A Pedraza le dan este beneficio por supuestos problemas de “salud” y por su edad avanzada. Es el mismo argumento que usan los genocidas de la dictadura para zafar de sus condenas. Además, hay miles de presos de más de 70 años con gravísimas enfermedades que sin embargo permanecen en cárceles comunes.
Pedraza es un asesino probado y muy peligroso. Por eso se tiene que pudrir en una cárcel común. Al frente de la Unión Ferroviaria fue cómplice de la privatización y los miles de despidos en el ferrocarril en la década menemista de los años ´90. Con el kirchnerismo montó cooperativas que tercerizaban tareas ferroviarias pagando hasta un tercio del salario que fijaba el convenio, todo con el visto bueno del ministro de Trabajo Carlos Tomada. Al cerrarse el círculo sobre Pedraza en la causa por Mariano Ferreryra, el propio Tomada lo asesoraba legalmente para lograr impunidad. Los abogados de la patota sobornaron jueces y camaristas para ver si lograban la libertad. Pero pudo más la fuerza de las movilizaciones y finalmente se lograron condenas ejemplares. Al mismo tiempo que Pedraza llegaba a su nueva “cárcel de lujo”, los camaristas coimeros eran sobreseídos. Impunidad macrista por partida doble.
Para que Pedraza vuelva a la cárcel común es necesaria la más amplia unidad como se hizo el 26 de febrero en un acto unitario, bajo una copiosa lluvia, con partidos de izquierda y organismos de derechos humanos. Por Izquierda Socialista habló nuestro compañero Juan Carlos Giordano con este planteo, denunciando que con Macri sigue la impunidad para estos mafiosos y corruptos.
Tenemos que seguir repudiando este acto de impunidad. Llamamos a seguir movilizados en unidad a trabajadores, sectores populares y a los ahora vecinos de este mafioso asesino.