“Después de 81 días de lucha conseguimos un poco de la terrible verdad,” se leyó en un comunicado del Encuentro Memoria Verdad y Justicia -del que Izquierda Socialista forma parte- después de que Sergio Maldonado reconociera por los tatuajes el cuerpo de su hermano. Fue hallado el martes 17 de octubre en una de las márgenes del río Chubut, arriba del punto donde el 1° de agosto pasado la Gendarmería reprimió el corte de ruta de la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen cuando desapareció Santiago. Tres días más tarde, el viernes 20, realizada la primera autopsia en Buenos Aires, el nuevo juez a cargo de la causa, Gustavo Lleral, se apresuró a declarar que “gracias a esta pericia se pudo determinar que no hubo lesiones en el cuerpo”. Así echó a rodar el nuevo relato del gobierno para seguir sosteniendo la trama del encubrimiento pese a sus grietas: que Santiago murió ahogado sin que su cuerpo fuera detectado en los rastrillajes previos, y que el gobierno y la Gendarmería están libres de responsabilidad. Y desestimando, de este modo, la espera de dos semanas para conocer los resultados complementarios que definirán efectivamente la causa de la muerte y sus pormenores.

Desde el primer momento, los Maldonado creyeron a los mapuches con los que Santiago se solidarizó en la lucha por recuperación de sus tierras ancestrales, quienes atestiguaron que desapareció en medio de una brutal cacería planificada por el jefe del Ministerio de Seguridad Pablo Noceti (mano derecha de la ministra Patricia Bullrich). Pero el gobierno nacional de Macri y el provincial del peronista Das Neves montaron una trama de encubrimiento para ocultar las consecuencias de su política represiva con la colaboración del aparato judicial y de sus medios afines de prensa. Así, a la par que se embarraba la investigación judicial intentando desligar a los gendarmes de la desaparición forzada, fueron difundiéndose mentira tras mentira apuntando a que Maldonado no había estado en el lugar, a la falta de colaboración de su familia, al “accionar terrorista” de mapuches “financiados por grupos internacionales”, y a deslegitimar la inmensa solidaridad popular que rodeó desde el principio la causa (lo que llevó a cuestionar a los docentes que llevaron el caso a las aulas y a montar un operativo de represión al término de una de las protestas en Plaza de Mayo para desvirtuarla). Incluso unos días antes del hallazgo del cuerpo, la líder de la coalición gubernamental Lilita Carrió, principal candidata para las elecciones legislativas, afirmó en un debate televisivo que existía un 20% de posibilidades de que Santiago estuviera en Chile.

Desde Izquierda Socialista afirmamos desde el principio que la responsabilidad de la muerte de Santiago es de la Gendarmería (más allá de que haya muerto indirectamente durante la represión) y que el gobierno también es responsable político de su muerte y del encubrimiento posterior. Sostenemos que el operativo represivo que llevó a que Santiago estuviera desaparecido durante 79 días es parte de la represión del pueblo mapuche que llevan adelante los gobiernos nacional y provinciales para garantizar la entrega de tierras y recursos a terratenientes y multinacionales que operan en la Patagonia. Y que solo la solidaridad, la denuncia sin tregua del gobierno y la movilización popular (con multitudinarias protestas en Plaza de Mayo y todo el país y expresiones en el exterior) lograron quebrar la trama de encubrimiento e impunidad que culminó esta semana con el hallazgo de su cuerpo. Con el Frente de Izquierda, que levantó el reclamo por Santiago durante toda la campaña electoral, y las organizaciones que conformamos el Encuentro Memoria Verdad y Justicia en lucha contra la impunidad de ayer y de hoy, seguimos convocando la más amplia unidad para avanzar en la verdad y la justicia, castigando a los asesinos y responsables políticos.

¡Por verdad y justicia para Santiago! ¡Basta de encubrimiento e impunidad! ¡El gobierno es responsable! ¡Fuera Bullrich y Noceti! Por una comisión investigadora independiente conformada por la familia Maldonado, expertos y organizaciones de derechos humanos. Basta de persecución a los mapuches. Libertad a Facundo Jones Huala. Por el derecho a la tierra y todos los reclamos de las comunidades mapuches.