El pasado viernes 3 de junio no fue un aniversario más de una fecha histórica del calendario de las mujeres. Fue otra gran jornada de lucha donde nuevamente salieron a las calles centenares de miles de personas dejando bien claro que el problema de los femicidios expuesto el año pasado, sigue más vigente que nunca. Sucede que en el año transcurrido entre la primera movilización y esta última, al menos 275 mujeres fueron asesinadas por ser mujeres, otras tantas murieron a causa de abortos clandestinos y miles sufrieron situaciones de violencia de género en sus distintas modalidades (física, verbal y psicológica). Además, ninguno de los políticos patronales que en 2015 se sacó la foto en la concentración, llevó adelante las promesas para enfrentar la violencia machista como lo serían la apertura de casas refugio, centros de atención integral para la atención de mujeres y el patrocinio jurídico gratuito, dispositivos incluidos en el marco de la ley nacional 26.485 de erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres, entre otras.
¿Qué cambió en este nuevo #NiUnaMenos?
En 2015, la indignación popular ante la magnitud de los femicidios fue canalizada por la propuesta de un grupo de periodistas mujeres de los distintos medios de comunicación que convocaron durante más de un mes a la concentración en Plaza Congreso y en las distintas plazas del país donde se leyó un documento denunciando la violencia machista. Pero este año las cosas fueron muy distintas. Mientras los medios de comunicación masivos hicieron silencio, las mujeres de distintas organizaciones coincidimos en la importancia de movilizarnos a Plaza de Mayo para demostrar la responsabilidad política del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales que nos dejan sin recursos para enfrentar la violencia machista, nos matan por abortos clandestinos, dejan impunes a femicididas, violadores y violentos y nos castigan con ajustes, despidos y criminalización de la protesta social.
Lamentablemente, el rol divisionista del kirchnerismo -al no poder hegemonizar la movilización- impidió que se llegara a consensuar un documento común entre todas las organizaciones y el colectivo de periodistas Ni Una Menos, por lo que en la Plaza de Mayo no hubo acto de cierre. Cuestión que sí se logró en muchas otras plazas del país.
Lo más importante es que desde hace meses, mujeres, varones y personas LGTTBI comenzamos a organizarnos para participar en el primer aniversario de esta fecha, desde los espacios de trabajo, en los sindicatos, centros de estudiantes y desde las organizaciones sociales y políticas, con una modalidad muy similar a la que suele movilizarse los 24 de marzo. Y esta vez, no solo se levantó el reclamo contra los femicidios sino que el problema del aborto clandestino, expresado brutalmente en el caso de Belén -la joven tucumana condenada a 8 años prisión- fue tomado como otra gran bandera de la movilización que ubicó a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito encabezando la columna de familiares y organizaciones políticas que marchó a la plaza a reclamarle medidas concretas al gobierno de Mauricio Macri.
Ahora, ¿cómo seguimos?
Esta gran movilización popular demuestra que la lucha por los derechos de las mujeres sigue con más fuerza que nunca. Decir #NiUnaMenos implica que tenemos que seguir organizadas independientemente de los gobiernos y en las calles, para exigirle a Macri presupuesto ya para la ley 26.485. Reclamamos que se destine un piso del 0,01 por ciento del PBI por 10 años para garantizar las políticas para las mujeres. Basta de femicidios y basta de impunidad para violadores y violentos.
También reclamamos que se apruebe inmediatamente el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito que se presentará por sexta vez en el Congreso Nacional el próximo 14 de junio. #NiUnaMenos por abortos clandestinos. Libertad para Belén.
Exigimos #NiUnaMenos víctima de las redes de trata. Desmantelamiento ya de las redes de proxenetas, la policía, la justicia y los gobiernos. Aparición con vida de todas las mujeres secuestradas. Y reclamamos #NiUnaMenos precarizada ni despedida. Basta de ajuste e inflación. Aumento salarial de emergencia. Las mujeres no vamos a pagar la crisis.
Que se escuche bien fuerte nuestro grito en Argentina y en el mundo: #NiUnaMenos #VivasNosQueremos.
Mujeres de Izquierda Socialista en Plaza de Mayo
La delegada ferroviaria de la Línea Sarmiento y diputada electa por nuestro partido en el FIT, Mónica Schlotthauer (foto) habló en Plaza de Mayo para la gran columna de Izquierda Socialista que se movilizó el 3J reclamando #NiUnaMenos.
Schlotthauer señaló: “Estamos una vez más para decir acá algo muy concreto: que se respete la ley 26.485. Parece una cosa elemental, que todavía en Argentina en el 2016 se siga creyendo que las mujeres somos malditas, que las mujeres nos merecemos que nos peguen, que las mujeres dependemos de los varones, que venimos de su costilla. Pero nosotras, las mujeres trabajadoras, no venimos de nadie ni dependemos de nadie. Nosotras tenemos ganado el derecho a ser felices y a vivir en libertad”.
Luego agregó: “Cuando decimos que se cumpla la ley 26.485 estamos exigiendo mucho más que la ley. Estamos diciéndole al señor Macri que deje de ajustar en el estado, que pongan más plata en los hospitales para que nos atiendan, para que atiendan los abortos no punibles y que aprueben la ley de interrupción voluntaria del embarazo para que dejemos de morir por la clandestinidad. Estamos diciendo que dé presupuesto a la educación para que haya formación y todos los estudiantes tengan derecho a la educación sexual. Estamos diciendo que abran espacios de atención a las mujeres. A eso estamos abocadas ahora las ferroviarias, a que se abran centros integrales de las mujeres en todas las locaciones vacías, por ejemplo, del ferrocarril. Queremos que el gobierno ponga plata. Queremos empezar en Haedo donde ya está el lugar. Queremos seguir en Merlo que es el partido con mayor tasa de femicidios del Oeste. Queremos llegar a Luján, donde están los propios chupasirios del Vaticano. Y queremos llegar a Mercedes. Por eso les pedimos el apoyo”.
Mónica finalizó: “Sigamos reclamando en las calles. Ya nos miramos a la cara y nos reconocemos todas como víctimas de la violencia machista. Pero no para seguir llorando solas, sino para enfrentarla juntas. Sigamos peleando por que no haya Ni Una Menos. Vivas Nos Queremos en Argentina y en toda Latinoamérica”.