Todas las miradas están puestas en el primer Confederal posterior a la “unificación” de la CGT, este viernes 23. Allí se verá si se decide o no un paro general, un paro parcial, un paro con marcha, solo una marcha, o alguna otra variante. Los dirigentes van y vienen, entre quienes estarían a favor de tomar alguna medida y otros que dicen esperar. Pasa que al no hacer asambleas para debatir la medida, la resolución saldrá de una reunión entre cuatro paredes de los capitostes de la central.
En estos días la CGT se reunió con la cúpula del Partido Justicialista y de la iglesia católica. La recibió el presidente del episcopado José María Aracedo, quien al término de la reunión divulgó lo que les dijo a los dirigentes: “agoten todas las instancias de diálogo antes de tomar medidas extremas”. ¿Diálogo ante un gobierno como el de Macri que ratifica a cada paso el ajuste y solo anuncia medidas antiobreras? ¡No hay nada de “medida extrema” en un paro general, sino que sería lo que los trabajadores necesitan para enfrentar de conjunto al gobierno nacional y a los gobernadores!
En agosto hubo 13.658 trabajadores afectados por despidos o suspensiones. Después de la audiencia pública del gas se viene el tarifazo del 200%. El gobierno se niega a reabrir las paritarias y dice que el techo salarial para el año que viene va a ser del 17%. Se ha negado a eliminar el impuesto a las ganancias del salario, otra promesa electoral incumplida. Sigue la recesión y la entrega del país a las famosas inversiones tipo la Barrick o Chevron. ¡No hay diálogo que valga! ¡Tampoco hay que esperar más! ¡Hace falta un paro general como parte de un plan de lucha nacional para derrotar el ajuste de Macri y de los gobernadores!
A los dirigentes de la CGT se les acortan los plazos para seguir dilatando una medida nacional. La bronca contra los despidos, los tarifazos y los salarios de pobreza crece. Ante la negativa de reabrir las paritarias, Hugo Moyano dijo: “las paritarias están abiertas siempre”. Pero el gobierno, el Ministerio de Trabajo y las patronales se niegan. ¡Hay que reabrirlas con un paro general! Hasta el repudiado Luis Barrionuevo dijo que es un “horror” la negativa del gobierno. También cuestionó la política sobre el impuesto al salario, pero dijo que no está de acuerdo con un paro a pesar que hay más de 2 millones de trabajadores tributando ese impuesto, más que en cualquier período del gobierno anterior.
Los docentes y otros gremios están peleando por la reapertura de las paritarias y Ctera acaba de fijar un paro con movilización para el próximo martes 27. Ese mismo día hay paro nacional de ATE junto a Fesprosa (Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina). La Asociación Bancaria marcha este jueves reclamando lo mismo. Hubo paros de pilotos de avión por salario. No hay más nada que esperar.
Los dirigentes de la CGT deben convocar a un paro nacional con movilización junto a las CTA. Después de la Marcha Federal ha crecido ese reclamo. Mientras apoyamos y coordinamos las luchas en curso, llamamos desde cada asamblea, plenario de delegados o reunión de activistas a hacer valer esa exigencia. ¡Que la CGT rompa la tregua y le ponga fecha al paro CGT-CTA!