Escriben Jorge Adaro, secretario general de Ademys y Pablo Almeida, delegado general de ATE Ministerio de Economía
El 8 de agosto la CTA Autónoma realizó elecciones desoyendo el reclamo de la oposición Multicolor de postergar la votación para así concentrar las fuerzas en apoyar la lucha de las mujeres por el derecho al aborto. En el marco de la crisis y división de una CTA que sigue aislando los conflictos, los trabajadores no se entusiasmaron con los comicios. La Multicolor dio pelea fortaleciendo al sindicalismo combativo.
La negativa de la conducción de la CTA Autónoma, encabezada por Ricardo Peidró y Cachorro Godoy, a cambiar la fecha de las elecciones amparándose en supuestos argumentos legales, ratificó el rumbo de una burocracia en crisis que sigue aislando todas las luchas, como ya la había hecho en el hospital Posadas, el INTI y con los mineros de Río Turbio. Ahora le dio la espalda al movimiento de mujeres y aprovechó la jornada del 8 de agosto para imponer mecanismos fraudulentos que intentan mostrar una participación que no fue tal.
Los padrones de la CTA están totalmente inflados, con más de 1.200.000 de supuestos afiliados, incluyendo “afiliaciones directas” de movimientos sociales que son utilizadas clientelarmente en las elecciones. La Lista 1 de la burocracia prácticamente no realizó campaña en los lugares de trabajo de los sindicatos más importantes que agrupa la CTA Autónoma, como los estatales de ATE, los docentes universitarios de la Conadu Histórica, los profesionales de la salud de la Fesprosa (que incluye a la Cicop bonaerense), docentes, judiciales y otros gremios afiliados. Su gran preocupación durante meses fue organizar el ya tradicional fraude, afiliando compulsivamente a beneficiarios de planes sociales para que voten en comedores populares de manera clientelar, al mejor estilo de punteros del PJ. Esto llegó al colmo de que muchos afiliados de los propios sindicatos ni siquiera figuraban en los padrones, como pasó con trabajadores de antigüedad en el PAMI, algunos de ellos siendo incluso delegados de ATE desde hace años y que no pudieron votar, ¡un bochorno!
Unilateralmente la conducción anunció que votaron más de 240.000 personas, cuando en realidad en todos los lugares de trabajo la participación de afiliados fue muy baja y cientos de urnas fueron fraguadas con votos a la oficialista Lista 1. Con estos métodos, la conducción de la CTA Autónoma ratifica su rumbo de aislar las luchas y seguir colocándose como furgón de cola de proyectos políticos patronales, como ahora intentan con Víctor De Gennaro desde Unidad Popular aliándose con el Movimiento Evita (PJ) y otros sectores de centroizquierda ligados a la reaccionaria Iglesia Católica.
El sindicalismo combativo sí estuvo jugado con todo a apoyar la lucha por el derecho al aborto. Por ejemplo, sindicatos como Cicop, AGD-UBA, Ademys y otros que votaban en las elecciones de la CTA Autónoma, convocaron paro y movilización para el 8 de agosto y estuvieron todo el día con carpas, banderas y cientos de trabajadores en el Congreso Nacional junto al movimiento de mujeres.
En ese marco la elección de la Multicolor fue muy buena en todos los lugares de trabajo donde somos referentes los dirigentes combativos que encabezamos la Lista 6. Ahí obtuvimos los mejores resultados, como en Ademys (93%), AGD-UBA (88%), ATE Ministerio de Economía (87%), ATE Hospital Garrahan (64%) y ATE y Asociación de Profesionales de CNEA del Centro Atómico Bariloche (88%). Se ganaron las seccionales de la CTA Autónoma en Lomas de Zamora (60%) y en Almirante Brown (73%). En otros lugares de trabajo importantes donde disputamos con la burocracia realizamos buenas elecciones, como en la Universidad de Luján (50%), ATE Indec (37%), ATE 3 de Febrero (36%) y CTA Córdoba Capital (20%).
Por primera vez desde que existen las elecciones “directas” en la CTA logramos unificar a todo el sindicalismo combativo y la izquierda en la Lista 6 Multicolor. Esta herramienta unitaria del sindicalismo combativo surgió al calor de las luchas contra el ajuste y los despidos de Macri y los gobernadores, pactados con el FMI. La Multicolor fue apoyada por un activismo sindical independiente que nos acompañó con su voto para fortalecer una nueva dirección de la CTA, antiburocrática, combativa, con independencia de clase y perspectiva de género.