No es ninguna novedad este tipo de listas negras y el espionaje a opositores por parte del gobierno kirchnerista. Son los mismos del Proyecto X montado por la Gendarmería para espiar a activistas sindicales y de izquierda. Son quienes hace poco también monitoreaban los movimientos de periodistas y luchadores antimineros en Esquel como nuestro compañero Agustín Gigli, entre otros. Son los que luego usan esos datos para fabricar causas como la que motivó la detención de Sobrero en 2011, falsamente acusado de quemar trenes por Aníbal Fernández.
Más allá del desenlace de esta denuncia puntual, exigimos que se disuelvan todos los servicios de inteligencia, inlcuída la nueva Side. Que se abran todos los archivos. Abajo el Proyecto X. Desprocesamiento a los luchadores populares. A.F.