Con la presión del paro por tiempo indeterminado, el sindicato, las cámaras empresarias y el Ministerio de Trabajo de la Nación retomaron las frustradas negociaciones llegando a un acuerdo, que hizo culminar la medida a las 24 horas. El gobierno nacional liberó un crédito para Sancor por 450 millones de pesos para pagar parte de sus deudas. Mientras tanto Atilra verá reducido el monto del aporte patronal y tendrá que empezar a renegociar en un mes un convenio colectivo que data de 1988, limitando el aumento salarial de éste año.
Es así que serán revisados, entre otros, los regímenes de licencias, accidentes y enfermedades incurables, presentismo y asistencia, de renuncias, de trabajo por turnos, las promociones, las categorías y la polifuncionalidad de lo que Macri definió como un “pésimo convenio laboral”. La decisión del gobierno es ir contra los trabajadores en este sector, como lo vienen haciendo en Vaca Muerta, en Cresta Roja y en AGR Clarín. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, dijo que “es difícil pensar en mejorar la rentabilidad empresaria sin achicar conquistas de trabajo”. A esto hay que sumarle que Gustavo Lopetegui, vicejefe de Ministros; Mario Quintana, Secretario de Coordinación Interministerial; y Miguel Braun, Secretario de Comercio, son miembros fundadores y directores de la empresa santafesina Pampa Cheese que exporta quesos.
La tarea de los trabajadores es preparase para resistir este embate de las patronales, que el contundente paro del 4 de mayo no se diluya, que se concrete el plan de lucha del que los dirigentes sólo hablan, que las asambleas dejen de ser informativas para poder discutir y resolver allí las medidas de fuerza para defender las fuentes de trabajo y nuestras conquistas, parándole la mano a los explotadores y a su gobierno.
Corresponsal