Macri desconoció la paritaria bancaria. En una puesta en escena teatral, Enrique Szewach, vicepresidente del Banco Nación, le preguntó “inocentemente” al ministerio de Trabajo si “estaba vigente” el acuerdo paritario firmado en noviembre. Automáticamente, la Subsecretaría de Trabajo le respondió que no, con la excusa de que la cámara que agrupa a los bancos extranjeros no la había firmado. Con ese “dato” el conjunto de los bancarios recibirá sus sueldos de enero sin el incremento acordado. La conclusión es clara: el gobierno no homologa el acuerdo bancario porque los trabajadores del sector con su plan de lucha, venían en camino de romper el techo salarial fijado para 2017.
A esto se le suma que el macrismo se reunirá con los gobernadores (incluyendo peronistas, kirchneristas y del Frente Cívico de Santa Fe) para acordar que los aumentos a los docentes se harán por provincia, sin paritaria nacional y a que en ningún caso superen el 17%. El caso testigo es el de estatales bonaerenses fijado por la gobernadora Vidal con la burocracia de UPCN y otros gremios estatales de un 17% en 3 cuotas para todo el 2017. La conducción de la Ctera está convocando para el 2 de febrero un acto frente al hotel donde se hará la reunión con los gobernadores para reclamar la paritaria nacional. Ctera debería luchar por un aumento salarial que lleve el básico para todos los docentes del país al menos a 15.000 pesos.
Mientras se da una nueva ola de despidos y luchas heroicas, como la de los trabajadores gráficos de AGR-Clarín, la burocracia cegetista se ha reunido para “evaluar qué hacer en 2017”. Después de anunciar que se sintieron “defraudados” porque los empresarios y el gobierno no cumplieron su compromiso de no provocar despidos y que “bajo ninguna circunstancia se aceptarían paritarias por debajo de la inflación”, pasaron a una nueva reunión para ver qué hacer...en marzo. Por su parte, la CTA se está unificando entre los sectores de Yasky y Micheli con un documento-declaración de nueve puntos. Mientras tanto no hace absolutamente nada para enfrentar los despidos ni para pelear contra el ataque al salario.
Las intenciones del gobierno son clarísimas: que los trabajadores suframos la pérdida salarial de entre 10 y 15% de 2016 y que la pauta salarial de este año no pase el 17%. Aducen que la inflación “no pasará” esa cifra, cuando los propios economistas del establishment calculan que será mayor al 25% y todos los aumentos ya preanuncian un número mayor. Se vienen durísimas peleas por el salario, como lo anticipan los trabajadores bancarios y los docentes de todo el país. Este es el desafío que deberemos enfrentar, discutiendo democráticamente en asambleas y coordinando al sindicalismo combativo, mientras exigimos a las direcciones de la CGT que rompan la tregua y convoquen urgentemente a medidas de lucha contra el gobierno.