Trascurrido ya un mes de la movilización de cientos de miles de personas en más de 120 ciudades del país, las medidas efectivas contra la violencia machista están a la espera. En aquella jornada histórica, los gobiernos y partidos patronales hicieron todo tipo de maniobras para salir en la foto: por ejemplo, en San Juan y Santiago del Estero, los gobiernos provinciales escribieron en dos días los proyectos de adhesión a la ley nacional 26.485 de erradicación de la violencia machista, tema ignorado por más de siete años. También, en la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo prestó el escenario para el acto central en la Plaza Congreso mientras la presidente Cristina Fernández se dedicó a twittear frases denunciando a la discriminación de género la noche previa a la jornada.

Pero desde el día siguiente, poco y nada hicieron para responder a los principales reclamos que se exigieron en las calles. A un mes, el gobierno nacional solo anunció la contratación de 50 operadores telefónicos para la línea 144 que atiende consultas de las víctimas de violencia y señaló que finalmente pondrá en marcha el Registro Único de Femicidios que lleva 7 años de retraso. Algunas provincias también realizaron medidas igualmente insuficientes: Chaco creará un Registro Único de violencia de género y puso en marcha un sistema de seguimiento de casos, Mendoza anunció el patrocinio jurídico gratuito a mujeres víctimas de violencia y la Legislatura porteña votó de manera unánime la agilización y unificación para la vía judicial de las denuncias. Pero en ningún caso se declaró la emergencia en violencia de género ni se definió presupuesto efectivo para la atención urgente a las mujeres víctimas a través de refugios y contención psicológica. Mucho menos se empezó a trabajar contra otras formas de violencia como lo son los abortos inseguros debido a su clandestinidad, la trata de mujeres para la explotación sexual y la discriminación laboral.

Mientras tanto, nuevos nombres se han sumado a la larga lista de femicidios, como Viviana Heimelfard de Santiago del Estero, quemada por su marido René Sequeira que ha dejado a sus hijos de 3 y 5 años gravemente heridos. También está el caso de Verónica Di Benardi, una joven de 17 años del partido bonaerense de San Martín, atacada a puñaladas por su novio de 19 años. Y se podrían nombrar muchos casos más.

Desde Izquierda Socialista en el FIT creemos que tenemos que seguir reclamando. Los candidatos kirchneristas pero también los de Macri, Massa, Carrió, Saenz, De la Sota y demás opositores patronales, han demostrado que no están interesados en terminar con los femicidios. Ellos son los que nos gobiernan y con sus medidas cosméticas, solo nos proponen más de lo mismo para que sigamos sumisas. Por eso, el cambio está en la izquierda. Sumate al FIT para seguir luchando y llevar adelante un verdadero programa de defensa de los derechos de las mujeres que comienza por garantizar presupuesto efectivo para la ley de erradicación de la violencia y terminar con la impunidad de femicidas y golpeadores. También te invitamos a sumarte a la campaña de ¡Justicia por Karina Abregú!, quien sufrió un intento de femicidio pero su victimario goza de total libertad. Y el 3 de agosto, como parte de esa campaña, estaremos en las calles reclamando cárcel para Javier Albornoz. ¡Sigamos luchando y a votar a Altamira-Giordano por NiUnaMenos!