La Celeste gana en base a un enorme fraude. Según la página oficial de Suteba, de 480 mil docentes bonaerenses en el 2014 Suteba tenía poco más de 60.000 afiliados. Y, aunque en las escuelas prima la decepción con la burocracia y una desafiliación masiva, Suteba subió a 116.000 afiliados en 2017. ¡En estos dos años el padrón “creció” más que en los 25 anteriores! La burocracia Celeste hizo votar como docentes a los punteros del PJ bonaerense, empleados municipales, personas del FTV de Delía y del aparato de la CTA, que no pudieron demostrar que trabajaban en alguna escuela. ¡Esa es la base del “triunfo” de Baradel! ¡Así logró evitar perder más seccionales!
Mientras el periodista kirchnerista Verbistky se hacía eco de la campaña de la burocracia contra la oposición y escribía que el triunfo de Baradel era una derrota de Vidal, la propia gobernadora se encargó de desmentirlo. Su ministro de Trabajo rechazó las impugnaciones que hicimos y avaló el fraude. Vidal declaró que “a pesar de los problemas que podemos tener con Baradel, nuestra apuesta era a que ganara”.
La masiva votación en las seccionales multicolores mostró que miles de luchadores salieron a defender la conquista de tener una seccional democrática y combativa. Fue impresionante ver a los docentes organizarse en las escuelas para garantizar ir a votar a kilómetros de su trabajo, juntar miles de fiscales en toda la provincia y tratar de hacerle frente a los intentos de fraude en cada mesa. En contraposición, en las seccionales dirigidas por la Celeste el abstencionismo superó el 60%, confirmando que la bronca a la burocracia se canalizó más por el no ir a votar y así pudieron sostener el enorme fraude con el aparato del PJ.
La Multicolor se reafirmó en sus seccionales y creció provincialmente como la alternativa democrática y de lucha contra la burocracia Celeste. Con Docentes en Marcha llamamos a seguir desarrollándola en toda la provincia.
Ahora, exigiendo a Suteba que rompa su tregua con Vidal y retome las asambleas para impulsar la lucha por el salario, ya que en junio estamos cobrando igual que en agosto del 2016. Contra las sanciones gubernamentales al derecho a huelga, descontándonos ilegalmente los días de paro y encima queriendo dejarnos sin receso invernal. Y contra la inseguridad y agresiones que estamos sufriendo cotidianamente en las escuelas.