El año que termina estuvo marcado por dos grandes hechos. Por un lado, importantes luchas por salario y contra los despidos y suspensiones, arrancando dos paros generales. Por otro, la borrada de la burocracia sindical opositora de la CGT Moyano, que si bien estuvo obligada a convocar a dos medidas nacionales, se negó a darle continuidad, otorgándole al gobierno y a las patronales extensos períodos de tregua que dejaron aisladas peleas muy importantes. En ese marco, aunque todavía en forma incipiente, dimos un importante avance en la coordinación de los sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero con el Encuentro Sindical Combativo.

En febrero, con la convocatoria de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria y del SEOM de Jujuy, comenzó a tomar forma el Encuentro Sindical Combativo. El 25 de ese mes, una nutrida reunión en el Bauen dio el puntapié inicial para la convocatoria al exitoso encuentro de Atlanta de mediados de marzo. Eran tiempos en que los docentes de la provincia de Buenos Aires protagonizaban una lucha heroica con 17 días de paro. Y en los que, en todos los sectores de trabajadores, se debatía cómo salir a dar pelea por el salario ante la traición de la CGT y CTA oficiales y el rol conciliador de la CGT Moyano. Estas peleas se vieron reflejadas con muchísima fuerza en el primer plenario nacional del encuentro que desbordó Atlanta y desde donde se sacó como una de sus principales resoluciones la “exigencia de paro nacional y plan de lucha a la CGT y CTA para derrotar el ajuste del gobierno.”

Fue frente a la convocatoria de la CGT Moyano al paro del 10 de abril que el encuentro sindical pasó su primera prueba, sumándose en forma destacada a la preparación del mismo, emitiendo una declaración que reclamaba a los convocantes la continuidad con un plan de lucha, e impulsando el mismo 10 el paro en forma activa con concentraciones masivas y unitarias en distintos accesos a las principales ciudades y plantas industriales del país.

El encuentro de Atlanta permitió rodear de solidaridad los conflictos que fueron surgiendo en los meses subsiguientes en defensa de los puestos de trabajo. Gestamp, Lear, Emfer/ Tatsa, Valeo, Calsa, fueron algunas de las luchas donde quienes formamos parte del encuentro estuvimos apoyando esas duras peleas contra despidos y suspensiones. Siempre aportando solidariamente para intentar ayudar a que triunfen en la difícil lucha contra la “triple alianza” de las patronales, el gobierno y la burocracia sindical.

El encuentro también permitió avanzar en la coordinación de los sectores combativos a nivel de provincias y regiones. Entre mayo y junio se realizaron encuentros regionales en Capital Federal, zona norte y oeste de la provincia de Buenos Aires. Más adelante se realizaría en zona sur. También se hicieron viajes de los principales dirigentes del encuentro a las provincias de San Juan, Córdoba, Neuquén y Tierra del Fuego, avanzando en la extensión de la coordinación.

El encuentro sindical también jugó un rol fundamental para enfrentar la creciente criminalización y judicialización de la protesta, siendo participe de acciones reclamando por la absolución de los petroleros de Las Heras, contra la persecución a los municipales del SEOM de Jujuy, contra el pedido de desafuero de los delegados del Sarmiento, contra la represión de Berni y las patotas del Smata en LEAR y Gestamp, por la libertad de los presos de ATE de Santa Cruz y contra el enjuiciamiento de los estatales de Tierra del Fuego y los dirigentes de ATE Promoción Social, entre tantos otros sectores que son perseguidos y criminalizados por luchar.

La realización de un segundo plenario nacional el 25 de octubre pasado en el Club Platense fue la confirmación de los avances del Encuentro Sindical Combativo como polo de atracción para numerosos sectores del sindicalismo combativo que buscan avanzar en la coordinación de las luchas contra el ajuste. Así fue que se dio un paso muy importante con la incorporación de dirigentes y activistas enrolados en la Corriente Rompiendo Cadenas. Pese al boicot de los sectores orientados por el PTS que adoptó una postura divisionista y autoproclamatoria (participando originariamente del encuentro de Atlanta y dándole la espalda al de Platense), y a la ya sabida postura equivocada de PO de negarse a cualquier intento de coordinación, el nuevo plenario nacional también evidenció avances en la extensión nacional con la incorporación de San Juan, Catamarca, Chaco y otras provincias, destacándose la presencia de los dirigentes de la CTA Tierra del Fuego.

El triunfo contundente de la lista bordó encabezada por el “Pollo” Sobrero en las recientes elecciones a cuerpo de delegados del Sarmiento contra la Verde de Pedraza, además de ratificar desde las bases a una conducción antiburocrática que se viene gestando desde hace varios años. La misma será puesta al servicio de la construcción de seguir impulsando este espacio de coordinación entre dirigentes nacionales combativos vía el encuentro sindical.

De cara a lo que resta de 2014 y al año 2015, el encuentro sindical tiene el importante desafío de aportar a la unidad y coordinación de los sectores combativos y antiburocráticos para fortalecer las peleas que se vienen contra el ajuste. Todo en el marco de ofrecer a los dirigentes que surgen un espacio de coordinación cada vez más fuerte para impulsar la pelea por una nueva dirección del movimiento obrero.