Respecto de los servicios públicos, basta recordar que siendo parte del gobierno kirchnerista, las privatizadas embolsaron fortunas con los subsidios que recibían. Massa es amigo de las grandes patronales. Sus economistas (Lavagna, Redrado, Pignanelli) ya gobernaron y no tomaron ninguna de las medidas “progres” que ahora propone. Como dicen los propios funcionarios de Cambiemos: “Una vez que se hayan terminado de contar los votos, los legisladores economistas que siguen a Sergio Massa se sentarán a negociar una propuesta más seria” (Ámbito Financiero, 24 de julio). O sea, volverán a votar juntos las medidas de ajuste.
El hombre también camina, se acercó a Pilar para decirle a un grupo de jubilados: “Le diría al gobierno, al presidente: dejen de tirarse basura con el kirchnerismo discutiendo el pasado y arreglen la realidad de los jubilados que están mal, que no llegan a fin de mes, que no tienen la posibilidad de que se discutan y resuelvan sus problemas”. Prosiguió: “En el último año y medio vieron cómo los medicamentos suben todos los meses por un ascensor, mientras la jubilación no sube”. Pero cuando él era director de la Anses no tomó ninguna medida a favor de los jubilados y repetía con insistencia que era imposible otorgar el 82% para los abuelos. Massa le votó a Macri la ley de blanqueo de capitales y reparación histórica a los jubilados, que desde el vamos era la impunidad para los ladrones de guante blanco y el narcotráfico y una estafa para los jubilados.