, se sigue comiendo los salarios, Moyano y Micheli llaman a una marcha al Ministerio de Trabajo para este jueves 14 de marzo. Nuestro partido participará de la convocatoria, pero debemos ser claros: la marcha está por detrás de lo que reclama la situación. Justamente, en medio de un enorme paro docente y con muchísimos gremios en medio de la pelea paritaria, es más urgente que nunca el llamado a un paro nacional por un aumento salarial de emergencia para todos los trabajadores y en apoyo a la lucha docente. Además, contra el impuesto al salario y el techo del 20%.
Moyano fijaría una marcha para el 30 de abril al Congreso por las asignaciones y está más preocupado en lograr la personería de su propio partido político que en darle continuidad a la lucha. Hay que exigir a la CGT de Moyano y la CTA de Micheli un paro y plan de lucha nacional, que se discuta en los lugares de trabajo, para retomar el camino del paro nacional que, tan exitosamente, hicimos el pasado 20 de noviembre.