Por su parte, los diputados “del movimiento obrero”, como así les llaman a los salidos de las filas de la CGT, se la pasan apoyando al oficialismo y a políticos de la oposición patronal. Uno de ellos, Omar Plaini, acaba de votar con el kirchnerismo las leyes de pago de deuda externa y de abastecimiento. Mientras Facundo Moyano se pasó de cuerpo entero al bloque de Massa. El propio Hugo Moyano no sabe aún a quién va a apoyar en 2015. Si a Scioli, Massa o a Macri. Lo que sí queda claro es que se está preparando como futura CGT de recambio, sembrando expectativas en un próximo gobierno del PJ o del PRO, llevando nuevamente al movimiento obrero a un callejón sin salida. Con ello, le da la razón al gobierno en el sentido de que otra medida nacional sería “desestabilizadora”, cuando sabemos que la campaña del gobierno es para hacer pasar el ajuste y descargar la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador.
Saludamos que Pablo Moyano se haya solidarizado con los ferroviarios del Sarmiento (ver páginas centrales) o brindado la sede de la CGT para que hicieran una conferencia de prensa para anunciar la marcha el pasado 17. Pero eso no suple la necesidad del movimiento obrero y los luchadores de un urgente plan de lucha nacional. Caso contrario las luchas en curso se aíslan y las medidas antiobreras del gobierno y las patronales siguen su curso.
Llamamos a hacer asambleas en los lugares de trabajo. Para apoyar las luchas en curso y coordinarlas. Y exigir que la CGT Moyano abandone el stand by (tregua) y convoque a un plan de lucha nacional. Como lo reclama el Encuentro Sindical Combativo de Atlanta: un nuevo paro de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo.
J.C.G.