Desde hace varios meses los trabajadores de Calsa vienen sufriendo un ataque sistemático por parte de la patronal; con sanciones, despidos, amenazas e intimidaciones. Pero no se han dejado amedrentar, parando en varias oportunidades. Todo comenzó con el despido de 3 operarios, la paralización de la fábrica pidiendo reincorporación y el despido de 53 trabajadores. El día 28 de abril venció la última conciliación y se decidió parar nuevamente, ya que la empresa ofreció reincorporar a 34 y dejar a los otros 22 en la calle. Paro que continúa hasta ahora. Este lunes hubo una nueva reunión en el ministerio y la empresa ratificó que quiere 22 afuera, por lo que se votó seguir la lucha hasta lograr que reincorporen a todos. La huelga se mantiene con toda la gente afuera y el bloqueo de los portones para impedir que entren y salgan camiones y así garantizar la paralización total de cualquier actividad dentro de la fábrica. La lucha está fuerte y los trabajadores vienen realizando actividades en la puerta de fábrica para lograr mayor unidad y mantener el fondo de huelga. Desde Izquierda Socialista nos presentamos desde el primer día para acercar nuestra solidaridad y ponernos a disposición de lo que necesiten, aportando económicamente al fondo de huelga. Llamamos a rodear de solidaridad al conflicto y ayudar para que no quede ninguna familia en la calle. Desde estas páginas, les enviamos un gran abrazo y fuerza a todos ellos.